Cambios en el sector de la energía

Giro verde en el discurso y los planes de las petroleras por la emergencia climática

Las petroleras han invertido 8.000 millones en refinerías.
Las petroleras han invertido 8.000 millones en refinerías.

Las petroleras que operan en España se preparan para adaptarse al estado de Emergencia Climática declarado por el Gobierno de Pedro Sánchez a solicitud del Congreso. La declaración permitirá la aprobación de medidas urgentes y el impulso de la Ley del Clima, paralizada durante meses. Las compañías se preparan para la nueva etapa con un cambio en el discurso de oposición que mantuvieron en 2019, la entrada en el negocio renovable, la reconversión de los procesos más contaminantes -las refinerías- y el refuerzo de la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), a la que se ha incorporado la italiana ENI y en la que están ya todos los actores significativos: BP, Cepsa, Galp, Repsol, Saras Energía y Eni.

En la nueva legislatura, el sector petrolero no cambia de interlocutoras en el Gobierno. Se mantienen Teresa Ribera, ascendida a una vicepresidencia y la titular de Industria, Reyes Maroto. Son las encargadas de gestionar la transición ecológica y el ritmo de las medidas que deben llevar al país a la descarbonización total en 2050. Por eso se ha impuesto un cambio en el mensaje.

A lo largo de 2019, con el Gobierno en funciones, las petroleras agrupadas en AOP fueron muy críticas con Ribera y con Maroto. Lo fueron incluso en público, como sucedió en el 25 Aniversario de la asociación. Los planes de  Ribera, para prohibir los coches contaminantes en 2040 fueron como una descarga eléctrica en el sector petrolero y de la automoción.

Inversión en refinerías

Repsol, Cepsa y BP, las compañías propietarias de las ocho refinerías abiertas en España recordaron al Gobierno que en lo peor de la crisis, entre los años 2008 y 2013, invirtieron 6.500 millones de euros en instalaciones que son fundamentales para la actividad exportadora del país y para la supervivencia económica de zonas muy golpeadas por la crisis. La inversión en refinerías hasta la fecha ronda los 8.000 millones, según fuentes de las empresas.

Ahora el discurso es otro. La realidad ha atropellado todas las previsiones y el presidente de AOP -y de BP España- Luis Aires, ha explicado en público que el aumento internacional de emisiones de gases en 2018 del 2%, el mayor en ocho años, muestra una senda "insostenible". El cambio de discurso, impensable hasta hace poco, ha ido acompañado de un plan con el que las empresas quieren participar en el proceso de transición ecológica.

Las petroleras entran en la nueva etapa con la intención de producir en sus refinerías ecocombustibles, menos contaminantes, sustituyendo petróleo por biomasa, basura e hidrógeno. El plan, según AOP, implica una inversión por concretar "de cientos o miles de millones de euros" y su fin es rebajar en 2050 un 90% las emisiones de CO2 del sector del refino, y hasta un 80% la intensidad de las emisiones de los carburantes. Además, compromete el mantenimiento de 200.000 empleos de alta calidad, estables y bien remunerados.

Nada es gratis

Pero como siempre sucede, nada es gratis. A cambio, las empresas reclaman que respete la "neutralidad tecnológica", un marco regulador estable para invertir y lo que es también fundamental una fiscalidad que favorezca el consumo de los que denomina "ecocombustibles", especialmente dirigidos a la aviación, el transporte pesado (camiones) y el transporte marítimo. Detrás está el temor a lo que pueda recoger la futura -y temida- ley de Cambio Climático. Quieren influir y modificar cuestiones ya recogidas en el anteproyecto, como el concepto "emisiones cero" que AOP quiere transformar en "emisiones netas cero". Es algo más que un matiz técnico. Hay dinero en juego.

Los planes de las compañías se ajustan y complementan el golpe de timón que todas las petroleras están dando a su negocio. Todas han puesto la proa hacia oportunidades en las energías verdes, rompiendo récords de operaciones. A falta de cerrar datos anuales del pasado año, en los siete primeros meses de 2019, las grandes petroleras (Big Oil) firmaron cerca de 70 acuerdos de energías renovables y biocombustibles, en comparación con los 80 acuerdos de este tipo suscritos en todo 2018, según el informe BloombergNEF.

El último movimiento, según 'El Confidencial' lo protagoniza Total, que ha constituido una filial - Total Solar Iberica- para invertir en renovables. Antes que Total, ya se metieron en el sector las españolas Repsol y Cepsa, la británica BP o la portuguesa Galp. Repsol lo ha hecho con decisión con la entrada en el negocio eléctrico. El movimiento no tiene vuelta atrás. La compañía que preside Antonio Brufau ha comprado, a través de la Fundación Repsol, el 20% de GNE Finance, dedicada a conceder préstamos para mejorar la eficiencia energética de los hogares. Antes entró en la actividad de reforestación (Sylvestris) y en la movilidad sostenible (Koiki). Es el ajuste a los nuevos tiempos, marcados por la emergencia climática.

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