Los ganaderos se defienden

Desmontando a Garzón en la crisis de la carne: "El ministro manipula los datos"

El sector niega la mayor y condena al ministro por responsabilizarles del cambio climático con "datos inexactos". Su actividad representa el 7,8% del total de emisiones de gases de efecto invernadero.

Garzon
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Europa Press

Un simple 'hashtag' en Twitter bastó al ministro de Consumo, Alberto Garzón, para provocar un incendio en la España rural -cuyas cenizas se han extendido al Gobierno de coalición-. La etiqueta que acompañaba al vídeo difundido este miércoles rezaba "#MenosCarneMásVida". Con ello, Garzón animaba a consumir menos carne porque "el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la ganadería" y advertía que para producir un kilo de carne de vaca se requieren 15.000 litros de agua.

En resumen, Garzón pedía a los españoles que no coman tanta carne porque su consumo excesivo perjudica su salud y la del planeta. Los ganaderos niegan la mayor y condenan que se les responsabilice del cambio climático. "El ministro tergiversa los datos: somos precisamente los ganaderos quienes protegemos el medio. El medio ambiente y el medio rural", sentencian ganaderos asturianos. "El ministro miente y manipula la opinión pública. El sector cárnico de este país no es el causante del calentamiento”, dice por su parte Marta García, propietaria de la ganadería cántabra Val del Mazo.

"Mantenemos, como es nuestro caso, una ganadería con cuatro sellos de calidad. Razas autóctonas, una producción artesanal, extensiva, de montaña, ecológica, que protege la biodiversidad en los montes...", enumera Marta. En la montaña oriental cántabra, Marta García (diputada por Ciudadanos en el parlamento regional) y Rubén Seco mantienen desde hace dos décadas su ganadería vacuna, en la que cuentan con cerca de 100 vacas reproductoras y otros tantos terneros de la especie Casina.

Tras la recomendación de Garzón, el propio ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, afirmó que que la campaña "es tan errónea como la del azúcar mata" y tachó de injusto señalar con el dedo al sector cárnico, que considera parte de la riqueza de España. Incluso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respondió el jueves desde Lituania a su ministro de Consumo diciendo que para él un chuletón ‘al punto’ es algo "imbatible".

Sin embargo, "de aquellos polvos vienen estos lodos", replica el sector ganadero, que recuerda que el pasado mayo, en la presentación del documento España 2050, Pedro Sánchez ya recomendaba consumir menos carne y hacía responsable al sector del incremento de los gases de efecto invernadero. "Es lamentable la criminalización que hace el Gobierno de un sector estratégico para España como es el ganadero", aseguran desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). Para la organización, el Gobierno parte de "datos parciales e inexactos" que se toman como base para unas "desafortunadas" recomendaciones en torno a la restricción del consumo de carne y el impacto de la ganadería en el medio ambiente.

Y es que en España, según los propios datos oficiales del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la producción ganadera de carne representa únicamente el 7,8% del total de emisiones de GEI de nuestro país (el 9,1% en el total de la producción ganadera, teniendo en cuenta también la lechera). Por el contrario, el transporte supone el 27% de esas emisiones, seguido por la industria con un 19,9%, la generación de electricidad (17,8%), el consumo de combustibles (8,5%) o los procesos industriales y uso de otros productos (8%).

Además, apuntan desde las organizaciones agrarias, "el ganado de todo tipo pastorea más de 25 millones de hectáreas, que son áreas no aptas para la agricultura y no se destinan ni pueden destinarse a este fin”. Por otra parte, el pastoreo es "fundamental para la prevención de los incendios forestales, así como para una mayor diseminación de nutrientes y el consiguiente aumento de la fertilidad del suelo". Destacan, además, que la ganadería es “un ejemplo de economía circular”, con actividades como el aprovechamiento como coproductos para la alimentación del ganado de subproductos de producciones vegetales destinadas a uso humano, o la gestión eficiente de estiércoles y purines como subproductos con una importante utilidad agronómica como fertilizantes orgánicos de cultivos.

Según los datos de las organizaciones agrarias, el sector ganadero-cárnico es “motor económico y social de la España rural”. La ganadería emplea de forma directa a más de medio millón de personas y las industrias cárnicas y el comercio minorista a cerca de 200.000 empleados. La actividad ganadera se desarrolla en más de 350.000 granjas de toda la geografía nacional que hacen una aportación de 16.000 millones de euros a la Producción Final Agraria, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En resumen, en el conjunto del sector, estaríamos hablando de "casi el 2% del PIB español".

En 2020, España produjo un total de 7,6 millones de toneladas de carne, frente a los 7,2 millones de 2019, según la encuesta de sacrificio de ganado en mataderos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y los hogares españoles incrementaron el consumo de carne en un 10,5% anual, hasta sumar 2.305,25 millones de kilos. El consumo per cápita se acercó a los 50 kilos (49,86 kilos per cápita al año).

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) aconseja un consumo moderado de carne, entre dos y cuatro veces por semana, ya que una ingesta continuada y excesiva puede relacionarse con problemas de salud, teniendo en cuenta que la carne es fuente importante de proteínas y otros nutrientes. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha recomendado comer menos carne, pero también ha reiterado que "España es el país con mayor esperanza del mundo. Algo tendrá que ver la dieta actual", replica el presidente de la Unión de Agricultores y Ganaderros de Navarra (UAGN), Félix Bariáin.

La Coordinadora de Asociaciones de Agricultores y Ganaderos, por su parte, recuerda que todos los indicadores internacionales reflejan que “el patrón de dieta y de estilo de vida de nuestro país es de los más adecuados del mundo” y ofrece perfiles que sitúan a España a la cabeza mundial: “España es el país más saludable del mundo (según el ranking de Bloomberg, Healthiest Country Index) y el país con mayor esperanza de vida juanto a Japón y Singapur (según el IHME de la Universidad de Washington y la prestigiosa revista científica The Lancet)”.  La carne y los derivados cárnicos, junto con los demás grupos de alimentos (productos lácteos, frutas y hortalizas, frutos secos, legumbres, semillas y pescado) y un estilo de vida activo, “forman parte inexcusable de la Dieta Mediterránea, nuestro patrón de alimentación reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, concluyen.

Desde UAGN recuerdan como, en 2017, Alberto Garzón, en el banquete de su boda en las las instalaciones de Bodegas Riojanas en Cenicero (La Rioja) ofreció a sus 270 invitados un menú en el que se incluía solomillo de ternera a la brasa. “Y ahora, ¿lanza esta campaña?", critican desde el sector, una campaña que "va a perjudicar al sector primario, ya que surge en un momento delicado para los ganaderos, con su crisis estructural a cuestas, la pandemia y el incremento de los costes de producción". Una coyuntura que provoca el cierre de dos explotaciones al día, como ya informó este diario. Los costes han subido un 25% en seis meses. Para los productores españoles de leche, que venden su producto al precio más bajo de Europa, el último golpe es insostenible y el cierre, su única solución.

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