En 2019, solo Mercadona ganó más

Lidl toma la pole para comprar Caprabo respaldado en su sólida posición de caja

La cadena alemana dispone de 1.002 millones de euros para una potencial operación con Eroski que oscilaría entre los 250 y los 350 millones.

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Lidl toma la pole para comprar Caprabo gracias a su sólida posición de caja.
Europa Press

El impulso de Lidl en España le ha llevado en los últimos tiempos a disputarle a Eroski el puesto como la tercera cadena de supermercados de España, con en torno a un 5% de cuota de mercado. Pero lo que más impacta de la empresa alemana son sus resultados financieros: en 2018 (el último ejercicio presentado), ganó más que Dia y Carrefour (171 millones de euros, solo por detrás de Mercadona), mientras que su posición de caja alcanzó el hito histórico de los 1.002 millones de euros. Una cantidad que le sitúa en la 'pole' para hacerse con Caprabo, después de que Eroski le haya colgado el cartel de 'se vende'.

Su situación privilegiada se explica porque Lidl aplica desde hace tiempo una estricta política de pasar a sus reservas casi todos los beneficios obtenidos. Y en los últimos años ha ganado mucho: solo en el último lustro, los excedentes sumaron 622 millones de euros, lo que le ha permitido mantener en positivo su situación de caja, a diferencia de muchos de sus rivales. También ha posibilitado que la cadena alemana continúe con su expansión por España: si en 2018 abría 22 tiendas, el ejercicio pasado (que terminó en febrero) sumó otras 30 a las 575 que tenía repartidas por todo el país, con una inversión de 321 millones.

El modelo financiero mixto de Lidl es el que haría posible una compra de este tipo: por un lado, para inversiones en nuevas aperturas la cadena alemana suele recurrir a una combinación de deuda bancaria con créditos participativos aportados desde la matriz alemana -aunque desde 2019 ha optado por recurrir a "diversas entidades financieras españolas", según sus últimas cuentas-; por otro, la empresa utiliza la mayoría de los beneficios no comprometidos previamente para engordar su caja, algo especialmente útil para casos como el de Caprabo o para épocas de incertidumbre económica, como la vivida en los últimos meses por el estado de alarma.

Caprabo, cuatro años de caídas de ventas

Tras cuatro años consecutivos de caídas en la facturación, que en este tiempo ha pasado de 2.200 millones de euros anuales en el momento de hacerse con Caprabo a los 790 millones del último ejercicio, Eroski parece haber cambiado su percepción sobre su filial catalana. La contracción constante en la facturación de su filial y la reciente refinanciación de la deuda con la banca terminaron por aflorar un plan ideado ya desde 2019 y que se reflejaba en la devaluación de su filial catalana en las cuentas del pasado ejercicio. Los estados financieros establecieron entonces un valor estimado de Caprabo de 351 millones de euros, frente a los 504 millones del año anterior, con el objetivo de facilitar su venta a lo largo de 2020.

De hecho, Caprabo cerró 29 tiendas y solo abrió 12 a lo largo de 2019, reduciendo sus establecimientos a 297 en toda España, frente a los 350 que operaban en todo el territorio nacional cuando Eroski se hizo con el 100% del capital de la cadena catalana de supermercados. Una política de desinversiones que enlaza con la acuciante deuda de Eroski, que en 2016 ascendía a 2.600 millones de euros y que solo el año pasado pudo refinanciar los aproximadamente 1.500 millones que aún debe a la banca.

En este sentido, Eroski deberá devolver 739 millones antes de 2024, fruto del acuerdo de refinanciación alcanzado tras una tensa negociación con la banca en la que tuvo que intervenir incluso el Gobierno vasco. De ahí las presiones de sus acreedores para que el grupo se deshiciera de activos no rentables como Caprabo, cuya venta encomendó desde el año pasado a la firma PwC. Desde Eroski matizan a 'La Información' que PwC trabaja en el "proceso para la posible búsqueda de un socio en alguna filial", descartando la venta de Caprabo a corto plazo.

Sea como fuere, el problema es que el estallido de la pandemia del coronavirus pospuso indefinidamente ese proceso. Ahora, el precio de 351 millones es el que maneja Eroski como punto de partida para desprenderse de Caprabo, aunque lo más probable es que esa cifra no sea definitiva, ya que esos 351 millones de euros representarían el 44% de la facturación de Caprabo, un precio muy por encima de lo que se suele pagar en el mercado por este tipo de operaciones. Teniendo en cuenta que el montante final suele estar más cercano al 30% de las ventas anuales de una empresa, la cifra podría rondar entre los 230 y los 250 millones de euros.

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