Un inicio de curso con incertidumbre

Naturgy busca un acuerdo in extremis con Sonatrach para evitar los tribunales

Hace diez años, la batalla con los hoy socios argelinos costó a Naturgy -entonces Gas Natural- 1.300 millones y abrir la puerta del consejo.

Francisco Reynés, presidente de Naturgy.
Francisco Reynés, presidente de Naturgy.
EFE

Naturgy empieza el curso con un asunto caliente y pendiente. El desplome de los precios del gas y la pandemia han forzado a la compañía que preside Francisco Reynés desde hace dos años a renegociar los contratos de suministro y revisar sus planes estratégicos. La compañía estatal argelina Sonatrach -accionista, socio en el gasoducto Medgaz que une Argelia y España y prinicipal suministrador- tiene sus propios problemas y se resiste a renegociar a la baja contratos suscritos que llegan hasta 2030. 

La sombra de un conflicto en los tribunales como el que Naturgy y Sonatrach protagonizaron entre 2009 y 2011 está presente. La compañía española confía en un acuerdo in extremis que evite un choque frontal de desenlance incierto. Hace diez años, la batalla con los hoy socios costó a Naturgy -entonces Gas Natural- 1.300 millones y abrir la puerta del consejo a un nuevo socio con el 4% de las acciones.

El acuerdo puede estar cerca porque ninguna de las dos partes tiene una posición cómoda dada la situación de la economía internacional y la evolución de los mercados. Argelia vive del gas y del petróleo -95% de sus exportaciones- y su economía se resiente desde 2014 por la evolución negativa de los precios de los hidrocarburos. Necesita a Naturgy, uno de sus principales clientes.

Resultados y ajustes

Naturgy tampoco tiene una posición cómoda. Los malos resultados de los últimos meses han obligado a su  presidente, Francisco Reynés, a anunciar medidas de ajuste y adelantar la revisión de sus planes estratégicos. Con los números empujando -los beneficios del primer semestre cayeron un 43,5%- Reynés ha cerrado ya acuerdos  para la cancelación anticipada de varios contratos a largo plazo por un volumen anual de aproximadamente 20 TWh y espera seguir el proceso  para cambiar las condiciones contractuales de volumen y/o precio en otros contratos.

Ninguna renegociación es fácil. Reynés lo advirtió a principios de año, cuando lo peor no había llegado. Entonces, señaló que su propósito era "llegar a acuerdos y sólo en último recurso acudir a procedimientos judiciales o a arbitrajes". Pero sin descartarlos por más que en el pasado, el resultado de los arbitrajes acabara en laudos desfavorables. Naturgy confía en que las declaraciones en tono conciliador que han llegado desde Argelia en las últimas semanas fragüen en un buen acuerdo.

Tanto el director general de Sonatrach Toufik Hakkar como el ministro argelino de Energía Abdelmadjid Attar han adelantado la voluntad de ajustarse a las nuevas realidades del mercado. Pero el término ajuste no es demasiado preciso. Hace apenas dos semanas, en declaraciones recogidas por Efe, Hakkar aseguró que con Naturgy "estamos en la fase final de negociaciones y esperamos que lleguemos próximamente y rápidamente a un acuerdo entre las dos partes. Por parte de Naturgy no hay valoraciones oficiales sobre la situación en la recta final de una negociación complicada.

Nuevo plan

Reynés, que en 2018 presentó un plan estratégico a cinco años para dar la vuelta a la compañía, considera  cerrada de manera satisfactoria la primera fase de su plan estratégico 2018-2022 y ha anunciado que el próximo otoño lo actualizará hasta 2022. Todo ha cambiado. También la regulación, que ha recortado los ingresos regulados. La estrategia de Reynés para afrontar la crisis ha sido desinvertir, reestructurar la deuda y primar la rentabilidad sobre el tamaño. Una clave: dos fondos de capital riesgo, CVC y GIP controlan el 40% de la compañía.

El inicio de curso es un reto para la nueva dirección de la compañía, renovada en la cúpula hace tres meses y encabezada por Jorge Barredo, expresidente de XElio para Renovables e Innovación; Pedro Larrea, exdirectivo de Endesa para Energía y Redes y el exresponsable de marketing de Vodafone, Carlos Vecino para Comercialización Minorista. A ellos les corresponde el diseño de nuevas estrategias y, sobre todo, cumplir con los compromisos asumidos por Reynés, entre ellos mantener la política de dividendos hasta ver la dimensión real de la crisis provocada por la pandemia.

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