Plusvalías en bolsa

La visión de González-Bueno con Sabadell suma un 130% con su segundo 'no' a BBVA

El primer ejecutivo fue clave en convencer a Oliu para que descarrilase el primer intento de fusión de ambos bancos en 2020 y defendió, como ahora, el potencial en solitario: él mismo ha duplicado con creces lo invertido.

El CEO de Banco Sabadell, César González-Bueno.
El CEO de Banco Sabadell, César González-Bueno.
Europa Press

El primer ejecutivo de César González-Bueno se ha ganado el mando en plaza en Banco Sabadell después de tres años en lo que ha multiplicado el valor del banco. Él mismo acumula una plusvalía latente del 130% en bolsa por sus acciones en la entidad. Más de la mitad de ellas las compró él mismo por su cuenta y riesgo al poco de tomar las riendas del grupo en 2021, cuando la visibilidad de la firma en solitario todavía estaba en duda. El resto han sido compras sistemáticas en bolsa bajo el mandado para reinvertir parte su retribución fija como CEO.  

Ahora tiene premio en forma de plusvalías y réditos dentro de Sabadell. En total, el banquero acumula algo menos del 0,02% del la entidad tras una inversión valorada en 1,12 millones de euros (1,36 millones de títulos) a un precio medio de 0,82 euros, según los datos obtenidos por 'La Información'. Esa participación está valorada en más de 2,5 millones de euros a los precios de cierre del 6 de mayo, lo que supone una ganancia sin realizar del 130%. Sabadell se ha disparado un 500% en bolsa desde el nombramiento de Bueno en diciembre de 2020.

La convicción de González-Bueno en la marcha de Sabadell le ha permitido ganar en autoridad al frente del banco. Esta vez no ha necesitado los 11 días de 2020 para convencer al presidente Josep Oliu y al consejo de administración de su hoja de ruta y la conveniencia de rechazar a BBVA. Solo han pasado 6 días esta vez desde que Sabadell firmó el acuse de recibo de la carta oferta de su rival y ha logrado un respaldo inequívoco del órgano de gobierno: "El Consejo confía plenamente en la estrategia de crecimiento de Banco Sabadell y en sus objetivos financieros, y es de la opinión de que la estrategia como entidad independiente generará un mayor valor para sus accionistas", escribió el lunes a media tarde en una nota a la CNMV.

El valedor de TSB 

Aunque oficialmente fue nominado para consejero delegado el 17 de diciembre de 2020 como relevo de Jaime Guardiola, y no asumió plenos poderes hasta marzo de 2021, González-Bueno estaba en nómina del Sabadell desde varios meses antes (marzo de 2020), cuando Oliu le fichó como consejero para el TSB británico para, entre otras cosas, valorar con detalle la crisis que vivía con esa entidad por la que se había pagado alrededor de 2.400 millones de euros en 2015.

Hasta la pandemia, la franquicia británica había sido el principal quebradero de cabeza del banco español, que pagó 2.500 millones de euros en 2015 a Lloyds Bank por esa unidad. Sin embargo, los graves problemas que ocasionó la migración de la plataforma tecnológica de TSB al entorno del Sabadell entre 2018 y 2019 provocaron un impacto en sus cuentas que el banco cifró en casi 400 millones de euros

El fiasco británico degeneró en una crisis de reputación, multas del regulador, inestabilidad bursátil y hasta el sacrificio del bonus de la cúpula directiva por aquellos hechos. Sabadell llegó a cotizar por debajo de 0,25 euros por acción en bolsa, apenas 1.400 millones de euros por el 100% y con un descuento sobre el valor en libros cercano a la liquidación. En noviembre de 2020, BBVA y Sabadell entablaron negociaciones para una fusión en acciones que no llegó a buen puerto, entre otras cosas, porque se planteaba la venta del TSB y porque el banco comprador tenía otros planes con el exceso de capital de la venta de BBVA USA (9.700 millones)

Durante los meses previos a es, algunas casas de análisis tasaron la filial entre 350 y 800 millones de euros, pero González-Bueno vio al grupo británico con otros ojos y aconsejó mantenerlo en cartera, además de recomendar que el no al acercamiento de BBVA porque valoraba al conjunto de Sabadell en apenas 2.500 millones de euros. Tres semanas después, el consejo cambió a su primer ejecutivo y el propio Oliu renunció a sus funciones ejecutivas. Como hoy, en la Junta de Accionistas de 2021, el presidente zanjó el tema: "Se exploró la posibilidad de una fusión que se desestimó por razones económicas y de oportunidad".

Vínculos con Torres en el pasado

Cuatro años después de la primera oferta de fusión de BBVA, González-Bueno ha vuelto a recomendar el 'no' al consejo de administración este vez como el primer ejecutivo del banco. Sabadell ha tildado como hostil ("no solicitado, indicativa y condicional") el acercamiento de su rival pese a que ha puesto sobre la mesa una contraprestación valorada en 12.000 millones de euros, aunque con un pago en acciones que Sabadell considera que "infravalora" al banco.

Con 40 años de carrera como banquero, el actual primer ejecutivo de Sabadell es un experto en reestructuraciones y digitalización de la banca. González-Bueno inició su carrera como analista de Citibank, The Boston Consulting Group y antecedió a Carlos Torres Vila en la consultora Mckinsey hasta que fichó por Argentaria (BBVA), presidida por Francisco González, como responsable de canales alternativo del banco antes de la fusión con BBV. En 1998 se incorporó a ING en España desde donde lideró la expansión del banco naranja a millones de clientes. En 2009 fue ascendido a responsable del banco holandés de banca mayorista y minorista.

En 2011, tras su salida de ING, el FROB eligió a González-Bueno para liderar el banco nacionalizado Novacaixa Galicia junto al ex CEO de Inditex, José María Castellano, un movimiento similar al que realizó posteriormente con José Ignacio Goirigolzarri para liderar Bankia (Caja Madrid-Bancaja) después de rescatarla con dinero público. En la antigua caja gallega lideró su saneamiento hasta su venta a Abanca. Allí lanzó EvoBanco, neobanco que vendió a Apollo y este a su vez a Bankinter años después. Tras su paso por el Gulf Bank kuwaití, Bueno regresó a ING y finalmente volvió a la primera línea bancaria para resucitar al Sabadell.

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