Sondea al equipo de Rajoy

Feijóo busca su guardia pretoriana para liderar al PP sin escaño en el Congreso

Uno de los principales retos del presidente gallego tras su desembarco en Génova será no perder la voz dentro del Congreso. El tándem con Ayuso y el apoyo territorial serán clave. 

El presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, atiende a la prensa en San Cibrao das Viñas (Ourense) a su salida de una visita a la fábrica de Aceites Abril. EFE/Brais Lorenzo
Feijóo busca su guardia pretoriana para liderar al PP sin escaño en el Congreso.
Agencia EFE

Con el paso de las horas y las dimisiones en el núcleo duro de un debilitado Pablo Casado, cada vez más miradas apuntan a Alberto Núñez Feijóo como el capitán encargado de enderezar el rumbo del Partido Popular de cara al ciclo electoral que se iniciará con los comicios de Andalucía y que, si todo sigue su curso, culminará en un duelo cara a cara con Pedro Sánchez por La Moncloa en 2023. "Tenemos que estar a la altura y tomar decisiones, yo entre ellos", afirmaba ayer el dirigente gallego, que ya ha empezado a sondear los nombres que conformarán su guardia pretoriana de cara al difícil reto de hacer oposición al presidente sin disponer de un escaño en el Congreso de los Diputados. 

La crisis en la que anda sumida la formación conservadora desde hace una semana, cuando comenzó el fuego cruzado entre Casado y la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, ha presentado a Feijóo una gran oportunidad para alcanzar el liderazgo nacional del PP de la forma que siempre ha preferido: por aclamación y sin tener que batirse con otros candidatos. El paso adelante del político ourensano, autor de cuatro mayorías absolutas en Galicia, cuenta con el apoyo total de las estructuras territoriales del partido, que ven en él la mejor -y casi la única- opción para curar las heridas de los populares. 

Pocos en el actual PP pueden poner sobre la mesa una sucesión de triunfos tan irrefutables como Feijóo, que se ha erigido en una figura capaz de frenar el avance de los movimientos de corte nacionalista desde que tomase el liderazgo del partido en Galicia en 2006. De hecho, en las últimas elecciones autonómicas el BNG pasó a ser la segunda fuerza política de la región, pero a más de 23 escaños de diferencia del hasta ahora máximo dirigente de los populares gallegos. De igual forma, el partido confía en un carácter, el de Feijóo, alejado del populismo, una cualidad que ha formado parte de la receta ganadora que ha llevado al Gobierno a los últimos presidentes populares y que lo convierte en un referente moral del PP.

Tándem con Ayuso

Desde el PP confían precisamente en la sinergía que Feijóo puede llegar a construir con la presidenta Ayuso, una de las líderes más carismáticas del partido pese a la sombra de las facturas de su hermano, pero con un estilo radicalmente opuesto al suyo. La dirigente madrileña, que parece cerca de conseguir la dirección del partido en la Comunidad, deberá asumir el papel de azote del Gobierno de Sánchez y encargarse de lanzar los mensajes más duros contra el Ejecutivo. Nada nuevo para una Ayuso, convertida en la punta de lanza de los presidentes autonómicos del PP contra La Moncloa, especialmente en todo lo referente a las restricciones durante la pandemia, pero también en materia económica con su apuesta por una fiscalidad reducida al mínimo.

Porque la fuerza de Ayuso en la capital debe suplir uno de los mayores quebraderos de cabeza para Feijóo de cara a su incipiente salto al despacho de la séptima planta de Génova 13: el no tener un escaño en el Congreso, donde gozaría de la exposición pública y la capacidad de confrontar con Pedro Sánchez. Precisamente este es el principal dilema del mandatario gallego, que busca a ese equipo que, en el Congreso y en la dirección, se convierta en su voz para poder mantener al PP como el principal partido de la oposición. Feijóo tiene la opción de rodearse de caras nuevas de la formación, emulando al presidente del Gobierno en su remodelación del Ejecutivo, o bien apostar por exministros y figuras destacadas de la formación durante el mandato de Mariano Rajoy. 

Opte por una estrategia u otra, lo que parece claro es que el PP necesita una figura destacada en el Congreso que mantenga a los populares como la principal voz de la oposición, ante un Vox fortalecido por los últimos resultados electorales que ahora tiene ante sí la oportunidad de erigirse en el principal azote del Gobierno en el Hemiciclo, mientras sigue captando adeptos entre votantes descontentos del PP por los problemas internos del partido. 

Por si fuera poco, el líder gallego deberá tener en cuenta las jugadas y cálculos electorales que se puedan estar llevando a cabo ya desde hace unos días desde el Palacio de La Moncloa. La inestabilidad del PP supone un nuevo incentivo para que Pedro Sánchez decida poner punto a final a la legislatura y adelantar las elecciones generales  -previstas originalmente para el último trimestre de 2023- en un momento de gran fortaleza para el PSOE, líder en todas las encuestas, con el aliciente de los fondos europeos y sin la carga de la gestión de los momentos más duros de la pandemia, cada vez más alejada del imaginario colectivo de los españoles. El anhelo del presidente de llegar al segundo semestre de 2023, cuando España asumirá la presidencia rotativa de la Unión Europea, con una recién estrenada victoria electoral ante una derecha debilitada por sus guerras internas, convierte el adelanto de los comicios en un escenario real que debe contemplar Feijóo, al que no le va a faltar trabajo para su esperado desembarco en Madrid.  

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