Banco Sabadell aprovecha las plusvalías que le ha generado la venta de Solvia y rebaja hasta cero el valor de su participación del 6,6% en la Sociedad de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Con este movimiento, el banco catalán sigue los pasos del Fondo Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y se adelanta a otras entidades como Banco Santander y CaixaBank, que también están en el capital del conocido como 'banco malo' y que, tarde o temprano, tendrán que reconocer nuevos deterioros en su exposición a esta sociedad.
Como ya hiciera el FROB, que en 2018 elevó el deterioro de su inversión total en Sareb (2.192 millones entre capital y deuda subordinada) hasta el 92%, el banco que preside Josep Oliu informa en sus cuentas del primer semestre que ha llevado a cero el valor de su inversión en el capital de Sareb y ha aplicado nuevos ajustes en el valor de su deuda subordinada. Esto supone un quebranto total para el banco de 51,3 millones de euros que se compensa de sobra con los 135 millones en plusvalías por la venta de Solvia a Intrum.
Lo cierto es que hace un año y medio Banco Sabadell estaba a la cola del sector en cuanto a provisiones por Sareb, pero tras los ajustes realizados en los últimos 18 meses, la exposición del banco catalán es de apenas 27 millones de euros, lo que supone que ya ha reconocido un deterioro del 91,6% sobre su inversión inicial de 323 millones de euros. Este nivel de cobertura está en línea con el del organismo que preside Jaime Ponce, que marca la línea de actuación al conjunto del sector.
Sabadell ya había igualado su nivel de cobertura en la Sareb al de otras entidades como CaixaBank o Bankinter al cierre de 2018, pero ahora ha decidido adelantarse al resto e ir un paso más allá, aprovechando los ingresos 'extra' de Solvia. "Nosotros ya hemos hecho los deberes", dice un directivo del banco catalán, que mantiene su sede en Alicante desde el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Santander, el más rezagado
Por lo tanto, uno de los bancos que ahora se encuentra más rezagado en cuanto a la cobertura en Sareb es Banco Santander, que según un informe de JP Morgan del verano pasado solo tiene provisionado el 50% de su inversión total de 1.070 millones de euros en el banco malo. Esto supone que la entidad que preside Ana Botín -que no ha comunicado un deterioro específico por Sareb en los últimos 12 meses- debería provisionar unos 450 millones de euros más para igualar su nivel de cobertura al del FROB y al de Sabadell.
Siempre según los datos de este informe, a CaixaBank, que hizo una dotación de 154 millones en 2017 para elevar su cobertura al 70%, ahora le quedarían por provisionar alrededor de 131 millones de euros para equipararse a Sabadell y al FROB, mientras que a Bankinter, que tenía unos niveles de cobertura del 78%, le faltarían otros diez millones de euros.
La Sareb nació en 2012 como un instrumento para agilizar el desagüe del ladrillo tóxico de los bancos. Su capital es al 45,9% de titularidad pública (Frob), mientras que Santander posee un 22,2%, CaixaBank un 12,2%, Sabadell un 6,6%, KutxaBank un 2,5% y Bankinter un 1,4%, entre otros. Fue a este vehículo donde las entidades transfirieron buena parte de sus activos ligados al sector inmobiliario y el objetivo es que la desinversión se complete en 2027, aunque Ponce abrió recientemente la puerta a prorrogar esta fecha. En 2018 tuvo pérdidas de 878 millones de euros.
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