La Casa del Rey cree razonable que don Juan Carlos sea aforado

  • La Casa del Rey considera "razonable" que, una vez consumada su abdicación, don Juan Carlos disfrute de aforamiento, el mismo estatus jurídico reservado a parlamentarios y miembros del Gobierno, pero no cree necesario que sus futuras funciones sean reguladas por un estatuto específico.

Madrid, 5 jun.- La Casa del Rey considera "razonable" que, una vez consumada su abdicación, don Juan Carlos disfrute de aforamiento, el mismo estatus jurídico reservado a parlamentarios y miembros del Gobierno, pero no cree necesario que sus futuras funciones sean reguladas por un estatuto específico.

Un portavoz de Zarzuela ha explicado hoy en un encuentro informativo que será el nuevo rey Felipe VI quien asigne las tareas de su padre en este nuevo período, así como sus recursos económicos y los de la Reina Sofía, y ha apuntado que podría actuar, de acuerdo con el Gobierno, como privilegiado interlocutor internacional.

Sí está claro que no utilizará ningún título nobiliario de la Corona, como el de Conde de Barcelona, y que el tratamiento de los actuales Reyes será determinado por un decreto del Gobierno.

La misma fuente ha considerado oportuno el aforamiento del actual Rey para "evitar disparates", una figura que no supone inmunidad ni el mantenimiento de la inviolabilidad, que para sus futuras acciones perderá cuando deje el trono.

Zarzuela ha dado también algunos detalles del proceso que arrancó cuando el pasado mes de enero, tras su cumpleaños, el Rey decidió "pasar el testigo al Príncipe" a lo largo de este año.

Fue una decisión "personalísima", según la misma fuente, que tomó el Monarca, quien antes de ese mes de enero no se la había planteado, y tras la que no había "ninguna segunda intención".

Una vez madurada y después de que la Casa analizara los pasos a dar, a finales de marzo se lo comunicó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y seguidamente al jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya en abril, para que le dieran su opinión sobre lo que había decidido y sobre el mejor momento para materializarlo.

El resultado de los comicios europeos del 25 de mayo, con un desgaste de los dos principales partidos, especialmente del PSOE, cuyo líder será relevado en julio, no ha influido en la elección de la fecha de la abdicación, que el Rey acordó con Rajoy y Rubalcaba.

Los criterios para abordar todo el proceso eran garantizar su "juridicidad" y evitar que interfiera en el debate político y la vida parlamentaria; al considerar el otoño "complicado", según el portavoz, y descartar 2015 por ser año electoral, quedó junio como el mes idóneo para hacer efectiva la abdicación de Juan Carlos I.

Se ha mostrado hoy muy prudente el portavoz al anunciar la fecha en que tendrá lugar la proclamación de Felipe VI en sesión conjunta del Congreso y el Senado, ya que la Cámara alta aún no ha fijado cuándo aprobará la ley orgánica de abdicación que el Congreso debate la semana que viene, el 11 de junio.

Una vez aprobada por el Senado, Zarzuela prevé que al día siguiente la norma sea sancionada por el Rey, en su último acto oficial como jefe del Estado.

Será en una ceremonia revestida "de alguna solemnidad" en el Palacio Real, para al día siguiente celebrar la sesión conjunta parlamentaria que proclamará a Felipe VI.

El Príncipe de Asturias pasará a ser rey la víspera, en cuanto su padre firme la ley orgánica y automáticamente reemplazará a don Juan Carlos como capitán general de los Ejércitos y jefe supremo de las Fuerzas Armadas.

En la ceremonia, el nuevo rey pronunciará un discurso "de fondo" donde expondrá las ideas que tiene para su reinado, que está preparando con la ayuda de su equipo de Zarzuela y al que el Ejecutivo podrá hacer aportaciones.

"A partir de ahí comienza un período en el que la voz la lleva el nuevo rey, que tendrá que marcar las prioridades de su estilo y su reinado", ha remarcado la Casa Real.

No habrá misa tras la proclamación, como ocurrió en 1975 después de la entronización de Juan Carlos I, aunque sí un desfile militar a las puertas del Congreso.

Además, no está previsto invitar a jefes de Estado extranjeros, ni tampoco a representantes de otras Casas Reales, y no se sabe si en el Palacio de las Cortes estarán presentes don Juan Carlos y doña Sofía ni las hermanas de don Felipe, las infantas Elena y Cristina.

En los meses siguientes, julio y agosto, los nuevos Reyes emprenderán un intenso programa de viajes de presentación en España y por otros países, posiblemente comenzando por los más cercanos, como Francia, Portugal o Marruecos.

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