Segundo intento fallido

El rechazo de Sabadell aboca a BBVA a elevar la prima o lanzar una 'opa hostil'

La entidad catalana se compromete con los inversores a generar un exceso de capital de 2.400 millones a finales de 2025, que incluye el reparto de dividendo previsto en el periodo, tras la negativa al plan gestado en La Vela.

El consejero delegado de BBVA, Onur Genç (i) y su presidente Carlos Torres Vila.
El consejero delegado de BBVA, Onur Genç y su presidente Carlos Torres Vila.
Europa Press

El rechazo de Banco Sabadell a integrarse con BBVA plantea nuevos escenarios para Carlos Torres en su objetivo por crear el tercer mayor banco de Europa. El segundo intento en menos de cuatro años para fusionar ambas entidades, después de que el plan de 2020 fracasara por discrepancias tanto en el precio como en el reparto del control, pasa a otra fase en la que se abren varias posibilidades. Gastado el cartucho de un pacto entre ambas partes, que se ha topado este lunes con el 'no' de la firma catalana, el banco con sede en La Vela dispone de otros recursos igualmente válidos una vez conocida la postura de los de Sant Cugat del Vallès (Barcelona). 

La primera opción, la más sencilla pero no por ello la más probable, sería proponer un refuerzo de los requisitos que permitiera abrir de nuevo las conversaciones, con un aumento de la prima con respecto al 30% que proponía hace justo una semana, cuando se envió la carta para el estudio. Esto llevaría a valorar al banco muy por encima de los 12.200 millones teniendo en cuenta los datos tomados en consideración en el momento del lanzamiento de la propuesta, 11.000 millones, atendiendo a los 9,84 euros en los que cerró ayer BBVA en bolsa. La oposición a continuar en estos términos apunta a razones económicas, según se desprende del comunicado de menos de una página de extensión.

En dicho documento, el consejo de administración de Banco Sabadell deja claro que la idea de gestar un 'megabanco' billonario en activos ha sido "no solicitada, indicativa y condicional de BBVA", por lo que consideran que se está "infravalorando significativamente tanto el proyecto como las perspectivas de crecimiento en solitario". Se escudan en que como banco independiente generarán un mayor valor para los accionistas, comprometiéndose a generar un exceso de capital entre 2024 y 2025 que asciende a 2.400 millones. Dentro de esta cifra se incluye el reparto de dividendo recurrente comprometido en el periodo y para su cálculo toman como referencia los excedentes obtenidos por encima del 13% de la ratio CET1.

Tampoco ha contribuido la pérdida del 9,7% que acumula BBVA en el parqué desde que hiciera públicas sus pretensiones, retrocediendo desde los casi once euros por acción con los que coqueteaba antes de los resultados trimestrales. "La caída significativa y la volatilidad del precio de la acción en los últimos días genera una incertidumbre adicional sobre el valor de la propuesta", esgrimen. En este contexto, la segunda vía de la que disponen pasa por recurrir a una 'opa hostil', que si bien es poco habitual dentro del sector bancario, se contempla como una de las alternativas disponibles sobre la mesa. La dispersión del capital de Sabadell, que no dispone de una base accionarial fuerte que ejerza presión, allana el camino a recurrir a esta herramienta. 

La mayor parte del capital se encuentra en manos de los fondos, cuyo propósito final pasa por sacar el máximo partido a la inversión tanto a corto como a largo plazo. Según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que solo recoge aquellos accionistas que poseen más de un 3%, BlackRock se erige como el principal tenedor con un 3,6% si se incluyen los derivados financieros. Le seguiría el inversor mexicano David Guzmán Martínez, que posee un 3,49% y Dimensional Fund Advisory (3,011%). El base a los datos de 'Bloomberg', el presidente no ejecutivo, Josep Oliu, apenas ostentaría un 0,13% tras diluir su participación a lo largo del tiempo. 

Esta fórmula prácticamente en desuso desde hace años, no libra a BBVA de mejorar la oferta por encima del citado 30%. Cabe recordar que el punto de partida de Sabadell es diferente al de hace cuatro años, con un negocio más saneado y eficiente con respecto a ese momento, marcado por los efectos de la pandemia de Covid y los quebraderos de cabeza de su filial británica, TSB. Aunque la rentabilidad todavía no cubre el coste de capital, el consejero delegado, César González-Bueno ya anticipó la previsión de superar este 2024 el récord de ganancias de 1.332 millones contabilizado en 2023. 

En medio de la sensación de decepción que impera en BBVA, desde el que fuentes cercanas aseguran que "lamentan" la negativa a aceptar una oferta "tan atractiva" como la expuesta el pasado 30 de abril, la tercera carta sería enterrar este capítulo y pasar página. Sin embargo, esto no dejaría a Torres en la mejor de las situaciones tras dos fracasos a sus espaldas a la hora de cerrar la operación, que ha contado con el apoyo de una gran parte de los analistas. Entre los argumentos esbozados por los expertos destacan una reducción del peso dentro de la cuenta de resultados de las economías emergentes, en aras de una mayor representación de España, mercado que competiría directamente con México, su principal motor, pero también de Reino Unido, reequilibrando su negocio hacia países menos expuestos al efecto divisa. 

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