Previsiones de los analistas

Tesla choca con la visión del mercado en el arranque de Shanghái, Austin y Berlín

El fabricante de vehículos eléctricos dará a conocer el impacto en sus dos nuevas fábricas de la crisis de suministros y el efecto de dos meses de confinamientos intermitentes en su factoría china.

Elon Musk, en la inauguración de su fábrica en Berlín.
Elon Musk, en la inauguración de su fábrica en Berlín.
DPA vía Europa Press

Crecen las dudas sobre los resultados del segundo trimestre de Tesla, que se publicarán a finales de julio. Las cifras del ejercicio no deberían importar mucho a las acciones a largo plazo porque los recortes de producción inducidos por el Covid-19 en China y los problemas de la cadena de suministro deberían desaparecer en el futuro. Con todo, los analistas están recortando sus previsiones financieras para las cuentas de la compañía. Los pronósticos inflados pueden verse menguados.

El último en subirse al barco de los recortes ha sido Credit Suisse. En un reciente informe redujo su precio objetivo para la compañía, lo que apunta a un posible déficit en las entregas del segundo trimestre a medida que los proveedores de la firma automovilística se recuperan de las restricciones de Shanghái. La entidad redujo su precio objetivo a los 1.000 dólares por acción desde los 1.025, citando una “mayor competencia, una mala ejecución de los planes de crecimiento, interrupciones por las restricciones del Covid y la inflación de los costes de los productos”.

Dan Levy, analista de la firma bancaria, estima que las entregas de Tesla en el segundo trimestre del 2022 se situarán en los 242.000 frente al consenso de los analistas de 280.000, en gran parte impulsado por el cierre de Shanghái. "Además, dada la perspectiva de entregas más bajas, el impacto del margen asociado y un deterioro esperado del Bitcoin, reducimos nuestra estimación de beneficio por acción de 1,10 dólares desde los 2,06 dólares, y por debajo del consenso de 2,08”, asevera el experto.

Bitcoin es un ejemplo de cómo los analistas pueden tratar de manera diferente los mismos hechos subyacentes. Tesla tiene una gran cantidad de criptoactivos en su balance y los precios están por debajo de donde la empresa compró la criptomoneda. Se acerca un deterioro por estos extraordinarios, pero no todos los analistas incluyen las provisiones ajenas al negocio principal de una empresa en sus números trimestrales.

Las acciones tienen más riesgo que los bonos por lo que deberían rendir más. Cuando los rendimientos de los bonos aumentan, eso presiona a la baja las valoraciones de las acciones y, por lo tanto, los precios objetivo de los analistas. El analista de Morgan Stanley, Adam Jonas, también recortaba el precio objetivo de Tesla en una cantidad similar, a 1.200 dólares por acción desde los 1.300 dólares por título. “Una tasa de descuento más alta me parece la razón fundamental”, esgrimía el experto sobre el futuro de corto plazo para la compañía liderada por Elon Musk.

En general, el precio objetivo promedio de los analistas para las acciones de Tesla se redujo a alrededor de 907 dólares desde un pico de poco menos de 1.000 dólares por acción que se produjo después de que la compañía informara de resultados del primer trimestre mucho mejores de lo esperado. Tesla ganó 3,22 dólares por acción, mientras que los analistas estimaban unos 2,20 dólares.

Tanto Levy como Jonas siguen siendo alcistas de Tesla, recomendando las acciones de Tesla como “compra”, pero sí que consideran que puede tener menos impulso que el esperado previamente. En especial, por la situación de más incertidumbre global y en China. En general, poco más del 50% de los analistas que cubren las acciones de la empresa de vehículos eléctricos apuestan por sobreponderar. El índice promedio presenta una calificación de compra para acciones en el S&P 500 de aproximadamente 58%.

Tesla presenta sus entregas de vehículos del segundo trimestre el próximo 2 de julio. Su informe de resultados se publicará unas tres semanas después. El consenso prevé que se mueva sobre los 2,05 dólares por acción. “Las ganancias se verán afectadas por todo, desde la reducción de la producción hasta el Bitcoin y los costes relacionados con la apertura de nuevas fábricas”, dicen desde JPMorgan en un informe.

Los otros desafíos

Levy también cita otros desafíos a corto plazo para Tesla, entre los que se incluyen la reciente liquidación del crecimiento, las interrupciones en la producción en China, la persistente escasez de semiconductores y las presiones inflacionarias. “Los fundamentos sólidos que se avecinan deberían superar los desafíos a corto plazo para Tesla”, dice.

“Creemos que el caso a largo plazo para Tesla es claro: sigue siendo el líder mundial en vehículos eléctricos y, en medio de los crecientes riesgos de la cadena de suministro, creemos que la ventaja de Tesla sobre otros fabricantes de automóviles en la carrera hacia los vehículos eléctricos solo se amplifica debido a su liderazgo en integración vertical y su experiencia previa en vehículos eléctricos”, argumenta.

Tesla puso en marcha recientemente dos nuevas instalaciones, una en Berlín (Alemania) y otra en Austin (Texas). En este momento, Tesla está asumiendo los costes de la puesta en marcha de esas fábricas sin los ingresos de la venta de todos los automóviles que las plantas podrán producir cuando la producción esté al día. Eso dificulta la predicción de los márgenes. Según Reuters, Elon Musk puso el acento antes sus directivos sobre las pérdidas que afrontar ambos centros de producción porque todavía no alcanzan el volumen previsto de coches ensamblados. El consejero delegado detalla que prevé despidos masivos en sus oficinas centrales del 3,5% de la plantilla. 

"Tanto las fábricas de Berlín como las de Austin son hornos de dinero gigantescos en este momento. Realmente es como un gigantesco rugido, que es el sonido del dinero ardiendo", dijo Musk en una entrevista con Tesla Owners of Silicon Valley. El multimillonario considera que esos problemas se revolverán pronto pero pone en alerta a su equipo sobre la situación. El arranque de Berlín está en una "posición ligeramente mejor" que la de Austin, que atraviesa más problemas de suministros. Adicionalmente, la compañía prevé parar otra vez su fábrica de Shanghái durante la primera quincena de julio para actualizar en su línea del Model Y.

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