Casado acusa a Sánchez de haber vendido al Estado "para rescatar a su Gobierno"

  • Dice que el Ejecutivo está dispuesto a aceptar como suyo cualquier planteamiento que venga avalado por las dos terceras partes del Parlamento catalán.
El presidente del PP, Pablo Casado, presenta oficialmente en Palencia, al candidato de su partido a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (i).EFE/NACHO GALLEGO
El presidente del PP, Pablo Casado, presenta oficialmente en Palencia, al candidato de su partido a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (i).EFE/NACHO GALLEGO
El presidente del PP, Pablo Casado, presenta oficialmente en Palencia, al candidato de su partido a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (i).EFE/NACHO GALLEGO
El presidente del PP, Pablo Casado, presenta en Palencia, al candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (EFE)

El presidente del PP, Pablo Casado, ha cargado este sábado contra la reunión bilateral de Sánchez y su Gobierno con los líderes de la Generalitat del pasado viernes y ha advertido que lo que el presidente ha decidido es "vender el Estado para seguir en el Gobierno, y lo que tenemos que hacer es llegar al Gobierno para rescatar al Estado".

Durante la presentación de los candidatos de Castilla y León a las próximas elecciones municipales y autonómicas, el líder del PP ha vuelto a acusar al Ejecutivo socialista de "traición" a los intereses del país sobre todo porque está poniendo en riesgo la unidad de España y echando por tierra todos los logros sociales y económicos que desde su partido se han logrado en los últimos años.

Casado ha recrudecido su discurso y ha acusado directamente al presidente Sánchez de que haberse dejado manejar en Cataluña por un "protocolo en el que era tratado como un jefe de Estado extranjero", marcado desde la Generalitat, con un mensaje en el que se reconoce la existencia de un conflicto que se quiere resolver con un diálogo, pero establecido "con quienes se quieren cargar la paz y la convivencia de este país".

A su entender, este sometimiento del Gobierno socialista a los dictados de Torra y el independentismo están poniendo en duda la gobernabilidad del país, dado que el Ejecutivo está dispuesto a aceptar como suyo cualquier planteamiento que venga avalado por las dos terceras partes del Parlamento catalán, tal y como, según su versión, Sánchez admitió el pasado miércoles en la sesión de control del Congreso.

Tras hacer una comparación entre la situación actual de Cataluña con la que hubo en su día con el País Vasco y partidos como Batasuna apoyando la violencia –“los CDR son la ‘kale borroka’ de antes”, el presidente del PP quiso dejar muy claro su rechazo a cualquier diálogo con la Generalitat actual. “No se puede dialogar con quienes dicen que somos víboras, carroñeros o hienas”, aseveró, “no con aquellos que quieren romper la convivencia, la unidad de España la igualdad de los españoles”. “Quien negocia con quien tiene secuestrada a la población catalana hace un acto repugnante, pero si el que negocia es el Gobierno, lo que hace es un acto de traición a España”, remarcó.

Frente a todo ello, Casado reiteró su idea de aplicar cuanto antes el 155 en Cataluña y convocar unas elecciones generales en las que espera ganar, a pesar de lo que dicen las encuestas, para volver a ser el partido “que creó ocho millones de empleos en dos legislaturas, acabó con la quiebra de las pensiones y la sanidad; y aprobó la prisión permanente revisable en franca y orgullosa soledad”.

Desde Castilla y León a Moncloa

Pablo Casado se dio ayer un baño de multitudes entre sus correligionarios de Castilla y León, el feudo en el que el PP ha sido siempre el partido más fuerte y “de donde partió todo hace 31 años, cuando Aznar ganó el Gobierno autonómico”. Delante de todos los candidatos a las nueve provincias y al ejecutivo regional para los comicios de mayo del año que viene, y arropado además por los cargos históricos de la comunidad y de los anteriores gobiernos del PP, como Jesús Posada, Juan José Lucas, Tejerina, Fernández de Mesa o el propio presidente Juan Vicente Herrera, el líder del partido quiso escenificar en su propia tierra el punto de partida en el camino hacia la Moncloa.

Tras poner a Castilla y León como el ejemplo de buena gestión en educación y sanidad, aprovechó también para cargar contra quienes ahora se lanzan contra la caza y los toros, “porque no le gusta a una ministra o porque le conviene quedar bien al presidente”. Desde la tierra de Miguel Delibes, “un cazador que escribía”, recriminó a quienes le tildan de “casposo” por ello y abogó por dejar que cada uno elija libremente lo que le guste o lo que quiera dentro de la ley.

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