Felipe González también avisa a Pedro Sánchez

    • El posicionamiento de un líder frente a su sucesor, solo ha ocurrido de manera explícita y abierta en el PP, cuando José María Aznar ha desmerecido a Rajoy.
    • Felipe González marca también a Sánchez, con sutilezas públicas y en contactos privados. No le dirá ante oídos ajenos lo que debe hacer.
Pedro Sánchez defiende ante el Comité Federal aplazar el congreso que los críticos quieren convocar ya
Pedro Sánchez defiende ante el Comité Federal aplazar el congreso que los críticos quieren convocar ya

El posicionamiento de un líder retirado frente a su sucesor solo ha ocurrido de manera explícita y abierta en el Partido Popular, cuando José María Aznar ha desmerecido con declaraciones a Mariano Rajoy. En otros partidos, las amonestaciones y los consejos se han vehiculado con sordina, pero eso no quiere decir que no lleguen a su destino y que los receptores no se vean afectados, especialmente ante las cúpulas dirigentes y los más influyentes militantes. Desde antes de las elecciones, a Pedro

Sánchez le están enviando mensajes cifrados de advertencia que en el mundillo político provocan una riada de interpretaciones. La más asidua mensajera es Susana Díaz, que solo tiene que poner por delante su garantía de la unidad de España para que se entienda que le está instruyendo sobre el deber de evitar a los partidarios de los referéndums, última moda de los radicales.

Felipe González marca también a Sánchez, con sutilezas públicas y en contactos privados. No le dirá ante oídos ajenos lo que debe hacer, pero el viejo líder socialista es de los que no dan puntada sin hilo.

Se le ha prestado poca atención mediática, aunque mucha en ciertos ambientespolíticos, al artículo que publicó el sábado en El País titulado La destrucción de Venezuelaen el que acusa a Nicolás Maduro de maniobrar toscamente tras la victoria de la oposición y de ser un gobernante incapaz:

"El Gobierno de Maduro –escribe- ha llevado a Venezuela a una situación insoportable, tanto desde el punto de vista social y económico, como en materia de seguridad ciudadana, de libertades democráticas o de corrupción generalizada". A muchos no les resulta casual la nueva reprobación de González cuando Sánchez mantiene sin despejar su duda acerca de una alianza con Podemos, el partido más cercano al régimen chavista.Sánchez no ha variado su posición preelectoral

Sánchez no ha variado su posición preelectoral de rehusar el acuerdo con el Partido Popular y el intento postelectoral de gobernar con el apoyo de una mezcla de partidos a su izquierda. En la primera parte de su estrategia, su partido le mantiene el apoyo, pero en cuanto a la segunda le están previniendo diversas voces.

Para advertirle sobre Podemos no tienen que esforzarse mucho porque la formación de Pablo Iglesias sigue retratándose como un partido poco aficionado a los usos democráticos al rechazar de nuevo su condena a Maduro y sus intentos contra el resultado electoral: se ha negado a firmar un manifiesto por la defensa de la democracia en Venezuela que sí han suscrito PP, PSOE, Ciudadanos, UPyD y PNV.

Posiblemente Sánchez, ayudado por compañeros preocupados, que no son pocos junto con González, haya caído ya en la cuenta de que una alianza con Podemos y demás organizaciones populistas e independentistas –porque solo con ellas podría conseguir una mayoría- entraña un serio riesgo no ya solo para él sino para su propia organización, pero la negativa a estudiar un pacto con el PP, incluso a mantener una negociación civilizada con él, conduce al país a una parálisis política de la que solo se podría salir con nuevas elecciones. Sánchez ha mostrado una testarudez que no ayuda a resolver el serio problema de la gobernación que tiene España.

En este escenario es en el que adquieren máxima importancia la vieja guardia del socialismo, que sabe a lo que compromete la responsabilidad de gobernar, y los dirigentes más sensatos, que quieren evitar la temerariaaventura de los experimentos.

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