Telefónica prepara su convenio bajo la sombra de un nuevo plan de jubilaciones

  • Los sindicatos reconocen que el interés de los trabajadores ante un nuevo plan de salidas es alto, aunque la compañía aún no ha desvelado sus planes.
José María Álvarez Pallete Telefónica horizontal
José María Álvarez Pallete Telefónica horizontal
EFE

Telefónica arranca una negociación clave con los sindicatos en España para lograr un nuevo convenio colectivo, que afectará a sus 25.000 empleados en el país. Y lo hace con las organizaciones y la plantilla en guardia ante la posibilidad de que se dé luz verde a un nuevo plan de prejubilaciones, tras el que concluyó en 2018 y acarreó 6.300 salidas. La compañía no ha mostrado aún sus cartas.

Las elecciones sindicales eran el paso previo. Telefónica había pactado con los representantes de su plantilla que no había movimiento alguno hasta que no se eligiera el nuevo comité. Tras la victoria de UGT, esta semana arrancarán los contactos previos para la negociación del nuevo convenio. Llega en un momento delicado para la compañía (y para el sector), con una fuerte presión en el mercado y la losa de la deuda.

Esta negociación tiene un protagonista de tres letras: PSI. Se trata del plan de prejubilaciones que arrancó en 2016, tras la negociación del convenio anterior. Según reconocen desde los dos principales sindicatos del comité a La Información, hay un enorme interés entre los empleados de más edad de la plantilla en España ante la posible aprobación de un nuevo paquete de salidas.

"No hay día que no recibamos más de una decena de peticiones de información", admite Jesús González, miembro del comité de empresa por CCOO. Sin embargo, no hay ninguna certeza de que la teleco vaya a dar luz verde. Recuerda que, al menos este año, no hay dinero provisionado 'ad hoc' para cubrir estas salidas.

Desde la operadora no quieren posicionarse. Fuentes oficiales aseguran que, al menos por ahora, no está sobre la mesa y recuerdan que los plazos "son los que son" y sería difícil que si, finalmente, se planteara una medida así, se implantara este año. Aún así, desde UGT recuerdan que en 2015 se propuso ese PSI a mitad de la negociación. 

Hoy, según explica José Ramón Sánchez Martín, representante de UGT en el comité, estarían afectados más de 2.000 empleados mayores de 53 años sólo en este ejercicio. Habría que sumar los que irían cumpliendo esa edad durante los siguientes años. El anterior plan supuso la salida de 6.300 personas en tres años.

Ese proceso incrementó un problema que la compañía lleva sufriendo desde hace años: la distribución geográfica de su equipo, con desequilibrios especialmente en zonas de menor actividad y localidades pequeñas. Así lo aseguran los sindicatos. "La movilidad geográfica lleva encima de la mesa desde hace 10 convenios", admiten en CCOO. Sánchez Martín (UGT) recuerda que en en el pasado se aplicó algún traslado obligado a capitales de provincia. "En esta negociación del convenio va a ser clave, y queremos que lo sea, la deslocalización y el teletrabajo", apunta.

Un contexto diferente

Esta negociación del convenio llega en un momento especialmente delicado para la compañía, en pleno plan de desinversiones para recortar la pesada deuda financiera y con unos inversores castigando de manera importante la acción. La proporción de trabajadores respecto a los ingresos es alta si se compara con otros operadores. Pero fuentes de Telefónica replican que el resto de competidores no tienen un departamento de servicios tecnológicos (TI) o una televisión propia.

El anterior convenio (y PSI), que implicó subidas salariales acumuladas de más de casi el 6%, se negoció en un contexto muy diferente. La acción de la teleco presidida hoy por José María Álvarez-Pallete cotizaba por encima de la barrera de los 13 euros (casi el doble que el nivel actual), aunque con una deuda neta financiera que rozaba los 50.000 millones.

Ahora se da el pistoletazo de salida para las nuevas conversaciones con los sindicatos. La alargada sombra de un nuevo plan de prejubilaciones sigue sobrevolando. La plantilla está más expectante que nunca. Queda por ver si, finalmente, Telefónica sigue los pasos de otras operadoras, como Vodafone o British Telecom, que han decidido reducir plantilla.

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