MCH descongela la OPV de Europastry después de saltar en marcha de Talgo

  • El fondo de capital riesgo quiere relanzar la colocación en los mercados del grupo de la familia Gallés con un valor de empresa de 1.000 millones.
MCH trata de descongelar la salida a bolsa de Europastry
MCH trata de descongelar la salida a bolsa de Europastry

El fondo español de capital riesgo MCH quiere reactivar la colocación en bolsa de Europastry, líder español en el mercado de producción de masas congeladas para la producción de pan y bollería, cuya OPV se ha convertido en un quiero y no puedo a lo largo de los últimos años. La compañía catalana fundada en 1987 por el emprendedor Pere Vallés no termina de encontrar el momento para estrenarse en el parqué, pero la estrategia de negocio de su principal inversor financiero actúa ahora como un resorte para materializar una operación, estimada con un valor mínimo de empresa de 1.000 millones de euros y que está sólo pendiente del oportuno banderazo de salida.

El último intento bursátil de la familia Gallés data del pasado otoño cuando Europastry definió de acuerdo con MCH la oferta pública de una participación nunca inferior al 25% del capital. La empresa tiene contratados desde entonces a JP Morgan, Morgan Stanley e ING como bancos colocadores y cuenta además con un amplio elenco de despachos legales y de asesoramiento financiero alrededor de la operación. Cuatrecasas y Davis Polk trabajan a instancias del propio emisor mientras que Garrigues y Linklaters lo hacen al servicio de las entidades financieras. Grant Thornton actúa de auditor mientras Merrill Corporation es el proveedor virtual del data room y KPMG lleva a cabo el trabajo de due diligence comercial.

Con este reparto de múltiples actores, la OPV y la consiguiente oferta pública de suscripción (OPS) estaban previstas para primeros de febrero pasado pero fueron aplazadas poco antes de final de año bajo el socorrido argumento de la excesiva volatilidad en los mercados. En medios financieros se apunta también como otra razón de fondo la propia evolución de la compañía, cuyos últimos datos publicados muestran una ralentización en la evolución del ebitda que fue de 95 millones en 2017, con un crecimiento del 6%. Un año antes el margen operativo había aumentado un 12%. En consecuencia, el beneficio se redujo al término del mencionado ejercicio de 2017 un 4,3% hasta los 38 millones de euros frente a los 40 millones del ejercicio precedente.

La foto fija que muestran estos indicadores tendrá que ser ajustada ahora con los datos de cierre de 2018 pero MCH entiende que existen fundamentos de sobra para llevar a cabo el programa previsto de salida a bolsa en la próxima ventana de primavera o, en el peor de los casos, a lo largo del mes de junio. La entidad de capital riesgo considera que su aventura en la empresa ha superado su periodo máximo de maduración pues no en vano MCH entró en Europastry va a hacer ahora ocho años, demasiado tiempo para lo que suele ser el portfolio medio de este tipo de inversiones, establecidas a un máximo de cuatro a cinco años.

Las nuevas urgencias para realizar de una vez por todas la oferta pública de venta se producen a las pocas semanas de la colocación acelerada que MCH ha llevado a cabo sobre el 9% que poseía en el capital de Talgo. El fondo saltó en marcha del fabricante español de ferrocarriles en una operación valorada en casi 70 millones de euros y que fue justificada precisamente por las limitaciones de plazo que condicionan los movimientos de las instituciones de capital riesgo para cumplir los compromisos de sus diversos fondos de inversión.

63.000 puntos de venta en 50 países

MCH cuenta actualmente con una participación del 20,73% de Europastry, en tanto que la familia Gallés posee un 76,27% y el consejero delegado, Jordi Morral, completa el accionariado con un 3% del capital. El private equity español considera que el plan de negocio de la empresa cumple con creces los objetivos que fueron previstos para culminar la realización de la inversión. El proyecto fijaba en su origen un horizonte a cuatro años con un nivel de ventas de 500 millones de euros, de los que una cuarta parte debían proceder del sector exterior. Al término de 2017 la empresa cuenta con un volumen de negocio de 595 millones de euros, de los que un 27% se generan en el mercado internacional.

La compañía tiene presencia en más de 50 países donde opera a través de 63.000 puntos de venta y una amplia serie de marcas como Fripan, Yaya María, Frida, Dots, Friart, Chousa y Koama, además de Wenner Bakery en Estados Unidos. Otros indicadores que definen el equity story de Europastry se enumeran en una plantilla de 4.100 trabajadores distribuidos en 21 centro de producción, con un total de casi 315.000 toneladas comercializadas y una inversión de capital (Capex) de 220 millones en los últimos cinco años, así como un nivel de I+D que se traduce en 70 nuevos productos al año. La empresa tiene una deuda financiera neta de 264 millones de euros y contabiliza 507 millones en activo fijo.

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