Orcel dice que él mismo trajo sus coches a Madrid para ahorrar el gasto a Santander

  • El banco estaba dispuesto a pagar 60.000 euros por el traslado a la capital de sus vehículos, un gasto que finalmente asumió el banquero por 15.000.
Andrea Orcel
Andrea Orcel
Efe

Andrea Orcel se niega a aceptar la versión de Banco Santander de que su fichaje como consejero delegado del grupo cántabro se frustró por dinero. Es más, fuentes cercanas al directivo aseguran que fue el propio Orcel quien asumió los costes relacionados con el traslado de sus vehículos a Madrid a fin de ahorrárselos a la entidad financiera, que en un primer momento se había comprometido a abonarlos.

En concreto, la entidad que lidera Ana Botín informó al banquero italiano que se haría cargo del traslado a la capital española de sus vehículos, un servicio por el que el banco iba a pagar 60.000 euros. Según sostienen las fuentes consultadas, el ex de UBS encontró este importe desorbitado y estimó oportuno ocuparse él mismo de gestionar el transporte de los coches, lo que finalmente le costó 15.000 euros, un 75% menos de lo presupuestado por el Santander.

Y es que con el anuncio de su incorporación al primer banco de España, Orcel se dispuso a preparar su mudanza a Madrid, donde se encuentra la sede operativa del banco. Una vez decidido el lugar de su residencia, el directivo comenzó a planear los detalles del traslado y consideró que el gasto llevar sus vehículos personales a la capital española no debería correr a cargo de Santander, ni de sus accionistas.

Este hecho es uno de los argumentos que podría utilizar el banquero para desmontar el relato de Banco Santander, que en las diferentes comunicaciones públicas que ha emitido desde que decidió cancelar el nombramiento da a entender que el dinero era un asunto capital para Orcel. Desde su entorno, en cambio, niegan la mayor y defienden que, en relación a lo que ganaba en UBS, estaba 'perdiendo' dinero con su incorporación al grupo cántabro.

Y eso que su ficha anual en Banco Santander iba a rondar los 10 millones de euros a los que había que sumar una prima de fichaje de 17 millones de euros más una compensación (buyout) de hasta 35 millones de euros en acciones de la entidad. El objeto de este último importe era resarcir al banquero de la pérdida de su retribución diferida en UBS, de acuerdo a los detalles de la de la carta oferta que firmaron ambas partes antes de hacer oficial el nombramiento.

En cualquier caso, en ese documento Orcel se había comprometido a intentar rebajar la cuantía del 'buyout' y Santander sostiene que "lejos de realizar todo lo posible" para que UBS le abonara una parte significativa, "rechazó destinar a reducir el importe del buyout los 13,7 millones de euros que UBS accedió a pagarle en concepto de retribución no sometida a diferimiento del bonus de 2018 y las retribuciones diferidas que le correspondían en ese momento".

Diferencias en el relato

El banco, además, dice que Orcel incorporó una compensación adicional de más de tres millones de euros. Así, estaría justificando el argumento que ofreció al mercado cuando canceló el fichaje: que los costes habían superado lo inicialmente previsto, aunque sí parece claro que Santander sabía que el precio del fichaje podría alcanzar los 52 millones (17+35). Orcel en cambio, sostiene que la causa de que anularan su nombramiento atiende al futuro reparto de poder con Ana Botín, como adelantó 'El Confidencial'.

La disputa llegó a los tribunales españoles el pasado 27 de mayo y, si ambas partes no alcanzan un acuerdo antes, parece que el juicio, en el que podría haber un careo entre Orcel y Botín girará en torno a la validez de la carta oferta como un contrato. El banco reconoce el litigio en sus cuentas de los seis primeros meses del año e advierte al mercado el banquero le reclama el cumplimiento del contrato o, en su defecto, el pago de hasta unos 112 millones de euros.

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