Moncloa cuenta con Alemania para presidir el Eurogrupo

'Operación Calviño': Sánchez negocia entre bambalinas el sí de Francia e Italia

La vicepresidenta económica también ha tanteado los apoyos entre sus homólogos. La familia socialdemócrata apoya la candidatura española.

El plan de Merkel y Macron no saldrá gratis a España y obligará a Sánchez a un fuerte ajuste económico a la vuelta del verano
'Operación Calviño': Sánchez negocia entre bambalinas el sí de Francia e Italia
EFE

Pedro Sánchez ya se está moviendo para que Nadia Calviño presida el Eurogrupo. La familia socialdemócrata apoya la candidatura española pero hay que convencer a dos países clave en la votación: Francia e Italia. Con Alemania se cuenta en Moncloa. El presidente del Gobierno ya está trabajando, entre bambalinas, con los equipos de Emmanuel Macron y Giuseppe Conte para contar con su apoyo. Sí Francia e Italia votan 'sí' el Gobierno da por seguro que la votación estaría bien encarrilada. Hay sensaciones positivas en el área económica del Ejecutivo.

Presidir el Eurogrupo es una cuestión de pesos y contrapesos, como casi todo en Europa. Fuentes gubernamentales admiten "movimientos" centrados en dos vías: por un lado, la de Moncloa, con Sánchez a la cabeza; por otro lado, la de Calviño y su equipo. Todo, añaden, con discreción. En Presidencia interlocutan con los jefes de Estado y de Gobierno y en la Vicepresidencia económica con los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro, en este caso. Con diez votos está hecho.

El croquis que ha diseñado el Gobierno de Sánchez es complejo, pero factible. Tienen que cuadrar esas diez piezas del puzle. Consideran que con el apoyo de Alemania, Francia e Italia, como grandes potencias, habrá una correlación de fuerzas que inclinará la balanza hacia Calviño. Serían cuatro síes, sumando el de España. A esta situación suman que en algunos Gobiernos hay fuerzas de socialdemócratas. Es el caso de Portugal o de Malta, cuyos votos valen lo mismo. Chipre y Grecia son dos países mediterráneos a los que también les podría convenir que España liderara el Eurogrupo, cuentan en el Ejecutivo. En principio, si la batalla se centra en términos familiares y territoriales Calviño podría plantarse, de primeras, con ocho votos.

Moncloa tiene claro que con los llamados "frugales" no puede contar y que el candidato de los países liderados es el luxemburgués Pierre Gramegna, que ya se postuló para el cargo en 2017. Al irlandés Paschal Donohoe se le dan, de salida, escasas opciones al ser el postulante con un peor currículum. De hecho un alto cargo del Gobierno consideraba este jueves que la batalla real va a ser entre España y Luxemburgo. Entre el norte y el sur. 

Sánchez ha decidido impulsar la candidatura de Calviño al considerar que España puede jugar el partido con serias posibilidades de ganarlo. El 'feedback' que recibe en Moncloa se dirige en esos términos. Aunque pueda parecer que el Gobierno no ha jugado ficha hasta el último momento, la estrategia es clara y los movimientos entre bambalinas se llevan produciendo desde prácticamente el día en el que el portugués Mario Centeno comunicó que se marchaba del Ministerio de Finanzas a dirigir el Banco Central luso. "Claro que hemos tanteado apoyos, es lógico", reconocía una fuente.

Sobre el papel el currículum de la gallega es el más destacado en el ámbito económico. "He tenido altas responsabilidades a lo largo de mi carrera", destaca la vicepresidenta Calviño en la carta que ha enviado a sus homólogos presentando su proyecto para los próximos dos años y medio. El candidato luxemburgués, por su parte, destacó en su misiva una larga trayectoria de veinte años como diplomático con responsabilidades en Estados Unidos y Japón.

En Moncloa, en definitiva, son optimistas. En Economía, también. Sánchez va a echar el resto por su vicepresidenta económica. Ya lo intentó para el FMI, pero retiró su candidatura a las primeras de cambio al verse sin apoyos. Esta vez sí ve agua para mojarse. De aupar a Calviño al Eurogrupo el Gobierno conseguiría algo que ya intentó Mariano Rajoy en dos ocasiones con Luis de Guindos y que no pudo conseguir. 

El Gobierno sí va a contar en esta candidatura con el apoyo del PP. No es baladí. De hecho, cargos populares recuerdan que el PSOE estuvo a punto de hacer fracasar el examen que tuvo que pasar Miguel Arias Cañete para convertirse en comisario de Energía y Acción por el Clima. Era 2014 y Sánchez acababa de llegar a la Secretaría General del PSOE.

La candidatura de Calviño, eso sí, podría forzar a que España renuncie a presentar a la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, a dirigir la OMC, puesto que interesa a Irlanda para su comisario europeo de Comercio, Phil Hogan, según asumen fuentes del Gobierno español citadas por Europa Press. A España le interesa más el Eurogrupo que la OMC, pero está por ver que renuncie a presentar la candidatura de Laya si llega a la conclusión de que Donohoe no es rival para Calviño en el Eurogrupo.

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