(ampliación) casas abandona el constitucional abroncando a pp y psoe


La hasta ahora presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, abandonó hoy el cargo abroncando a los dos principales partidos políticos por incumplir "gravemente" la Constitución y haber bloqueado más de tres años la renovación de la institución.
Casas aprovechó el discurso que pronunció en el acto de toma de posesión de los cuatro nuevos magistrados designados por el Senado -Luis Ignacio Ortega, Adela Asúa, Francisco Pérez de los Cobos y Francisco José Hernando- para advertir de que este retraso "nunca más debería producirse" y subrayar que esta circunstancia "empaña la legitimidad" del Tribunal.
La presidenta, que abandonó hoy el cargo junto al vicepresidente Guillermo Jiménez y los magistrados Vicente Conde y Jorge Rodríguez-Zapata, señaló que "si los procedimientos previstos por los reglamentos de las cámaras no consiguen que se cumpla la Constitución habrá que modificarlos".
Casas insistió en que "la celebración" de la toma de posesión "no es completa", ya que "la renovación del tribunal no se ha producido dentro de los plazos que marca la Constitución, sino con un notorio retraso de más de tres años".
"REPARTO DE PUESTOS"
La presidenta criticó también los hipotéticos amiguismos en los partidos políticos e hizo hincapié en la necesidad de que todas las personas que sean designadas para el Tribunal Constitucional deben cumplir el requisito de ser juristas de reconocido prestigio.
"Cualquier reparto de puestos sin atender a las cualidades de cada uno de los candidatos sería una vulneración del mandato constitucional tan grave como el retraso en la renovación", dijo.
Censuró asimismo el retraso en el nombramiento de cuatro nuevos magistrados por parte del Congreso de los Diputados, una designación que debería haberse producido el pasado mes de noviembre y que provoca que el nuevo tribunal quede "constituido por 11 magistrado, a pesar de que la Constitución dispone que sean 12" y que tres de ellos "permanezcan en sus puestos con un mandato extinguido".
Casas, que soltó alguna que otra lágrima al terminar la ceremonia, hizo estas advertencias ante dirigentes del PP como Federico Trillo y Soraya Sáenz de Santamaría y miembros del Gobierno como los ministros de Presidencia, Ramón Jáuregui, y de Justicia, Francisco Caamaño.
También asistieron a la ceremonia el presidente del Senado, Javier Rojo, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y los presidentes del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, y de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, así como diversos vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
ESTATUTO DE CATALUÑA
Casas también tuvo palabras para la sentencia del Estatuto de Cataluña y señaló que "convendría" que los políticos que hagan declaraciones sobre las resoluciones del Constitucional las realicen "con la mesura y el respeto institucional que esta merece".
"El grado de crispación que ha rodeado el recurso de inconstitucionalidad sobre el nuevo Estatuto de Cataluña ha sido a todas luces excesivo", dijo la presidenta saliente antes de abogar por reabrir el debate sobre "la conveniencia de introducir la figura de control previo de inconstitucionalidad para el caso específico de las normas que van a ser sometidas a referéndum".
Señaló también que de las deliberaciones sobre el Estatuto de Cataluña debe extraerse "una lección" que atañe "al uso abusivo de la figura de la recusación de magistrados constitucionales". Este mecanismo poco restrictivo provoca "disfunciones" y conlleva un "cierto riesgo de manipulación de la composición del órgano".
Casas se despidió de su cargo alabando tanto a sus compañeros de tribunal como a los cuatro nuevos magistrados que tomaron posesión de sus cargos hoy. También tuvo palabras para el magistrado Roberto García-Calvo, fallecido en mayo de 2008.
"Este acto marca un jalón importante en mi vida, por razones que no necesito enunciar. Doce años son muchos y los he vivido intensamente: no los cambiaría por nada", señaló para concluir su discurso.
NUEVO PRESIDENTE
Tras finalizar el discurso, Casas fue entregando una a una las medallas que acreditan a Ortega, Asúa, Pérez de los Cobos y Hernando como nuevos magistrados del Tribunal Constitucional.
Acto seguido abandonó el sillón de la presidencia, que fue ocupado por el magistrado Javier Delgado, quien, por estricto orden de antigüedad, ocupará el cargo de forma interina.
Delgado debe ahora convocar un pleno para que los magistrados –los cuatro nuevos y los siete antiguos que permanecen en el Constitucional- elijan mediante votación secreta a un nuevo presidente del Constitucional.
Delgado también se sumó a las críticas pronunciadas por Casas y, después de declarar constituido el nuevo Tribunal Constitucional, se saltó el protocolo para "dejar constancia de lo anómalo de su situación".

Mostrar comentarios