Venecia o partidos del Atlético de Madrid

El juez rastrea los viajes de un socio de Villarejo y un cliente con lingotes de oro

García Castellón ordena a la Policía analizar estos desplazamientos y su forma de pago antes de cerrar la investigación sobre la actuación del comisario para recuperar las barras valoradas en 12 millones de euros.

Villarejo
El juez rastrea los viajes de un socio de Villarejo y un cliente con lingotes de oro.
Europa Press

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón investiga desde septiembre de 2019 la contratación del comisario José Manuel Villarejo por parte de un empresario vasco para que recuperara 12 millones de euros en lingotes de oro que había dejado en manos de su cuñado, al que acusaba de haberse apropiado de ellos. Tres años después, la investigación va más allá y el magistrado instructor, con el beneplácito de la Sala de lo Penal, ha ordenado a la Policía rastrear los viajes que uno de los socios del agente encubierto disfrutó junto con este cliente, que era dueño de un conocido restaurante de Madrid, que sirvió para realizar escuchas a determinados altos cargos públicos. Con estas diligencias, el juez pretende no dejar ningún cabo suelto sobre la relación personal que este empresario tenía con el 'clan Villarejo' antes de finiquitar la investigación centrada en presuntos delitos de cohecho y descubrimiento y revelación de secretos.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional requirió el pasado mes de abril a la Policía que activara los mecanismos de cooperación policial internacional e indagara en los viajes y estancias hoteleras que supuestamente Luis García Cancio pagó y realizó con el comisario Carlos Salamanca, amigo de Villarejo e investigado en alguna de las piezas separadas de la macrocausa 'Tándem'. Todo ello, después de que la expareja del empresario hiciera el pasado mes de marzo ante el juez una relación de estos desplazamientos y asegurara que su excompañero sentimental fue quien los sufragó. Así, ante la posibilidad de que estos hechos tuvieran una conexión con la investigación abierta, García Castellón aceptó la petición formulada por la Fiscalía Anticorrupción y acordó centrar las siguientes pesquisas en este sentido.

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal comparte este criterio y en una resolución con fecha del pasado 8 de julio, al que ha tenido acceso La Información, desestima los recursos presentados por los investigados, que defienden que los fiscales persiguen un objetivo prospectivo al tratarse de hechos de los que se tenían conocimiento desde 2020, pese a que se basan en "meras sospechas". Asimismo, subrayan que independientemente de que Salamanca se encontrara entonces en activo en la Policía Nacional (al igual que Villarejo), este funcionario y García Cancio mantenían una relación de amistad desde "hace más de 20 años".

Proyectos Ámbar y Lucán

Sin embargo, los magistrados de la Sala de lo Penal rechazan estos argumentos, así como la posible animadversión de la expareja del empresario, y entienden que la diligencia acordada por el juez encargado de investigar los negocios privados de Villarejo es acorde y encaja en la investigación que se desarrolla en el marco de la pieza separada número 14 de la macrocausa. En concreto, el juez tiene bajo lupa los encargos realizados por parte del dueño del restaurante madrileño en 2013 y 2015 al Grupo Cenyt, el entramado empresarial liderado por el agente encubierto, para 'rescatar' los 12 millones de euros en lingotes de oro que éste había dejado bajo la protección de su hermana y el marido de ésta mientras se encontraba en prisión en Italia -lo que se bautizó como 'proyecto Ámbar'-. 

García Cancio también requirió sus servicios para que intermediara a su favor en el conflicto que mantenía con la que fuera su pareja sentimental -denominado como 'proyecto Lucán'-, quien, poco después de que el juez comenzara a investigar el asunto de los lingotes, presentó una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción como víctima de "continuas coacciones, amenazas y engaños" llevadas a cabo por el 'clan Villarejo'y el empresario vasco para que reconociera una deuda de casi 2 millones de euros que, según dice, "nunca existió". En esta línea, la denunciante -personada en las actuaciones como acusación particular- ha relatado en distintos escritos que obran en el sumario de la causa, y en sede judicial, la relación de su expareja con Villarejo y Salamanca. Asimismo, señaló que este último mando policial y el empresario disfrutaron de vacaciones en Venecia en 2011 o de varios viajes cuando el Atlético de Madrid jugaba fuera de su campo.

Esta denuncia se incorporó a las pesquisas abiertas a raíz del hallazgo de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional de una carpeta con información sobre el 'proyecto Ámbar', en el domicilio de Rafael Redondo, el abogado socio de Villarejo en Cenyt. Los documentos incautados detallaban que los servicios del agente encubierto irían encaminados a rastrear las cuentas bancarias de los familiares de García Cancio, así como hacer un seguimiento de sus rutinas, según informó 'El Independiente'. Asimismo, los investigadores indicaron en un oficio presentado ante el juez en mayo de 2020 que entre diciembre de 2015 y abril de 2017 -seis meses antes de que el polémico policía fuera detenido- el empresario transfirió 57.2oo euros a Stuart & Mckenzie, una de las sociedades del entramado del comisario retirado.

Lugar estratégico para el CNI

Villarejo declaró sobre estos hechos en julio de 2020 y admitió que conoció a García Cancio en los años 70 en el País Vasco, pero sin dar detalles de los servicios prestados. En este contexto, reveló que el restaurante de cocina vasca que el empresario tenía en Madrid había sido un lugar estratégico para el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), ya que colocó un equipo de grabación en sus reservados, frecuentados por personajes públicos de relevancia, incluso por el propio comisario jubilado. 

Todo ello guardaría una estrecha relación con la denuncia de la expareja de García Cancio, que asegura que no tiene duda de que Cenyt fue contratado para "amedrentarla", ya que sabía perfectamente de los vínculos que existían con el agente encubierto, así como con Carlos Salamanca. Así, en una de sus declaraciones como testigo en 2019, la denunciante explicó que el empresario hablaba con asiduidad con Villarejo y que trató directamente con él el asunto de los lingotes de oro, mostrándole los gastos que tenía su hermana como prueba de la apropiación de los mismos.

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