Muchos nexos

Telefónica mira de reojo a KKR y TIM por la venta en Brasil y la consolidación

La operadora española se mantiene alerta ante la potencial decisión del nuevo dueño de la operadora, su socio financiero en diferentes compañías de infraestructuras, de vender el negocio brasileño.

TIM telecomunicaciones
El consejero delegado de TIM, Luigi Gubitosi, dimitió el pasado viernes.
TELECOM ITALIA

Fue accionista (y aliado) clave en el pasado. Y el fondo que quiere comprarla por más de 10.800 millones de euros, el estadounidense KKR, es su gran socio financiero de cabecera para las infraestructuras. Las conexiones son más que evidentes. Por eso, el cuartel general de Telefónica se mantiene en el alerta y tiene un ojo puesto en lo que suceda en los próximos días dentro de la guerra por el control de la antigua Telecom Italia (TIM) en Roma, que ya se ha tomado la primera víctima: la dimisión del consejero delegado, Luigi Gubitosi. Primero por lo que supone para la consolidación europea, pues lo lógico es que quien salga victorioso no se quede sólo ahí y dé más pasos. Y después porque todo apunta a que uno de los activos del que se puede desprender el grupo italiano es de la filial brasileña, tercero por cuota de mercado después de la teleco española y de Claro.

Brasil es uno de los cuatro mercados clave para Telefónica, junto a España, Alemania y Reino Unido. Es el segundo por ingresos y allí se siguen depositando las esperanzas de crecimiento futuro en un momento en el que la compañía española busca expandirse tras completar la fase de desinversiones importantes. Hoy están a la espera de que el regulador dé el ‘sí’ definitivo del troceo y reparto de los activos del negocio móvil de Oi, con el que Telefónica ganará más de 10 millones de clientes y un jugoso paquete de espectro radioeléctrico. La OPA sobre TIM abre un escenario distinto, pues se apunta a este mercado como la primera venta tras esta dura batalla de poder.

Muchas voces dan por hecha esta salida de Brasil por parte de KKR. Uno de los que lo han verbalizado estos días es el banco de inversión BTG Actual, que insiste en que el fondo estadounidense no estaría interesado en Brasil -en Latinoamérica sólo cuenta con ‘joint ventures’ con Telefónica en Colombia o Chile-, sino ser un ‘agente consolidador’ en Europa. Pero incluso en el caso de que la oferta no fuera aprobada o no saliera adelante por falta de apoyos, “puede ejercer una presión adicional lo que podría llevar al equipo directivo a buscar formas de desbloquear valor y vender Brasil puede ser una de ellas”, aseguraba recientemente. El problema es que aquí Telefónica tendría muy difícil lograr adquirir estos activos, pues si va a haber ‘remedios’ importantes para reducir de cuatro a tres operadores, lo lógico es que otra operación sufriera impedimentos regulatorios significativos. TIM en Brasil sumó 1.900 millones de euros de ingresos entre enero y septiembre y tiene una cuota de mercado del 20% en líneas móviles.

Sea con una compra o con la llegada de un potencial competidor nuevo, la realidad es que esta OPA sobre TIM sacude el mercado brasileño y, por tanto, tiene a Telefónica en vilo. Pero no es el único aspecto que obliga al grupo presidido por José María Álvarez-Pallete a estar muy atenta a los acontecimientos. La transacción, sea con los estadounidenses en solitario o con ayuda de otro fondo como CVC (que ha estado analizando en los últimos días su posible incorporación), tiene implicaciones importantes para la consolidación del mercado en un momento en el que los antiguos monopolios se encuentran asediados. Orange vive una sacudida total en su cúpula con la dimisión de su consejero delegado, tras la condena por un caso de corrupción. BT está siendo asediada por el fundador de la francesa Altice, Patrick Drahi, que ya tiene el 12,1% y amenaza con ganar mucho más peso, lo que ha obligado al equipo directivo actual a sacar toda la artillería defensiva, desde el dividendo a otras operaciones. Y con Deutsche Telekom alimentando los rumores de compra del ex-monopolio.

La de TIM va a ser una prueba de fuego. Será el termómetro que mida cómo gestiona un gobierno como el de Mario Draghi, con un marcado enfoque pro-empresa y con una intención de reducir el coste del capital para la nación italiana, la venta del antiguo monopolio de las telecomunicaciones. La oferta, según apuntaba Bloomberg, fue consensuada durante las últimas semanas por el fondo estadounidense con el Ejecutivo. Por eso ha mantenido una posición más neutral. Y sólo ha deslizado internamente la posibilidad de obligar a KKR a sacar las redes fijas y móviles a una compañía con mayoría estatal -y así no perder el control de una infraestructura crítica-. En España, por lo pronto, Sánchez ha reforzado durante un año más el escudo ‘antiopas’ que vencía el próximo 31 de diciembre, con Telefónica como uno de los beneficiados. Ya en 2013 AT&T sobrevoló el mercado europeo para lanzar una OPA sobre alguno de los gigantes del sector, algo que, finalmente, no se produjo.

Por si fuera poco con esto, la operación italiana tiene otro aliciente más para Telefónica y es el actual máximo accionista de TIM. El grupo francés Vivendi, que le compró las acciones a la operadora española hace más de cinco años tras su salida, se resiste a aceptar esta transacción con estos números. Los galos son viejos conocidos, no sólo por esa relación de un lustro atrás. Hoy comparten accionariado en el Grupo Prisa, donde los Bolloré han anunciado su intención de bordear precisamente el límite de una OPA y alcanzar el 29,9% de las acciones (20 puntos porcentuales más de lo que hoy por hoy tiene en sus manos). La posición de la teleco española ha sido hasta ahora de aliado de Joseph Oughourlian, hoy principal socio y presidente ejecutivo.

La cuenta atrás ya comenzó la pasada semana. El consejo de TIM del viernes, que sirvió para formalizar la dimisión del CEO de la compañía y el nombramiento del responsable de Brasil en su nombre y el traslado de los poderes ejecutivos al presidente actual, analizó la operación, mientras entre bambalinas Vivendi busca una defensa y KKR analiza alianzas para mejorar la oferta (esgrimiendo la venta de Brasil para así financiar parte de la transacción y reducir la abultada deuda). Mientras todo esto se dilucida, los problemas siguen siendo acuciantes para la empresa, con el segundo ‘profit warning’ en apenas unos meses y con el equipo de auditores alertando el pasado jueves por el elevado coste que ha asumido TIM al comprar por 1.000 millones de euros los derechos del fútbol a Dazn -Telefónica está inmersa en la subasta de derechos de LaLiga para los próximos años, precisamente, con esta plataforma digital como potencial rival en las pujas-. Los despachos nobles del Distrito Telefónica en el madrileño barrio de Las Tablas no dejarán de mirar en los próximos días a todo lo que suceda en Roma. Hay mucho en juego.

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