20-n. Rubalcaba denuncia la “ley del silencio” de rajoy pensada para “desmovilizar” al electorado progresista


El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, denunció este sábado lo que considera “ley del silencio” del candidato del PP, Mariano Rajoy, y denunció que la ambigüedad y falta de concreción de su programa forma parte de una estrategia deliberada para desmovilizar al electorado progresista.
Rubalcaba participó en un acto electoral en Córdoba junto al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y a la ex alcaldesa de la ciudad, ministra y cabeza del lista al Congreso de los Diputados por la provincia, Rosa Aguilar.
Los socialistas saben que tienen que echar el resto en toda España pero, especialmente en sus tradicionales graneros de votos, como Andalucía, y por eso Rubalcaba habrá visitado todas las provincias cuando acabe la campaña.
Sus primeras palabras fueron para elogiar el “pedazo mitin” de Aguilar y desvelar que, mientras hablaba la ministra, Zapatero le envió un mensaje al móvil para decirle “qué buena es” y al que respondió inmediatamente “yo la vi primero”.
Es cierto que fue primero Griñán quien contó con ella en el gobierno autonómico, y que fue después Zapatero quien la hizo ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, y también “yo la nombraré”, aunque no dijo qué.
“Lo has hecho fantásticamente bien” en ese ministerio tan “complejo”, aseguró, y no sólo ante la delicada crisis de la bacteria E.Colli que afectó especialmente a Andalucía sino en general defendiendo la agricultura española.
Con el deseo de que el comisario europeo no se tome “a mal” su reflexión, aseguró que “se tendrá que comer” su propuesta de Política Agraria Común (PAC), entre otras cosas porque Aguilar ha concitado el respaldo de Italia, Francia, Polonia y Alemania para decirle que “no es buena” porque no obedece al reto que tiene Europa de garantizar su propia seguridad alimentaria.
Agradeció también el trabajo de Griñán porque ha demostrado con hechos su tesis de que es posible ajustar gasto para cumplir la reducción del déficit al mismo tiempo que se incentiva el crecimiento económico y la creación de empleo, y porque ha luchado por la igualdad, igual que Rodríguez Zapatero, el gobernante “que más ha hecho” por ese objetivo aunque queda “mucho por hacer”.
Esa fue la mención de Rubalcaba al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, después de que Griñán rompiera en su intervención lo que viene siendo costumbre en los actos centrales de esta campaña y reivindicara con entusiasmo el legado de Zapatero e incluso le atribuyera, sin mencionar al ex ministro del Interior, el final de ETA.
Rubalcaba recordó también los logros de Felipe González, por ejemplo una ley del divorcio que el PP no respaldó aunque sus dirigentes, ironiza siempre el ex presidente, “estaban todos por la tarde divorciándose”, o la legislación del aborto que tampoco los populares apoyaron aunque ahora la señalan como referencia para derogar la vigente.
Todo ello obedecía a los principios que siguen guiando al PSOE, aseguró, y que son la mejor opción frente a una derecha que se refugia en una “ambigüedad deliberada” porque sabe que si desvela sus intenciones “mucha gente saldría corriendo en dirección contraria”.
“No se puede gobernar leyendo lo que a uno le dictan, sin ideas propias, sin iniciativa, sin comprometerse”, afirmó Rubalcaba refiriéndose a Rajoy, y en tiempos de crisis, añadió, no se puede aspirar a gobernar “sin tener sentimientos hacia la gente que peor lo está pasando”.
“Usted usted no puede gobernar este país en esas condiciones”, sentenció Rubalcaba, emplazando de nuevo a Rajoy a decir “a la cara” a los ciudadanos lo que hará en caso de ganar las elecciones.
Más allá de las ambigüedades y omisiones del programa del PP, denunció, impera en él “una propuesta de ley, la ley de los silencios de Rajoy”, que pretende rebajar las prestaciones de desempleo, modificar las relaciones laborales de los trabajadores de las pymes y revisar las pensiones cada dos años pero sin cotar “nada de esto” a los ciudadanos.
El PP no se atreve a pedir un esfuerzo a las rentas más altas, a los grandes patrimonios y a los bancos porque “son los suyos”, y su campaña se centra en “desmovilizar a los nuestros, porque saben que sólo ganan si los nuestros se quedan en casa”.

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