Más ayudas públicas

Portobello reclama 15 millones para rescatar su cadena de gimnasios Supera

La gestora presidida por Íñigo Sánchez-Asiaín llama a la puerta de Industria para que financie su participada. Ya pidió ayuda para Vivanta, la firma de catering Mediterránea y los hoteles Bluesea.

Consejo de Portobello
Una imagen del consejo de Portobello.
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Portobello, una de las grandes gestoras de capital riesgo de España, vuelve a buscar ayuda en la administración por el golpe del coronavirus a sus participadas. Tras pedir un rescate para las clínicas Vivanta y Mediterránea de Catering, la compañía presidida por Íñigo-Sánchez de Asiaín ha solicitado al fondo del Ministerio de Industria, el Fonrec (Cofides), una petición de financiación para su red de gimnasios Supera, adquiridos en 2017. La compañía de centros deportivos habría solicitado 15 millones de euros para recapitalizarse únicamente a través de préstamos participativos, según las fuentes consultadas por La Información.

Supera, que opera a través de la mercantil Sidecu SA, es propiedad de Portobello en más de un 50%, si bien un porcentaje importante del capital social se reparte entre el equipo directivo y otros accionistas minoritarios. La gestora de capital riesgo aterrizó en la compañía en 2017 para emprender una etapa de expansión y actualmente está presente en el board a través de distintas filiales (Portobello Gamma, Beta y Alfa) que ejercen como vocales. La compañía cuenta aproximadamente con 200.000 socios y más de 1.100 empleados. 

La solicitud de Portobello, una gestora que cuenta con 1.500 millones de euros en activos bajo gestión en cinco vehículos de inversión diferentes, es la cuarta que realizaría a un fondo de recapitalización del Estado habilitado tras la covid. Sus otras tres solicitudes se trasladaron al fondo de la SEPI, el Fasee, y sumaban 120 millones: las clínicas Vivanta, la compañía Mediterránea de Catering y la hotelera Bluesea. Ninguna de estas peticiones se ha aprobado a día de hoy, cuando apenas quedan dos meses para que la sociedad estatal dependiente de Hacienda pueda seguir desbloqueando este tipo de ayudas.

La petición para los gimnasios Supera es la de menor cuantía de todas. La ayuda en este caso se ha canalizado a través del Fonrec, el fondo del Ministerio de Industria que calca al de la SEPI en muchos aspectos, pero está dirigido a empresas con menores necesidades de capital (como máximo se pueden pedir 25 millones de rescate) y menor peso (ventas de entre 15 y 400 millones de euros). Su petición se dirige a un solo préstamo convertible, o sea, que se podría transformar en capital si llegado el momento no se puede amortizar.

Fuentes de la compañía trasladan que, pese a tratarse de una ayuda de último recurso, el motivo principal para acogerse a este tipo de ayuda es el carácter atractivo de los términos y condiciones de la financiación. El fondo, cuya dotación es de 1.000 millones de euros, se habilitó el pasado verano y ya ha sido aprovechado por una veintena de empresas, que han recibido cerca de 270 millones de euros en conjunto. Entre las rescatadas están Lladró (8 millones de euros), el dueño de Cafés Oquendo (13,4) e incluso la mítica discoteca Pachá (18), cuyo rescate levantó mucha polvareda y críticas.

El Fonrec se está apoyando para estas labores en un pool de asesores financieros y legales, al que también incorpora los servicios de la agencia de rating Inbonis. La empresa del Ministerio de Industria habría designado a la consultora Deloitte y al despacho de abogados Broseta para pilotar el análisis del expediente. El plazo medio para desbloquear este tipo de solicitudes acostumbra a ser de aproximadamente dos meses. Aunque los asesores se mojan al dar su opinión, la última palabra para conceder este rescate la tiene el Comité Técnico de Inversiones de Cofides.  

Golpe del coronavirus a los gimnasios

No cabe duda que los centros deportivos han sufrido los efectos de la crisis del coronavirus. La pandemia prohibió la asistencia de los clientes a los gimnasios en el primer estado de alarma y más tarde desincentivó su actividad con medidas restrictivas como el control de los horarios y los aforos, lo que se tradujo en cancelaciones y caída del número de abonados. Algunas de las medidas como el uso de la mascarilla en el interior de los centros no han sido suprimidas hasta el pasado 20 de abril.

Para ver este impacto basta con analizar los últimos números de la compañía. Supera redujo a más de la mitad su cifra de negocio en el primer año de la pandemia y la dejó en apenas 22 millones de euros. A diferencia del 2019, las cuentas se tiñeron de rojo con pérdidas de casi 7,5 millones de euros. El pasado 2021, la compañía no había vuelto a números negros y había seguido acusando la pandemia, según los últimos estados financieros presentados a finales de enero ante el Mercado Alternativo de Renta Fija.

Otra muestra es que los gimnasios Supera no son la única gran empresa de gimnasios que busca una ayuda desde la administración. La cadena de gimnasios Be One fue de las primeras en lanzar un SOS a Cofides y más tarde le siguió Altafit, del fondo español MCH. La Federación de Empresarios de Instalaciones Deportivas puso de relieve en diciembre del pasado año que el sector seguía "dañado" y que un tercio de los usuarios todavía no se había reincorporado a los gimnasios.

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