Los altos precios de la energía han llevado a las comercializadoras a una competencia feroz para captar clientes y han surgido nuevos modelos de negocio que hace apenas un par de años eran difíciles de imaginar. Un usuario puede contratar ahora desde baterías y monederos virtuales, suscripciones de placas solares -como si de un plan de Netflix se tratara- hasta disfrutar de un suministro que proviene de plantas fotovoltaicas instaladas en Murcia y viviendo en Barcelona.
Una de las últimas modas que está cambiando el paradigma de la energía solar es el modelo de batería virtual para el almacenaje del excedente de electricidad que no se consume. Esta es una buena opción si no se dispone del espacio físico del dinero para hacer la inversión inicial que supone una instalación fotovoltaica. Una de las últimas compañías en lanzarse a la conquista de este nicho de mercado ha sido SolarMente.
La 'cleantech' creada en Barcelona en 2020, que hasta ahora basaba su modelo de negocio en el autoconsumo fotovoltaico bajo una suscripción mensual (desde 49 euros), se convierte en comercializadora para optimizar su oferta de valor y el ahorro del cliente. Con este servicio de batería virtual el usuario puede acumular la energía generada hasta reducir el consumo de su factura de la luz a cero euros o gastarla en otra vivienda o local.
El dinero acumulado se descuenta de la factura sin límites
En concreto, el sistema funciona de la siguiente manera: las placas fotovoltaicas instaladas en su hogar o empresa producen electricidad que se consume en el propio inmueble, y el excedente se vierte a la red eléctrica. Este excedente se convierte en euros según las tarifas eléctricas vigentes y se almacena en la batería virtual del cliente durante un año. El dinero acumulado se descuenta de la factura mensual de electricidad sin límites. La compensación se hace sobre la parte del consumo de la factura, aunque SolarMente también ofrece descuentos adicionales sobre los impuestos aplicables en función de la tarifa contratada.
Además, el saldo energético almacenado en la batería virtual también puede usarse para compensar la factura de un segundo inmueble, aunque no esté registrado a nombre del mismo titular. En el caso de los particulares puede tratarse de una segunda residencia, la vivienda de un familiar, etc. y, en el caso de una empresa, de otro local, almacén o nave industrial. El único requisito es que el inmueble también tenga contratado el suministro eléctrico con la compañía.
La firma cofundada por Wouter Draijer ha contado con el respaldo de una ronda de inversión de 50 millones de euros y espera alcanzar los 10.000 sistemas solares instalados en cinco años, potenciando modelos como el 'renting' de las placas fotovoltaicas con el fin de facilitar el acceso de los clientes a esta tecnología y ofrecer mayor flexibilidad en los pagos. Las grandes eléctricas -Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol- también están haciendo una apuesta fuerte por las baterías virtuales.
Asimismo, otra alternativa para no pagar nada por la factura de la luz es el monedero virtual. Octopus Energy ha puesto sobre la mesa una posible solución para todos aquellos que disponen de placas solares y que no pueden hacer nada con su energía sobrante. Ha creado una solución llamada 'Octopus Solar Wallet' con la que sus clientes pueden almacenar los excedentes de energía generados por sus placas solares y luego compensarlos en forma de dinero. La herramienta es gratuita y también está disponible para usuarios que ya contaban con paneles solares de antes.
Usar los excedentes cuando se quiera, sin caducidad
Los excedentes se guardan sin caducidad ni coste adicional. De esta manera, los usuarios tendrán la posibilidad de utilizarlos en meses posteriores y compartirlos con otras viviendas o puntos de suministro gestionados por la empresa. Hasta la fecha, más de 15.000 clientes se benefician de esta iniciativa en España. La energética destaca que en junio emitió aproximadamente 15.000 facturas a cero euros. El 5% de las instalaciones de autoconsumo solar en España tienen 'Octopus Solar Wallet'.
Otra modalidad que está revolucionando el sector es el autoconsumo remoto. Por ejemplo, una persona que viva en un piso en Barcelona o que regente un local comercial puede contratar sus propias placas solares instaladas en Murcia y beneficiarse de la energía que producen durante 30 años (años de vida útil de los paneles). En Comunidad Solar han diseñado un modelo de suministro eléctrico basado en el autoconsumo remoto con el objetivo de que cualquier persona pueda ser dueña de la energía procedente de fuentes renovables, independientemente de si reside en zonas con pocas horas de sol o en una vivienda no apta para instalar placas solares.
Consumo a cero euros
En este caso, el autoconsumo remoto ha sido ideado para que cualquier familia o pequeño negocio pueda cubrir el 100% de su consumo energético a cero euros con la energía verde que producen las placas solares. Pueden ahorrarse así hasta el 70% de su factura de la luz, que es el porcentaje correspondiente al concepto de coste de la energía en una factura en España. El resto corresponde a costes de peaje, distribución y costes regulados. Por otro lado, en caso de que los paneles solares del usuario de autoconsumo remoto produzcan más energía por hora de la que consume en su hogar o local, acumulará el valor del excedente a precio de mercado para poder reducir aún más sus próximos recibos.
Una familia con una factura mensual de 95 euros (65 euros por la energía + 30 euros en concepto de tasas y peajes) podría reducir el recibo a 30 euros si contrata 4 'mixes' energéticos.
