Prudencia hacia la nueva normalidad

El Govern pisa el freno: no solicitará el lunes la fase 3 para Barcelona ni Lleida

La propuesta del departamento de Salud catalán recoge que solo pasen al siguiente escenario Cataluña Central y Girona, el resto del territorio seguirá en la fase 2.

Quim Torra
Quim Torra
EFE

El Govern catalán vuelve a optar por la prudencia en su camino hacia la nueva normalidad. La Generalitat propondrá al Ministerio de Sanidad que el próximo lunes sólo avancen a la fase 3 las regiones sanitarias de la Catalunya Central y Girona, por lo que Barcelona y su área y también Lleida tendrá que seguir una semana más en la fase 2. Según ha informado del departamento de Salud este lunes, tampoco avanzarán a la fase 3 las comarcas del Garraf y el Alt Penedés, que hoy se han integrado en la región metropolitana sur de Barcelona por cuestiones de movilidad, a pesar de que ya llevarán dos semanas en la fase 2.

Así, la propuesta del departamento de Salud, que se ha aprobado esta tarde en la reunión del Plan de Emergencias de Protección Civil de Catalunya (Procicat), es que el Camp de Tarragona, Terres de l'Ebre y el Alt Pirineu y Aran se mantengan la semana próxima en la fase 3, mientras que Lleida, la ciudad de Barcelona y las regiones metropolitanas norte y sur continuarían en la fase 2, junto con el Penedès y el Garraf. 

El anuncio de las autoridades catalanas llega en plena polémica sobre la gestión de la vigilancia de los nuevos casos en la región. Profesionales sanitarios, sindicatos, políticos y movimientos vecinales han criticado la decisión del Govern de externalizar el rastreo de posibles contagios, lo que ha agriado el día del avance de la desescalada de Barcelona y Lleida a la fase 2 y del Camp de Tarragona, el Ebro y el Pirineo a la fase 3.

La adjudicación directa, por vía de urgencia, sin concurso público, por 17,6 millones de los trabajos de seguimiento telefónico de los contactos de personas con COVID-19 a una empresa filial de Ferrovial, la misma que gestiona el teléfono Salud 061, ha desatado este lunes críticas al Govern, en el primer día en que toda Cataluña ha abandonado la fase 1.

La propia consellera de la Presidencia, Meritxell Budó (JxCat), ha instado al departamento de Salud que lidera Alba Vergés (ERC) a "escuchar" a la comunidad médica, contraria a esta adjudicación, y ha abierto la puerta a "modificar" la decisión. Budó ha hecho estas declaraciones a la cadena SER después de que el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, y el de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria, Antoni Sisó, exigieran rectificar esta externalización.

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