Convención psoe. El manifiesto aboga por una “cultura federal de colaboración” para dar estabilidad al estado autonómico


El Manifiesto Autonómico que mañana aprobará la Convención del PSOE y que será su programa marco para las próximas elecciones de mayo aboga por una “cultura federal de colaboración” entre comunidades autónomas y de estas con el Estado para dar “estabilidad” al modelo territorial.
El documento, de 21 páginas bajo el título “Lo que hay que hacer”, lo cerraron los dirigentes socialistas al filo de las diez de la noche del sábado dando por ello que ya no tendría modificaciones antes de la clausura de la Convención, a pesar de que los “barones” tenían prevista una cena para cerrar posibles flecos, junto al vicesecretario general del PSOE, José Blanco, y el secretario de Organización, Marcelino Iglesias.
Los socialistas catalanes habían hecho circular a lo largo del día varias de sus sugerencias, y finalmente el Manifiesto aboga por avanzar en los instrumentos de encuentro “para generar una cultura federal de colaboración basada en la multilateralidad como mecanismo habitual de relación sin perjuicio del tratamiento bilateral de los asuntos cuando lo requiera su naturaleza”.
En esa misma línea, aboga por institucionalizar la Conferencia de Presidentes Autonómicos “como órgano que se sume y complemente” a la ya creada por José Luis Rodríguez Zapatero, y reitera la necesidad de modificar la Constitución para convertir el Senado en la cámara de representación territorial que el estado autonómico “necesita”.
En el capítulo de propuestas concretas, proponen la fijación por ley de cada comunidad del techo de gasto de cada ejercicio, la armonización concertada de las cláusulas de contratación y concierto de servicios públicos, y el impulso de la contratación conjunta para reducir costes.
El Manifiesto subraya la utilidad demostrada por el estado de las autonomías en el desarrollo experimentado por España en los últimos treinta años, y la que deben seguir desplegando para acelerar y asegurar la recuperación económica y del empleo.
Por ello, creen que no es hora de “renegar” del modelo, sino de “multiplicar” las posibilidades de cooperación, concertación y lealtad institucional, por lo que se comprometen a “culminar y desarrollar plenamente las reformas estatutarias” y seguir reforzando la colaboración entre todas ellas y de ellas con el Estado.
Los socialistas consideran necesario “simplificar y homogeneizar” procedimientos administrativos y suprimir barreras técnicas en el funcionamiento del mercado, pero niegan que las comunidades hayan obstaculizado los intercambios comerciales entre ellas. De hecho, subrayan que el crecimiento del comercio entre territorios ha crecido un 29,9% en la última década, más de un punto por encima del incremento internacional.
En todo caso, llaman a seguir avanzando en el proceso de reducción de cargas administrativas y simplificación de trámites y se comprometen a reducir al máximo las “disparidades regulatorias” que no estén justificadas y que incidan negativamente en el desarrollo de la actividad económica.
NO "DESMONTAR" SERVICIOS
Lo que rechazan de plano es “cualquier proceso de desmontar los servicios públicos existentes o de reducir su calidad bajo el pretexto de la situación de crisis financiera o de necesidades de consolidación fiscal”.
Por el contrario, apelan a la cooperación y la concertación para reducir los costes de esos servicios pero aumentando su eficacia y siempre manteniendo su universalidad.
Los socialistas defienden el estado autonómico como una “pieza clave” en el desarrollo de España, que mantiene “su vigor y eficacia” para seguir avanzando en el crecimiento económico y en la atención a los ciudadanos.
No obstante, dada la necesidad de garantizar la eficacia en la gestión de los recursos, juzgan necesario “orientar el desarrollo autonómico hacia nuevas formas de actuación que, manteniendo su potencial de garantía de equilibrio y servicio al ciudadano”, preserven sinergias y eliminen “obstáculos, duplicidades y cargas injustificadas que existen en nuestro modelo regulatorio”.
Además, los objetivos de consolidación presupuestaria y de recorte del gasto público son “necesarios, que se imponen a toda administración por sí mismos y que todas las administraciones, también las comunidades autónomas, debemos asumir como propios”.
SUMAR ESFUERZOS
Hay que profundizar, dicen, en “la austeridad en el gasto”, reduciendo todos los que no incidan en la calidad de los servicios que prestan las administraciones, y en la “eficiencia en la gestión”, con fórmulas que permitan compartir los costes de los servicios aprovechando al máximo sus efectos.
Los socialistas llaman a las comunidades a sumar esfuerzos en proyectos comunes, especialmente en todo lo relacionado con la actividad económica, la recuperación del empleo, el mantenimiento de la calidad de los servicios públicos y la mejora del acceso de los ciudadanos.
En ese sentido, por ejemplo en el ámbito educativo, proponen acordar un sistema compartido de evaluaciones y un nuevo programa de formación inicial del profesorado. En el sanitario, una mejor atención a los cuidadanos que se trasladan entre comunidades, incluyendo la posibilidad de acceder al centro más próximo al domicilio, aunque esté en otra comunidad.
Se comprometen también a garantizar la aplicación efectiva del sistema de atención a la dependencia, a impulsar proyectos culturales concertados, y potenciar los convenios de cooperación entre administraciones en ámbitos como la teleasistencia, la ayuda domiciliaria o la atención a víctimas de violencia de género.
Asimismo, se comprometen a extender la validez y eficacia de decisiones, autorizaciones, permisos o licencias concedidas por una de ellas en actividades deportivas, caza, pesca o acceso a museos y bibliotecas.
Para contribuir al desarrollo económico, proponen fomentar núcleos de innovación conjuntos, y promover redes de centros de investigación y educación interautonómicos que permita “racionalizar el mapa de estudios universitarios y centros de investigación”.
Todo ello sumado a los compromisos ya expresados de actualizar los programas de formación de los desempleados, con programas específicos para menores de 25 años que ni estudian ni trabajan y para los que menos formación tengan.

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