Nuevo cambio de versión

Dina dice ahora que la tarjeta funcionaba para proteger a Iglesias ante la Justicia

dina bousselham
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EFE

Dina Bousselham ha movido ficha en el caso Villarejo. La exasesora de Podemos ha rectificado su testifical de la pasada semana en la que puso contra las cuerdas a Pablo Iglesias tras asegurar que recibió la tarjeta del teléfono que le robaron en 2015 en estado irrecuperable. Su testimonio llevó al magistrado Manuel García Castellón a retirar la condición de perjudicado a Iglesias del caso y advertir que con la destrucción de esa prueba se podía incurrir en delito. Apenas días después de la respuesta del magistrado, la exdirigente de Podemos ha vuelto a cambiar de versión para apuntar ahora que cuando Iglesias se la dio a mediados de 2016 ésta "funcionaba", disipando de este modo cualquier sospecha sobre él.

La implicación tanto de Pablo Iglesias como de Dina Bousselham en el caso Villarejo se remonta a marzo del 2019. Fue entonces cuando los agentes de Asuntos Internos encontraron, entre todo el material incautado en el domicilio del comisario, un pendrive con todos los datos del móvil de Bousselham. Se trataba de información personal, fotografías íntimas pero también documentos del partido así como capturas de pantalla de chats de los dirigentes de Podemos. Esto llevó al magistrado a proponer a ambos su personación como perjudicados. En su paso por el juzgado entonces denunciaron una campaña de las cloacas del Estado para desprestigiar a la formación morada.

Pablo Iglesias contó al juez que él recibió la tarjeta de su exaesora de manos del presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio. Él se la dio en enero de 2016 advirtiendo de que había llegado a sus manos de manera anónima y que no iba a publicar nada de su contenido al tratarse de información íntima y personal. El avance de las pesquisas y las testificales practicadas pudieron corroborar este extremo. Sin embargo, los agentes también constataron que esa misma tarjeta, que la propia Dina aportó al juzgado, estaba irrecuperable, lo que motivó su citación del pasado 18 de mayo. En esta nueva visita ante el juez, Dina reveló asuntos de calado tales como que recibió la tarjeta de manos de Iglesias completamente irrecuperable y medio años después de que a éste se la entregara Asensio. 

Las advertencias de juez

Además también dijo para sorpresa de los investigadores que los pantallazos que acabaron publicándose en prensa (tales como la conversación entre Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero sobre Mariló Montero) los hizo ella misma. No obstante, y a preguntas concretas de la Fiscalía Anticorrupción, negó que fuera ella quien los difundió y se limitó a decir que los hizo para guardárselos y reenviarlos a personas de su círculo más cercano. Sin embargo, estos cambios de versiones de una persona que ostenta la condición de testigo motivó que el magistrado le advirtiera que estaba declarando sobre un asunto serio y que su declaración terminaba "por el momento". 

Y así fue porque esta misma semana el magistrado tomaba cartas en el asunto y decidía retirar la condición de perjudicado de Iglesias asegurando que era "insostenible" seguir considerándole como víctima de Villarejo. No obstante, denegó la pretensión de la Fiscalía Anticorrupción de volver a llamar a declarar a Dina para que pudiera expresar su 'perdón' a Iglesias y advirtió de las numerosas contradicciones en las que había incurrido así como que dejó claro que, tras saber que muchos tenían en su poder los pantallazos filtrados a prensa, el foco ya no estaba solo en Villarejo sino que cualquier podía ser el autor de esa difusión, incluido Pablo Iglesias. 

Contradicciones como testigo

Ahora, su exasesora vuelve a protagonizar un nuevo cambio de versión para apuntar que Iglesias no tuvo nada que ver con cómo quedó la tarjeta. De este modo trata de diluir cualquier sospecha acerca de que pudo ser él la persona que borró el contenido del dispositivo, hechos que se pueden traducir en delitos de daños y revelación de secretos. "Debo decir que cuando se me entregó funcionaba, y comprobé que en su interior estaban contenidos de mi teléfono. Así, yo misma, con el fin de proteger mi intimidad, mi vida familiar y mi relación de pareja, accedí a los elementos de naturaleza más personal e íntimos y por ello puedo indicar que inicialmente funcionaba si bien no analicé ni contrasté su contenido", reza la exasesora de Iglesias en la nota remitida al juzgado y recogida por este diario. 

La verdad de los correos

Sin embargo, y aunque la intención de Dina es evitar que Iglesias tenga que rendir cuentas con la Justicia en caso de que así lo decidiera el instructor, lo cierto es que se ha puesto en una posición complicada teniendo en cuenta que ha cambiado en varias ocasiones de versión y que su declaración en sede judicial se ha producido siempre en calidad de testigo, figura que, a diferencia de un investigado, tiene obligación a decir verdad. Mientras tanto, la Policía Judicial analiza, a requerimiento expreso del titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, los correos que la pareja de Dina, Ricardo Sá Ferreira, se cruzó con una empresa española para lograr recuperar el contenido de la misma. 

El contenido de las comunicaciones y las fechas en que éstas se enviaron llevó al juez a reprender de nuevo a Bousselham por haber asegurado que llevó la tarjeta a Berlín para su arreglo y concluyó que todas las incongruencias hacían muy difícil determinar cuánto tiempo tuvo la tarjeta en su poder Pablo Iglesias. De hecho, barajó la posibilidad de que la hubiera tenido entre los meses de enero y agosto de 2016 o bien que la guardara en su poder 36 meses más, hasta marzo de 2019. De este modo, el magistrado sigue a la espera del análisis de todos estos correos electrónicos en aras a avanzar en esta pieza décima del caso Villarejo. 

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