Resolución en junio

Los fondos piden permiso para entrar en Siro pese a no pactar con la plantilla

DK, que prepara su oferta junto a Afendis, solicita las autorizaciones pertinentes para tomar el control efectivo de la compañía. Los actuales propietarios todavía negocian esta semana el plan de competitividad.

El presidente de Cerealto Siro, José Manuel González Serna, y el consejero delegado del grupo, Luis Ángel López
El presidente de Cerealto Siro, José Manuel González Serna, y el consejero delegado del grupo, Luis Ángel López
EFE

La entrada de los dos grandes inversores internacionales en el grupo galletero Siro, DK y Afendis, avanza a paso cambiado. Pese a que ambos fondos prometieron supeditar su entrada a la aprobación previa de un plan de competitividad de todas las unidades productivas de la empresa, esta semana se ha iniciado la última solicitud administrativa relevante y necesaria: la de los servicios de Competencia. Con esta decisión y la posibilidad de que el expediente se resuelva en un proceso simplificado, la compañía ya solo espera a que la cuenta atrás se agote para dar por finalizada su reestructuración.

El ajuste a negociar con la plantilla no está cerrado por completo. Las fuentes consultadas recuerdan que esta semana están previstas distintas reuniones entre las partes implicadas (comité de empresa, representantes de la compañía y de los fondos). Una de estas reuniones se dará en la planta Central de Baños 1, en Palencia, donde todavía no se ha votado el denominado plan de competitividad. La propuesta ya ha sido aceptada en algunas plantas, pero rechazado en otras. Desde la compañía seguían defendiendo hace semanas que "el proceso sigue abierto". 

El papel de Competencia es un trámite necesario y fundamental. De hecho, el plácet de la CNMC condicionó en noviembre el proceso de venta de Siro, al espantar a uno de los postores que quiso pujar por la compañía durante el proceso. Fue otro grupo industrial, Gullón, quien vio con buenos ojos la operación y terminó retirando su propuesta porque veía muy difícil que la administración aprobase la integración de ambas compañías sin exigir descartes regulatorios. Al estudiar la situación en profundidad se detectaron "previsibles restricciones de competencia en el mercado de la galleta dulce en España", según reconocieron en un comunicado.

La previsión es que no suceda lo mismo con los fondos internacionales. El estadounidense DK, que encabeza la solicitud ante Competencia para tener un "control exclusivo", y el turco Afendis tienen un perfil financiero y ninguna participada en España que suscite problemas de concentración en el mercado al unir sus activos a los de Grupo Siro. Igualmente, el expediente tiene que pasar el plácet de los servicios de la CNMC al superar el umbral de ingresos que marca la Ley de Defensa de la Competencia (artículo 8.1 b). En cambio, la CNMC entiende que no se trata de una concentración que alcance una cuota de mercado relevante (8.1 a). 

Competencia ya condicionó la puja del grupo Gullón por Siro en mitad del proceso de venta por "previsibles restricciones"

A partir de la entrada de comunicación en los servicios de Competencia, los supervisores del expediente tienen como máximo 30 días para pronunciarse, por lo que la resolución está prevista para verano. En el caso de tratarse de un expediente simplificado, el que más se ajusta a este expediente, el supervisor procede a dar luz verde poco después, con o sin compromisos. Es la fórmula empleada más común, aunque Competencia también recurre en determinadas ocasiones a investigaciones en profundidad, como recientemente ha hecho con la compra de Alquibalat por parte de Algeco

Un proceso lleno de giros

El futuro de la propiedad de Siro ha estado lleno de giros desde que la pandemia agravó una situación ya delicada desde antes de 2020. La compañía anunció en un primer momento la búsqueda de un socio industrial, mientras que en paralelo buscaba un rescate de manos del fondo de solvencia de la SEPI. Este último proceso, tutelado desde la consultora Grant Thornton y el despacho de abogados Broseta, arrancó hace ya casi un año y todavía no se ha desbloqueado a falta de un mes para que venza la posibilidad de recibir esta ayuda. 

Esa falta de certidumbre ha obligado a la compañía a centrarse en la opción de un compañero de viaje, que tampoco ha estado exenta de cambios. A la mencionada posibilidad de Gullón se sumó la de otro socio industrial, Biscuit International, cuyo propietario es el fondo de capital riesgo Plantinum. Pese a que la operación se daba por hecha y contaba con el plácet de Mercadona, cliente clave de Siro -supone aproximadamente la mitad de las ventas del grupo-, la opción descarriló en el último momento. 

Todas las negativas empujaron a la compañía a explorar la venta de su mayoría accionarial a fondos de distressed que acostumbran a entrar en empresas en apuros. Este nuevo y último acuerdo deja a Manuel González Serna, presidente de la compañía, en el mismo cargo que mantiene hasta el momento. Serna también permanecerá como accionista, pero se diluirá (retendrá un 25% del capital social) tras la inyección dineraria de los nuevos socios internacionales (180 millones de euros, aproximadamente).

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