Mariano Rajoy, el ya expresidente del Gobierno, decidió hoy dar un paso adelante y abandonar la presidencia del Partido Popular, al que según señaló, ha dado 40 años de su vida. Rajoy deja la máxima responsabilidad en el partido después de una 'semana negra' que acabo con su Gobierno tras el triunfo de la moción de censura de Pedro Sánchez.
Rajoy dio las gracias a su partido por todos estos años de trabajo, realzó la gestión económica de su Gobierno y destacó que deja un país mejor del que encontró. El responsable del PP afirmó, además, que lo sucedido tras la moción de censura socialista es un precedente preocupante.
Con respecto a su marcha, declaró que era lo mejor "para mí, para España y para el partido. Lo demás no importa nada". En su discurso señaló que nunca habló del pasado y que ahora tampoco lo haría. "He asumido mis errores y los que no eran míos", dijo.
Tras cuatro décadas en la vida pública, Mariano Rajoy pone punto y final a su etapa, en la que ha sido desde concejal en Pontevedra hasta presidente de Gobierno durante siete años. "El PP debe seguir escribiendo su historia bajo la dirección de otra persona", dijo y añadió que va a convocar una junta directiva nacional para que a su vez ponga en marcha un congreso extraordinario que elija a su relevo. Resaltó que no hará cambios ahora en la estructura orgánica del partido ni en el grupo parlamentario porque entiende que eso lo debe hacer ya su sucesor.
También aseguró que cumplirá sus funciones como presidente del partido hasta el día en que sea elegido su sucesor y dada la situación en la que se encuentra lo va a hacer "con la prudencia y el grado de intervención que es debido" que, según ha dado a entender, será el mínimo.
Moción de censura
El expresidente del Gobierno destacó que se ha sentado un "precedente grave" en la historia de la democracia española con la victoria de la moción de censura que presentó y ganó Pedro Sánchez, "alguien que nunca ha triunfado en unas elecciones". En su discurso ante el Comité Ejecutivo Nacional, cuatro días después de perder el Gobierno, indicó que el Gobierno nace con "debilidad extrema" y con "pésimos compañeros de viaje", también por primera vez en la historia de España. Agradeció las muestras de apoyo y de cariño tras haber perdido el Gobierno. "Antes de políticos somos personas y yo me he sentido reconfortado por vuestro apoyo", dijo visiblemente emocionado.
Rajoy comenzó su comparecencia criticando la inestabilidad del gobierno de Sánchez. "Va a gobernar alguien que no ha ganado las elecciones. Rechazado sistemáticamente por los españoles. No es menos cierto que ese comportamiento, el de no gobernar la lista más votada, no había llegado al Gobierno. Llega al Gobierno una lista que perdió las elecciones, y no por poca distancia. El PSOE ha dilapidado toda su herencia con el peaje de ir acompañado por los independentistas y por Bildu. Que no es poca cosa. No son los españoles los que han censurado al PP, sino nuestros adversarios políticos. Esto es importante. En los últimos años siempre han elegido como lista más votada al PP. No sabemos cual es el programa de este nuevo Ejecutivo", afirmó.
"Está por ver que pueda tener una mayoría para gobernar. Ninguno ha pensado en el interés general. Han podido construir una mayoría de rechazo al PP, pero vamos a ver como gobierna. Resulta inquietante la fragilidad política de Sánchez y su gobierno. Nosotros siempre planteamos una mayoría estable. Le ofrecimos formar parte del gobierno. Lo mismo que sucede en Alemania. Sánchez nunca renunció al gobierno Frankestein", destacó.
En su discurso, volvió a insistir que el PP no fue condenado por la Gürtel aunque "hemos tenido casos graves de corrupción. Sin duda". Y reiteró que los españoles avalaron su proyecto. "Lo importante en democracia es saber utilizar el poder en beneficio de los ciudadanos. Ningún gobierno tuvo que enfrentarse a lo que nos hemos enfrentado. Para esta tarea, en los momentos más complicados, nos eligieron". Respecto a Cataluña, ensalzó su gestión. "Hemos impedido que Puigdemont fuera presidente de nuevo tras su fuga. Hemos podido cometer errores, pero el balance en Cataluña es que no hubo independencia ni Puigdemont es presidente". También criticó a Ciudadanos, del que dijo que su victoria en Cataluña "no le ha valido para hacerse fuerte en la región".
Por otro lado alabó su gestión económica, diciendo que la situación "era completamente distinta a la de ahora. Hoy la visión de España es opuesta a la existente cuando llegamos. La situación más complicada de los últimos años le tocó dirigirla a un gobierno del PP. También conviene tener estas cosas presentes". Respecto al final de ETA, declaró que lo más difícil es "quedarse quieto cuando toca. Mantener tu criterio cuando toca". Con el rescate económico, "pasó lo mismo", dijo. "No dijeron que nos acogiéramos a ese rescate. No lo hicimos y acertamos", subrayó.
Por último, finalizó diciendo que estará a "la orden de quién eliga el partido". Sus compañeros le brindaron una gran ovación mientras el ya expresidente se mostraba emocionado y algo ruborizado por los aplausos de su Ejecutiva.
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