Los empleados procedentes de Liberbank han tenido la primera toma de contacto real con el sistema 'Neos' de Unicaja Banco. Quedan por delante apenas dos semanas y siete acciones formativas de refuerzo presenciales para llevar a cabo la migración tecnológica, el última paso y el más delicado de toda operación de fusión. En la primera sesión, en la que han tenido apoyo de compañeros de la entidad absorbente, se han detectado algunos problemas puntuales derivados de cortes de conexión, pero en general las pruebas iniciales se han desarrollado debidamente y las caídas han sido manejables, según han trasladado fuentes involucradas en el proceso consultadas por La Información.
Unicaja Banco ejecutará la migración de todos los datos informáticos de Liberbank a la plataforma común el fin de semana del 20 al 22 de mayo, tal y como adelantó este periódico y como ha ratificado el consejo de administración del grupo en un cónclave celebrado en la tarde del lunes, 9 de mayo, en el que se ha concretado el plan. En diez días se producirá el vuelco de datos al terminal financiero de Unicaja y por ello se ha efectuado ya la primera de las ocho sesiones presenciales de formación en las que los empleados de Liberbank deben aprender a abrir cuentas, operar con fondos de inversión y realizar otras transacciones comerciales típicas.
Antes de comenzar esta acción formativa, la plantilla acumula horas lectivas online que se han venido impartiendo durante los últimos meses. Una vez se complete el proceso de migración, que provocará la extinción definitiva de Liberbank el lunes 23 de mayo, un equipo de Unicaja continuará apoyando durante las siguientes dos semanas en horario de mañana y tarde a los trabajadores de las sucursales de la entidad absorbida para corregir posibles incidencias. Terminado este periodo, cada oficina de origen asturiano tendrá una de la red de la andaluza de contacto -también denominada 'espejo'- a la que poder solicitar ayuda en caso de toparse con algún problema tecnológico en el día a día.
Los empleados encargados de impartir la formación recibirán una compensación económica de unos 1.840 euros, lo que supone un gasto para Unicaja cercano al millón de euros, y que se ampliará a 840 euros adicionales por persona tras aprobarse la acción formativa de seguridad de forma presencial durante las dos semanas siguientes a la integración. A los trabajadores de Liberbank que reciben la formación se les ofrece cinco días de vacaciones y correrá a cargo del banco otros gastos previa justificación como la comida o el gasto por desplazamiento.
La integración tecnológica marca un momento fundamental en todo proceso de fusión bancaria, puesto que supone unir bajo un único sistema toda la información comercial de los clientes y los canales operativos de las entidades. Los preparativos son un asunto primordial, puesto que un error desencadenaría problemas de acceso para los usuarios. Este escenario podría verse empeorado por los intentos de fraude y ciberataques en caso de ruptura de la red. Un precedente con poca suerte fue el de Banco Sabadell con su filial británica TSB, cuyo equipo se precipitó incurriendo en numerosos desaciertos y desencadenando una crisis de confianza (y un agujero en sus cuentas).
Es por esta razón que resulta crucial evitar cualquier contratiempo, por lo que lo habitual es que se trabaje en base a un calendario realista y teniendo en cuenta todo tipo de eventualidades que puedan sucederse. Se debe contar con soluciones para cualquier imprevisto e incluso es frecuente contar con un plan de contingencia. No obstante, es habitual que se produzca alguna interrupción temporal de los servicios, que serán comunicados previamente por la entidad, sobre todo en el caso de la banca digital o de herramientas como Bizum.
Mientras se ultima este paso, el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que Unicaja pretende ahorrarse 97 millones al año -aunque le costará aplicarlo 368 millones- lleva en marcha ya un mes y diez días. El banco andaluz firmó un acuerdo con los sindicatos tras arduas negociaciones para recortar la plantilla en 1.513 personas y bajar la persiana en 365 sucursales. Las adhesiones, como es habitual, superaron el cupo máximo de despidos, por lo que la dirección de la entidad ha analizado cada petición voluntaria y ha ido dando traslado de su decisión a cada solicitante.
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