Entrevista a Eddie Wilson, CEO de Ryanair

"El coste de la energía subirá las tarifas, pero no es el fin de los vuelos baratos"

Asume que la inflación tenderá a incrementar el precio medio del billete en los próximos años por el alza del queroseno, pero que la compañía se reforzará. Duda que los trenes pueden sustituir al avión en Europa.

Eddie Wilson - Ryanair
"El coste de la energía subirá las tarifas, pero no es el fin de los billetes baratos"
Ryanair

La pandemia ha cambiado muchas cosas en Ryanair. La aerolínea irlandesa, líder en España en número de vuelos, ha conseguido batir sus propios récords de pasajeros transportados en enero y febrero en toda Europa, y aspira a alcanzar la cifra de 168 millones de viajeros a cierre de 2023. Pero la cosa no se queda ahí, porque su flota actual, compuesta por 517 aviones, crecerá con otros 132 Boeing 737 con los que espera alcanzar los 225 millones de clientes en 2026, algunos de los cuales se destinarán a sus bases en los aeropuertos españoles. 

Eddie Wilson, CEO de la aerolínea, en una entrevista con La Información tras firmar el primer convenio colectivo que mejora las condiciones laborales de sus pilotos y anunciar que antes de final de año rubricará el que afecta a los tripulantes de cabina (TCP), explica cómo la subida de costes, especialmente los relacionados con el queroseno, afectarán inevitablemente a la política comercial de Ryanair: "hay una tendencia natural a que suban las tarifas, por la energía y por la capacidad, pero no es el fin de los precios bajos", declara. 

Porque la 'tormenta perfecta' de factores que han condicionado a las principales economías europeas sigue arreciando, pese a que algunas cuestiones comiencen a relajarse. Es el caso, por ejemplo, del precio de la energía, que para una aerolínea forma parte de uno de sus grandes retos financieros. Wilson explica que Ryanair tiene cubierto el 80% de su combustible a un precio fijo de 65 dólares hasta el próximo 1 de abril, cuando las nuevas coberturas fijarán un precio de 90 dólares y se reducen al 60% del volumen.

"Esto es casi un 30% de aumento, y eso tendrá que reflejarse en algunos casos con tarifas más altas". A la inflación energética hay que sumar la dinámica inflacionaria del resto de costes, la lenta recuperación de la actividad aérea y los problemas de capacidad vinculados con las huelgas de los controladores aéreos en Francia. 

Preguntado por si estas condiciones suponen el fin de los vuelos 'low cost', Wilson niega rotundamente que vayan a desaparecer. "Cuando hay menos de algo, generalmente cuesta más. Habrá menos tarifas de 9,99 euros, pero dado que somos el operador de más bajo coste, no supondrá un gran cambio para los clientes", asegura. 

El ejecutivo apunta a la capacidad de control del tráfico aéreo como otro gran desafío este año para el sector. "Tuvimos muchas huelgas el año pasado y necesitamos que se arregle. El control es el factor que más contribuye a la falta de capacidad. Si hay una huelga en Francia y viene un avión de Inglaterra a Francia, no puede cruzar el espacio aéreo francés. Eso hay que arreglarlo". 

Subirá la tarifa media y habrá menos promociones

Antes de la pandemia, la tarifa media de Ryanair rondaba los 40 euros. "Si eso aumenta 5 euros en los próximos tres o cuatro años, significa que habrá menos tarifas promocionales, pero también que más personas viajarán con nosotros, porque los precios de nuestros competidores han subido aún más". Wilson considera que la rápida recuperación de la actividad aérea tras la pandemia ha cambiado la forma en la que los distintos gobiernos en España miraban a la compañía.

"Éramos un poco invisibles. Estábamos escondidos a simple vista. Éramos la aerolínea número uno en España, pero se dieron cuenta que somos nosotros los que proporcionamos la conectividad. No sólo para el turismo tradicional, que es importante, sino también en las regiones, porque traemos gente todo el año. Los turistas están empezando a descubrir lugares más allá de las grandes ciudades, que también son importantes desde un punto de vista de la conectividad empresarial". 

El turismo aéreo, clave para la economía española

Por estas razones, considera que Ryanair está desempeñando "un papel vital en la economía española", a la que contribuye el equivalente del 1,1% del PIB, según sus cálculos. Tras definir su relación con los distintos gobiernos españoles como "muy buena", cifra en 1.000 vuelos diarios los que llegarán este verano a la península y los archipiélagos en aviones de su aerolínea, "y lo que es más importante, los estamos poniendo en las regiones, algo que realmente ayuda a España a tener un producto turístico diverso durante todo el año". 

Preguntado por la propuesta de eliminar los vuelos cortos que tengan al tren como alternativa, de la que el gobierno español se ha desmarcado por el momento, considera que es un error, ya que "la gente no va a coger un tren de Ámsterdam a Madrid por negocios" y que afectaría especialmente a las economías de España, Portugal o Grecia. "El 14% del PIB español es generado por el turismo, y eso es una industria en sí misma. Que Alemania no tenga una industria turística hace pensar que la medida es discrecional. ¿Por qué no dejan de fabricar automóviles?", se cuestiona. 

"Los aviones realizan un servicio esencial, mueven a la gente, hacen lo que se supone que debemos hacer en la Unión Europea, que fomentar la libre circulación de personas haciendo que los mercados laborales funcionen. Miren el español, la gente viaja ahora por toda Europa para trabajar, y vuelven a casa sin tener que mudarse durante seis meses o un año. Esta idea de deshacerse de los vuelos es como tratar de prohibir. Es la forma en la que vivimos, tenemos que encontrar una solución diferente", concluye. 

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