El nuevo fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, reclamó hoy en el Congreso de los Diputados la consecución de un “cambio legislativo trascendental, urgente e imprescindible” para que la Fiscalía se haga cargo de la instrucción de las causas judiciales en sustitución de los jueces.
Torres-Dulce, en su comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, aseguró que esta tarea debe llevarse a cabo “con el máximo consenso” y con una “cuidadosa planificación”, estudiando para ello las experiencias en este sentido de otros países europeos, en los que son los fiscales, y no los jueces, los que se encargan de las investigaciones judiciales.
El nuevo fiscal general señaló aún así que en el nuevo modelo de instrucción se debe mantener la figura del juez como garante de los derechos fundamentales, especialmente de “la igualdad de armas” entre las partes.
Subrayó en este sentido que para conseguir un modelo judicial en el que el Ministerio Público se haga cargo de la investigación e instrucción de las causa, se debe reforzar “la autonomía” de la Fiscalía para hacerla “creíble y eficiente”.
El nuevo jefe de la Fiscalía General del Estado reclamó, en definitiva, una “independencia real” de la Fiscalía “frente a los poderes públicos, especialmente frente al Gobierno”.
Justicia agil
Torres-Dulce aseguró que este modelo redundaría en una mayor economía procesal y reduciría las “dilaciones” en los procesos que “comprometen la finalidad” de la actuación de la administración de justicia.
La comparecencia de Torres-Dulce tuvo lugar en virtud de la reforma del Estatuto Orgánico del Ministerio Público realizada en el año 2007, aplicada ya en el segundo mandato de Cándido Conde-Pumpido, y que establece que el nombramiento del fiscal general del Estado debe contar con el informe preceptivo de la Comisión de Justicia y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Fuentes de la Fiscalía indicaron a Servimedia que está previsto que Torres-Dulce acuda el próximo lunes al Palacio de la Zarzuela para jurar su cargo ante el Rey y que, posteriormente, tome posesión del cargo ante el Pleno del Tribunal Supremo.
Modernización
Torres-Dulce aprovechó además su comparencia ante la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados para solicitar que se lleve a cabo una “modernización” de la administración de justicia y de la Fiscalía, especialmente en el apartado de medios tecnológicos.
Subrayó, en este sentido, la necesidad de eliminar las “incompatibilidades” entre los sistemas informáticos de las distintas comunidades autónomas y destacó el retraso en la “digitalización de los procedimientos”, un apartado en el que “queda mucho terreno que recorrer”.
Torres-Dulce pidió que en esta tarea se tenga como ejemplo los “modelos eficaces” que se utilizan en la Agencia Tributaria o en la Seguridad Social.
Reforzar el estatuto
El nuevo fiscal general también reclamó un reforzamiento del Estatuto del Ministerio Público, cuya última actualización data de 2007. El objetivo de esta reforma sería, según dijo, reforzar los principios de legalidad, imparcialidad, unidad de actuación y dependencia jerárquica que rigen el funcionamiento de la Fiscalía en España.
Sugirió una mayor autonomía presupuestaria para la Fiscalía y una mayor participación en la formación inicial y continuada de los fiscales. También abogó por dotar de mayor relevancia al Consejo Fiscal “como órgano representativo de los fiscales”, ya que entiende que es un “contrasentido” que en la actualidad su labor sea “una mera tarea de asesoramiento” frente la “supremacía” del fiscal general del Estado.
Libro blanco
Asimismo, anunció la elaboración de un nuevo “libro blanco” de la Fiscalía, un documento que debe servir de “radiografía” del Ministerio Público.
La edición de un nuevo libro blanco que actualice al realizado en 1995 debe servir para hacer un “chequeo” de la Fiscalía en el que se describa “la realidad” de la institución para poder “afrontar el futuro”.
Torres-Dulce, al igual que hiciera su predecesor, Cándido Conde-Pumpido, destacó en su discurso que “la especial trascendencia del cargo” para el que ha sido designado “se revela por la concurrencia” en su nombramiento “de los tres poderes del Estado”, el legislativo, el ejecutivo y el judicial.
El nuevo jefe del Ministerio Público también tuvo un momento para recordar en su discurso a los fiscales Carmen Tagle y Luis Portero, asesinado por ETA.
Aval del CGPJ
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) avaló el pasado 10 de enero por unanimidad el nombramiento de Torres-Dulce como fiscal general del Estado.
Los 18 vocales del CGPJ que conformaron el pleno extraordinario avalaron por unanimidad el nombramiento al tener en cuenta que Torres-Dulce reúne “todos los requisitos legales” para liderar la Fiscalía General del Estado y subrayó su “dilatada trayectoria profesional”.
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