Una de las tasas de paro más bajas de Extremadura

La 'aldea gala' de Cáceres que frenó al virus pese a estar cercada por la Covid

Baños de Montemayor, famoso por sus termas romanas, solo ha registrado un positivo desde el inicio de la pandemia y se mantiene con apenas un 10% de paro, una de las tasas más bajas de Extremadura.

Efe
La 'aldea gala' de Cáceres que frenó al virus pese a estar cercada por la Covid
José González | EFE

Pese al impacto de la pandemia de la Covid-19 en una España que sufre el azote de la segunda ola hay pueblos que resisten el asalto del virus y se mantienen prácticamente inmunes. Una de esas ‘aldeas galas’ que resisten al SARS-CoV-2 es Baños de Montemayor, un pequeño pueblo al norte de Extremadura, en plena Ruta de la Plata, rodeado por montañas y al inicio del valle del Ambroz, cercano al Jerte y la Vera y famoso por su balneario, sus termas romanas, su artesanía y la cestería del castaño.

Baños de Montemayor está cercado por el virus. Béjar (Salamanca), a apenas una docena de kilómetros, sigue siendo uno de los pueblos de España más golpeados por la pandemia. Según los últimos datos oficiales, en la zona de salud de Béjar hay un total de 779 personas contagiadas, el 4,78 % de las tarjetas sanitarias. El número de casos activos se eleva a 117 y la mortalidad por la Covid-19 contabiliza un total de 57 fallecidos. Al lado mismo de Baños de Montemayor, en otro municipio cacereño, La Garganta, hay un brote activo con cerca de 30 positivos y en otro pueblo colindante, Hervás, también hay varios positivos. Baños, sin embargo, ha logrado mantenerse prácticamente a cero desde que hace ocho meses estalló la pandemia, "pese a algún susto a mediados de agosto y en la primera semana de septiembre con el inicio de las clases", explica su alcalde, Oscar Mateos Prieto (PP), a La Información

Este jueves se dio el primer caso positivo en el pueblo en medio de los rebrotes que se extienden por casi todo el país. "La situación es de tranquilidad, afortunadamente. La psicosis que había cuando se daba un caso, que nosotros veíamos en otros pueblos, se ha calmado, y además es un caso aislado, con escasa carga vírica y que está en su casa, apenas ha tenido contactos", cuenta el alcalde. "Temía que con el primer caso la población podía incluso crisparse, buscar culpables... Ese tipo de cosas que suceden cuando la gente está nerviosa. No ha ocurrido así, el pueblo se lo ha tomado con tranquilidad", añade.

¿Cómo ha logrado este pueblo que vive del turismo resistir al virus durante tantos meses cuando en los pueblos cercanos se multiplican los casos? El alcalde lo resume en una frase: "Tratando de adelantarse a los problemas". De hecho, ante los rebrotes y contagios aparecidos en los últimos días en localidades colindantes como La Garganta o Hervás, el Ayuntamiento volvió a declarar una especie de 'autoconfinamiento' del pueblo. Así, el 15 de septiembre, el Consistorio decretaba por tiempo indefinido, y "dado el elevado caso de contagios de coronavirus en localidades cercanas", el cierre del parque infantil y área de recreo de la estación; el cierre de guardería, la oficina de turismo y el Centro Joven; la suspensión del mercadillo; el cierre del Hogar de Mayores y la congelación de actividades programadas; atención presencial en Ayuntamiento solo en caso de urgencias; desinfección de calles y edificios municipales; la restricción en el gimnasio a dos personas cada hora por sala (cardio y musculación) y reactivar el servicio de envío de compras, medicamentos o libros a domicilio. Casi una vuelta al confinamiento que vivió Baños y el país entero entre marzo y junio.

Tras aplicar estas medidas, el Ayuntamiento informaba el día 18 de que "todas las personas de Baños de Montemayor que habían estado en contacto con positivos de Covid-19 y se han hechos las pruebas han dado negativo, de modo que seguimos sin tener ningun caso en el municipio. Aun así, se enfatiza la necesidad de no bajar la guardia, y seguir todas las recomendaciones sanitarias, debido a que existen brotes activos en pueblos cercanos". Una habitante de la localidad, Sonia Talavan, respondía a las nuevas medidas en las redes sociales, "¡Todo lo que se haga desde el Ayuntamiento para evitar que nos contagiemos me parece fenomenal! Mantendremos la calma y espero que sigamos así, sin ningún contagio en el pueblo".

La alegría, no obstante, no duró mucho tiempo. "Visto lo que pasaba en los pueblos de alrededor creía que tarde o temprano nos iba a tocar y que cuanto antes actuáramos, mejor, como creo que hicimos durante el estado de alarma. Por eso tomamos las medidas que tomamos. Fue una semana antes de que llegase el primer caso y esperemos que sirva para algo y que el virus no se extienda”, explica el alcalde.

Tarde o temprano nos iba a tocar. Cuanto antes actuáramos, mejor

Una economía que vive del turismo

Pero, ¿cómo se lucha frente al virus tratando de mantener una economía que vive principalmente del turismo? Baños de Montemayor sigue siendo, según los datos de agosto, uno de los pueblos de Extremadura con menor paro registrado, apenas 34 personas, un 10,69% de su población activa. "Esa cifra está un tanto maquillada por los ERTE, de cualquier manera", reconoce el alcalde. El balneario, verdadero motor económico de la localidad, estuvo cerrado a cal y canto durante el estado de alarma y ahora únicamente está abierto con servicios de estética, relajación, etcétera, pero no el servicio de agua. También ha abierto el museo de las termas romanas, pero Baños no ha podido disfrutar de su principal atracción turística, que es el agua. Ello ha provocado que diversos hoteles se resientan con el número de pernoctaciones que han tenido. Incluso el Hotel Balneario, 'pegado' a las aguas termales, ha cerrado. "Si bien es cierto que ha venido menos gente porque no había servicio de aguas en el balneario, desde el 1 de julio hasta el 31 de agosto ha venido mucha gente y el pueblo ha estado lleno y, sobre todo, los fines de semana, han venido visitantes para disfrutar de la naturaleza. No hemos tenido balneario, pero sí naturaleza, otro de nuestros reclamos, y eso ha podido, por lo menos, mantener a los hoteles y a la hostelería que ha podido abrir", puntualiza el alcalde.

Por ello, y ante la amenaza de la expansión del virus, "estamos expectantes ante otra posible ola" y lo que pueda pasar. "Nuestra temporada es principalmente de marzo a noviembre, lo que ocurra en diciembre, enero y febrero no nos afecta tanto porque esos meses el pueblo está en servicios mínimos". Lo que sí está haciendo el pueblo es crear un plan de marketing entre el balneario, el Consistorio y los empresarios "que no se apoye solo en el balneario sino que se centre en nuestro turismo de naturaleza". Para ello, el Ayuntamiento ha contratado a una serie de personas que diseñarán dicho plan. Una hoja de ruta que se pensaba llevar a cabo a partir del 2022, pero que por las circunstancias se adelanta más de un año, porque, como dice Óscar Prieto, "de las crisis se pueden sacar nuevas oportunidades". La Asociación que lleva el balneario y el Ayuntamiento aportarán 40.000 euros cada uno para la campaña.

En este sentido, además del ‘shock’ del primer positivo de la Covid-19 en el pueblo tras ocho meses de resistencia cuasi numantina, el anuncio esta misma semana de la suspensión definitiva de los viajes del IMSERSO, principal caladero de visitantes para el balneario y los hoteles del pueblo, ha sido otro mazazo para Baños de Montemayor. "Sabíamos que esto podía ocurrir. Nos temíamos que esta temporada estaba perdida, aunque teníamos alguna esperanza, pero lo que ahora estamos temiendo es que perdamos también la que viene. Esperemos que para 2021 tengamos la vacuna y todo se normalice, pero, por si acaso, nos estamos preparando para ello. Si no podemos reflotar el pueblo con el balneario lo haremos con la oferta de turismo de naturaleza", dice su alcalde.

La escuela -Baños es uno de esos pueblos que todavía mantiene su escuela rural-, a la que asisten unos cuarenta niños, algunos de otras localidades, es otro de los centros neurálgicos de la lucha contra la Covid. Se han llevado a cabo obras en el viejo edificio para adecuarlo a la situación actual y se siguen haciendo inversiones para ampliar el número de aulas. "Primero, la educación", dicen desde el Ayuntamiento, porque el mantener la escuela tiene que ser "uno de nuestros principales patrimonios". Una escuela que también dio al pueblo un "pequeño susto" hace unas semanas cuando una de las alumnas, proveniente de otra localidad, dio positivo por coronavirus. "Se aisló la clase y, afortunadamente, todos los niños en contacto con dicha alumna, asintomática y en buenas condiciones de salud, dieron negativo en sus respectivas PCR por lo que las clases pudieron continuar sin mayores contratiempos", explica 

La escuela como objetivo. Para ello, el Ayuntamiento, "con el fin de ayudar a los padres en estos momentos tan complicados y aliviar un poco la presión económica", ha provisto de material escolar a los chavales que cursan sus estudios en el pueblo, al igual que hace unos meses, en plena desescalada, el consistorio se gastó 25.000 euros "en proveer a todos los empresarios", principalmente hosteleros, "de material. Que tuvieran mascarillas, hidrogel, productos desinfectantes, mamparas para atender a los clientes...". Mientras, en el supermercado López, que mantuvo a todo el pueblo perfectamente abastecido durante el confinamiento, sus propietarios recuerdan a cada cliente que entra en el mismo la obligatoriedad de usar mascarilla, de lavarse las manos.. Y en el bar Carlos, al lado de la plaza del pueblo, la terraza sigue llena, con sus mesas están perfectamente delimitadas y separadas entre ellas. Sus trabajadores limpian mesas y sillas escrupulosamente cada vez que se sienta un nuevo cliente, nadie fuma en la terraza... "Uno se siente seguro aquí", decía este verano un visitante de Madrid. "Aquí estamos encantados de que vengan los madrileños, pero guardando todos las medidas de seguridad", comentaban en el supermercado mientras el visitante se hacía con unos productos chacineros del cerdo ibérico, otra de las especialidades de Baños de Montemayor. Es la lucha, hasta ahora exitosa, contra la Covid de un pueblo que trata de no morir sanitaria y económicamente en el intento.    

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