Pide la nulidad del proceso

OHLA impugna el 'megacontrato' de Renfe y Acciona para mantener la flota

La cotizada española de los hermanos Amodio considera que su rival se presentó a este concurso con "precios ilusorios", lo que provocó que su propuesta quedara arrinconada y se favoreciese a Clece (ACS).

Luis Amodio, presidente de OHLA, y José Antonio Fernández Gallar, CEO de OHLA
Luis Amodio, presidente de OHLA, y José Antonio Fernández Gallar, CEO de OHLA
OHLA

OHLA pasa al ataque tras quedarse fuera del contrato de 234 millones de Renfe para el mantenimiento y la limpieza de todos sus trenes -incluyendo también las oficinas del grupo y todos los edificios de su propiedad- durante los tres próximos años. A través de su división de facility management, Ingesa, la cotizada española de los hermanos Amodio ha llevado ante los tribunales administrativos la resolución del contrato, que se adjudicó el pasado mes de junio a Acciona y también a Clece (ACS), aunque en menor medida teniendo en cuenta el número de lotes a repartir y su perímetro. El primer asalto se ha zanjado con un fallo desfavorable a sus pretensiones. 

La constructora española considera que la adjudicación debía ser anulada porque Acciona se presentó con "precios ilusorios", según consta en la documentación consultada. La maniobra de Acciona, a ojos de OHLA, perseguía obtener la máxima puntuación y terminó deformando así los criterios que regían los pliegos de la licitación. Con la mejor relación calidad-precio en términos globales y la fórmula establecida, Acciona se llevó los dos lotes de mayor valor. Esos lotes (2 y 4) no fueron los mismos por los que se presentó (1, 2 y 4), por lo que terminó alterando la lista de clasificación y arrinconando a OHLA en la oferta que deseaba.

Todo radica en que la compañía de los Amodio no estaba interesada en los cuatro lotes del contrato de Renfe, sino en uno solo, el primero, cuyo valor era de 60 millones de euros e incluía los servicios de limpieza y mantenimiento en las regiones del norte (Galicia, Principado de Asturias, Cantabria, País Vasco, Comunidad Foral de Navarra, La Rioja, Aragón y Castilla y León). Para ese lote, OHLA había quedado como mejor posicionada a título individual, pero los criterios utilizados provocaron que Clece, de ACS, pasara de segunda posición a primera, quedando finalmente a la cotizada española fuera de este concurso.  

Para paralizar el proceso y darle la vuelta, OHLA esgrimió que no se habían garantizado las condiciones de competencia efectiva entre los operadores y se había privilegiado a Acciona y Clece. De algún modo, la historia se repite, pues en 2016 fue la filial de ACS, junto a otra firma de menor tamaño, Garbialdi, quienes pidieron que se revisara este contrato tras haber quedado fuera. 

Renfe, por su parte, trasladó ante los tribunales administrativos que la adjudicación del contrato durante este verano no ha tenido incidencia negativa en las condiciones de competencia efectiva ni tampoco ha privilegiado a ningún operador económico. El acuerdo, añaden desde el operador ferroviario, está suficientemente motivado y en ningún momento se ha producido una situación de "indefensión" de OHLA.

Agotada la vía administrativa, OHLA estudia la vía del contencioso para revertir la adjudicación del contrato

Atendidas todas las partes, el tribunal administrativo acordó el pasado 2 de septiembre zanjar la disputa desestimando las pretensiones de OHLA, aunque sin imponerle ninguna multa porque no había mostrado "mala fe o temeridad en la interposición de la reclamación". Este fallo pone fin a la vía administrativa, pero abre la puerta al contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional en un plazo de dos meses, es decir, hasta el próximo mes de noviembre. Desde la compañía explican a La Información que esta última opción está "bajo análisis".

Un contrato millonario

El contrato impugnado por OHLA es el de mayor envergadura de Renfe, por encima, incluso, de otras grandes adjudicaciones que están en marcha, como la de los servicios de seguridad y vigilancia (219 millones de euros), el de ciberseguridad o el de la instalación de wifi en los trenes AVE. Al margen del lote norte que ha querido disputar OHLA, el resto de demarcaciones en las que se dividen estos servicios son la zona sur y la de las comunidades de Cataluña y Madrid. En este último caso, también se incluyen las provincias de Ávila, Soria y Guadalajara. El marco temporal del acuerdo es de tres años, si bien se incluye la posibilidad de extenderse otros 12 meses.

Este contrato siempre ha tenido en vilo a los sindicatos. En esta ocasión, UGT valoró las condiciones impuestas como "suficientes" para la realización de los servicios requeridos y, sobre todo, para "el mantenimiento del empleo", dado que "este contrato es el de mayor relevancia en el ámbito de las Contratas Ferroviarias, tanto desde el punto de vista económico como por el volumen de plantilla". Con todo, advirtieron que estarían "vigilantes" para que las licitaciones que hagan las empresas cubran la masa salarial de todos los trabajadores, así como los incrementos que se pacten en el convenio colectivo que se estaba negociando.

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