Banco Santander pone cifras a su nuevo fondo para invertir en compañías tecnológicas centradas en la transición energética. La entidad presidida por Ana Botín ha lanzado finalmente el folleto para el vehículo que gestionará junto con la plataforma público-privada europea de inversión EIT Innoenergy. En total pretende levantar 125 millones de euros de entre sus clientes de banca privada. Se centrará fundamentalmente en el continente europeo y en compañías en fases muy iniciales. Esta nueva iniciativa se suma a la que lidera la gestora española Seaya Ventures de 300 millones (Andromeda) junto al nuevo fondo de fondos del ICO.
El fondo, cuyo folleto ha sido elaborado con el asesoramiento del bufete Pérez-Llorca, se lanza ahora y tiene año y medio de periodo de recaudación del capital. El objetivo es alcanzar esos 125 millones de euros. En un principio, el plan pasaba por que el propio Banco Santander tuviera un papel relevante como inversor en el propio fondo. La entidad bancaria ya había creado previamente dos gestoras especializadas en clima, para este fin y para la que habían reclutado a Santiago Gil y Gil, que hasta el pasado verano era el responsable del brazo inversor en startups de Enagás.
Se centrará en lo que se conoce como 'fase semilla' y 'early stage', es decir, en compañías con rondas de un máximo de decenas de millones de euros. Deberán estar centradas en áreas de transición energética, energías renovables, almacenamiento, red eléctrica inteligente, tecnología aplicada a ciudades y edificios sostenibles, eficiencia, energía para el transporte y la movilidad y economía circular. No se podrá superar el 10% del tamaño del fondo en una sola compañía.
Este fondo se lanza de la mano de EIT Innoenergy, la plataforma público-privada europea que respalda, entre otras tareas, a muchas startups y tecnológicas europeas dedicadas a la tecnología climática. Según queda reflejado en el folleto presentado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores, firma un contrato de asesoramiento con Innoenergy para "la originación, el examen y la selección de oportunidades de inversión". En concreto, el objetivo inicial es invertir y coinvertir en firmas ya respaldadas por EIT y que estén en su portfolio.
Dada la importancia que van a cobrar en los próximos años este tipo de tecnologías, en España han surgido otras iniciativas inversoras para respaldar a este tipo de compañías en el futuro. Seaya ejecutó hace varias semanas un segundo cierre de Andromeda, su vehículo para economía verde junto al fondo de fondos estatal Next Tech (lanzado por el Instituto de Crédito Oficial a través de los fondos europeos). En total ya ha levantado 195 millones de euros y cuenta con el apoyo de Iberdrola y Nortia Capital como accionistas relevantes. Además Enagás se ha aliado con Alantra y ha captado 210 millones para su proyecto Klima.
Además de Mouro Capital, su brazo inversor independiente especializado en el sector fintech con 400 millones de dólares de activos bajo gestión, Banco Santander acaba de anunciar también su apuesta por la inversión en el sector de la ciberseguridad. Se ha aliado con ForgePoint, uno de los mayores fondos de capital riesgo especializado en la rama, para invertir hasta 300 millones de euros en tres iniciativas: la creación de una nueva gestora para invertir en Europa y Latinoamérica; la participación en el próximo fondo estadounidense de la firma y la puesta en marcha de un programa para potenciales inversiones conjuntas.
Otros fondos
El ecosistema inversor español se ha ido especializando durante los últimos años. Y en el último ejercicio se han ido lanzando vehículos que atacan verticales muy concretos. A finales de la pasada semana, Cardumen Capital, la gestora española-israelí, puso en marcha una nueva iniciativa con un objetivo de recaudación de 100 millones (y un tope de 200). Pretenden centrarse en compañías tecnológicas principalmente especializadas en el sector deportivo. Su primer fondo ya fue respaldado por firmas del Ibex 35 como Repsol o Sabadell.
Tras la vuelta del verano, donde también hubo más rearme de gestoras, el ritmo de lanzamientos de fondos para compañías tecnológicas no se ha frenado. GoHub Ventures, el brazo inversor de Global Omnium (Aguas de Valencia), busca recaudar 60 millones, mientras que Alantra anunció el vehículo 33N para impulsar compañías en la ciberseguridad con una dotación de 150 millones y un primer cierre de 20. Todos estos movimientos se producen en un momento en el que el dinero se ha vuelto más cauteloso y exigente en este ecosistema, con un cierto parón en la inversión en los dos últimos trimestres.
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