España y Marruecos aúnan esfuerzos para liberar a los cooperantes

Marta Miera

Rabat, 25 oct.- Los ministros de Exteriores de España y Marruecos destacaron hoy en Rabat que la estrecha cooperación que mantiene los dos países en materia antiterrorista puede ser de gran utilidad para resolver el secuestro de los cooperantes españoles en Tinduf (sur de Argelia).

Durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo marroquí Taib Fasi Fihri, Jiménez afirmó que "como ya ocurrió en otras ocasiones, la cooperación de Marruecos puede ser de gran utilidad" en la puesta en libertad de Enric Gonyalons y Ainhoa Fernández secuestrados junto a la italiana Rossella Urru en los campamentos saharauis la noche del pasado sábado.

En su primera visita a Marruecos como jefe de la diplomacia española, la ministra destacó que "España trabaja intensamente con todos los gobiernos de la región para ayudar a que las gestiones puedan concluir en la liberación de los cooperantes".

Respecto a las informaciones que circulan sobre el hecho de que el triple secuestro es obra del grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Jiménez insistió en no aventurarse con hipótesis sobre autorías o informaciones que no se han podido contrastar.

La ministra de Asuntos Exteriores informó de que España ha pedido a la ONU enviar una comisión que valore la situación de seguridad en los campamentos saharauis de Tinduf. "Se ha producido un hecho grave y tenemos la obligación y la responsabilidad, como gobierno, de que se aumenten y extremen las medidas de seguridad", indicó.

En una acusación velada a Argelia -que excluyó a Marruecos de su última reunión regional en Argel parar tratar el terrorismo en la zona del Sáhara-Sahel- Fasi Fihri destacó que el país vecino "tiene la obligación de asegurar la protección de todas las personas que se encuentran sobre su territorio" y sentenció que "es una responsabilidad de Estado".

El secuestro se produjo en una región del suroeste argelino lindante con la frontera marroquí, y en la que se asientan los campos de refugiados saharauis favorables al Frente Polisario, lo que convierte la zona en especialmente sensible a las turbulencias políticas de las siempre complicadas relaciones marroquí-argelinas.

Además, el titular de Exteriores insistió en que "la situación se ha agravado con la creciente conexión entre las actividades de AQMI y otros grupos como Boko Haram en Nigeria o las milicias de Al Chabab en Somalia".

Por otro lado, Jiménez felicitó a Marruecos por "su reciente victoria" al ser elegido miembro temporal del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, un hecho criticado por el Frente Polisario, que considera que su presencia en el Consejo puede suponer un conflicto de intereses, ya que es un órgano que tiene en su agenda de trabajo la resolución del conflicto del Sahara Occidental, del que son parte.

Sobre este asunto, Fasi Fihri se mostró tajante al subrayar que " a Marruecos no le hace falta formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU para trabajar en la marroquinidad del Sahara".

Por último, Jiménez afirmó que Marruecos está mostrando una gran madurez en las reformas que se están produciendo en la región y agregó que "es el país que con mayor antelación empezó el proceso de cambio. Un ejemplo para el resto de países árabes en el mediterráneo".

La visita de la jefa de la diplomacia española, de dos días de duración, sucede a la que llevó a cabo ayer el ministro de Educación español, Ángel Gabilondo, y a la del pasado 4 de octubre por el ministro del Interior, Antonio Camacho.

Jiménez, con una intensa agenda, tiene previsto reunirse esta tarde con el ministro de Finanzas, Salahedín Mezuar, los presidentes de las dos cámaras legislativas y con el presidente de la Comisión Consultiva de la Regionalización (CCR), Omar Azziman.

Mañana, la ministra desayunará con empresarios españoles, se encontrará con el primer ministro, Abás al Fasi y visitará el Mausoleo de Mohamed V, padre de Hasan II y abuelo del actual monarca.

La ministra española ha viajado a Rabat, pocas semanas antes de que concluya la presente legislatura, y en un momento en el que las relaciones entre ambos países atraviesan una fase de tranquilidad, a la que contribuyó el viaje del rey Juan Carlos a Marraquech tras el atentado en esta ciudad el 28 de abril y que dejó 17 muertos y 21 heridos.