Elon Musk inicia los ajustes en Tesla y anuncia el despido de unos 200 trabajadores por horas de su equipo de Autopilot que conllevan el cierre de sus instalaciones en California (Estados Unidos). Los equipos de la oficina de San Mateo se encargaban de evaluar los datos de los vehículos de los clientes relacionados con las funciones de asistencia al conductor de Autopilot y de realizar el llamado "etiquetado de datos". Antes de los recortes, la oficina tenía unos 350 empleados, algunos de los cuales ya fueron trasladados a una instalación cercana en las últimas semanas, según recoge Bloomberg.
En la oficina de Buffalo, Tesla ha seguido ampliando sus equipos de etiquetado de datos de Autopilot, sin embargo, el personal en esa ubicación, que está haciendo el mismo papel, se paga una tarifa por hora más baja que en San Mateo. La semana pasada el consejero delegado de la firma aseguró que la compañía automovilística recortará en alrededor de 3,5% el personal de oficinas durante los próximos tres meses.
El directivo explicó, en su intervención en el Foro Económico de Catar, que la compañía creció "rápido" en cuanto a trabajadores asalariados y añadió que espera que "dentro de un año" la plantilla sea mayor, tanto en asalariados como por horas. La empresa, que ahora tiene su sede en Austin (Texas), había crecido hasta tener unos 100.000 empleados en todo el mundo al construir nuevas fábricas en Austin y Berlín (Alemania). Los esfuerzos de reducción de personal del fabricante de automóviles se han centrado en áreas que crecieron demasiado rápido como recursos humanos o software.
Musk afirmó que los vehículos de la compañía tienen una demanda tan elevada que no está preocupado por la competencia, sino por los límites que tiene para producir más automóviles. "Necesitamos construir plantas de montaje de forma más rápida", afirmó durante su intervención en la que también alabó la disciplina y dedicación de los trabajadores chinos. Tesla tiene una planta de montaje en la ciudad china de Shanghái, que a principios de año sufrió dos meses de estricto confinamiento por un brote de Covid-19 y que forzó a muchos trabajadores en Shanghái a vivir en las instalaciones para mantener la producción de vehículos.
A principios de junio, el multimillonario sacudió a los mercados tras salir a la luz un correo electrónico que envió a dos directivos de la compañía en la que confesaba que tenía un "presentimiento supermalo" sobre la economía y necesitaba reducir el gasto dentro de la empresa. En la misiva también instaba a bloquear las contrataciones a nivel mundial. La posición de Musk coincide con lo expresado esta semana con el presidente de JPMorgan, Jamie Dimon, que auguraba un empeoramiento de la economía y lo describió de manera gráfica en términos meteorológicos. “Es un gran huracán. En este momento, hace un poco de sol, las cosas van bien y todos piensan que la Fed puede manejar esto. Sin embargo, ese huracán está ahí afuera, de camino, viniendo hacia nosotros. Simplemente aún no sabemos si es menor o la supertormenta Andrew o algo así, pero será mejor que te prepares", señaló el miércoles en una conferencia 'Bloomberg'.
Lo dijo después de que el gigante automovilístico haya superado las expectativas de los analistas durante el primer trimestre del año, en el que su beneficio trimestral se disparó un 658% interanual, hasta los 3.318 millones de dólares, mientras que sus ingresos han sido de 18.760 millones de dólares, en comparación con los 17.800 millones proyectados y un 81% más interanual.
Los expertos avisaban previamente de que Tesla tendría muchas dificultades para cumplir con las estimaciones de los analistas para el primer trimestre de 2022, pero finalmente han pinchado en hueso con la hoja de ruta prevista. Argumentaban, sobre todo, que las entregas de vehículos no podrían estar acorde con las previsiones del consenso, razón por la cual ha habido reajuste de previsiones de cara al conjunto del año por parte de las principales firmas de análisis. Tesla entregó alrededor de 310.000 vehículos durante los tres primeros meses de 2022, lo que fue un récord y supuso un incremento con respecto a los 309.000 entregados en el trimestre anterior. Pero, a principios de año, los expertos preveían unas entregas de unas 325.000 unidades en el primer periodo del ejercicio.
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