Siemens Gamesa cancela su plan para construir la que iba a ser su primera fábrica de palas para turbinas eólicas marinas (offshore) en Estados Unidos en la que pretendía invertir unos 200 millones de dólares (unos 177 millones de euros), pero finalmente han decidido suspender los planes para construir y operar la planta "al no poder cumplirse los hitos de desarrollo para establecer la instalación", según han informado fuentes consultadas por 'Europa Press'.
El proyecto, que había sido anunciado hace dos años, iba a ser levantado en la terminal marítima de Portsmouth en Virginia. La operación estaba muy vinculada al pedido del fabricante para el suministro de los aerogeneradores del macroproyecto Coastal Virginia de Dominion Energy, con 2,64 gigavatios (GW) de potencia. La planta de palas era el primer paso para convertir la terminal de Portsmouth en un hub de energía eólica marítima.
Además, Siemens Gamesa consideraba analizar opciones para ampliar la fábrica en un futuro si conseguía nuevos proyectos en Virginia. El sector de la eólica marina está sufriendo un fuerte impacto por el aumento de los costes, la inflación y los retrasos con los proveedores, lo que pone contra las cuerdas varios proyectos en Estados Unidos.
De hecho, la danesa Orsted anunció recientemente el cese del desarrollo de dos proyectos de eólica marina, los de Ocean Wind 1 y 2, en aguas de Nueva Jersey. También Avangrid, filial de Iberdrola, rescindió el acuerto de compra de energía (PPA por sus siglas en inglés) para su proyecto de eólica marina Park City Wind, al considerar que las condiciones pactadas no garantizaban la viabilidad económica del proyecto.
Anteriormente, Iberdrola también había rescindido un contrato de compraventa de energía vinculado a su proyecto de eólica marina Commonwealth Wind, de 1.200 (MW) por las mismas razones de una difícil viabilidad económica en las condiciones.
Este lunes su matriz rebota en bolsa y se dispara más de un 5%, hasta los 9,8 euros por acción en mitad de la volatilidad en la que está inmersa desde que trascendió que estaba en conversaciones para solicitar un aval al Estado alemán. Tras el hundimiento del 35% en bolsa hace tres semanas, la compañía ha intentado reponerse del golpe y cotiza sólo un 7,2% por debajo de los niveles registrados antes del golpe.
