Laborda dice que la parálisis reformista causa corrupción e independentismo

  • La crisis provocada por la propuesta independentista de Cataluña y la corrupción política son para el ex presidente del Senado Juan José Laborda fruto de la parálisis reformista que existe en España desde finales de los años 90 y que, en su opinión, ahora es más necesaria que nunca.

Madrid, 3 feb.- La crisis provocada por la propuesta independentista de Cataluña y la corrupción política son para el ex presidente del Senado Juan José Laborda fruto de la parálisis reformista que existe en España desde finales de los años 90 y que, en su opinión, ahora es más necesaria que nunca.

Laborda aboga en una entrevista con Efe con motivo de la presentación de su libro "El Señorío de Vizcaya", por recuperar el consenso político de 1978, reformar de la Constitución, avanzar en el sistema federal ya iniciado con el estado de las autonomías y por dotar de más medios, confianza e impulso a la Justicia.

"En estos momentos no hay ninguna institución que esté a salvo de una situación bastante crítica", lamenta el también consejero de Estado.

Según explica, tras los primeros 20 años de la transición el rival político pasó de ser adversario a enemigo, debido a hechos como la Declaración de Barcelona y el Pacto de Estella, así como a la convicción del Gobierno de José María Aznar de que cualquier opción reformista suponía hacer el juego a los terroristas.

Esa nueva consideración del rival como enemigo ha obligado a "tener a las filas disciplinadas y satisfechas" y "dar a los partidarios el botín para que se sientan autoafirmados", según Laborda.

Una situación, prosigue el político socialista, que impide cualquier acción reformista y, por tanto, que los problemas se enconen, no se resuelvan según las técnicas y el espíritu de la Constitución y produzcan situaciones que escandalizan a la mayoría de la población.

Entre ellas, la "dramática ola de corrupción" en la que aparece involucrada la clase política y frente a la que hay que adoptar medidas reformistas, como dotar de más medios y, sobre todo, de impulso y de confianza a los instrumentos de la Justicia, porque "la única manera de salir de esta situación verdaderamente angustiosa es que el poder judicial funcione con absoluta libertad e independencia y con energía, nada más".

En este sentido, Laborda ve un atisbo "tranquilizador" en las palabras del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, sobre la posibilidad de investigar el caso Bárcenas y llamar a declarar "a todos los que puedan aportar algo", incluido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

También hay que aplicar reformas frente al intento de secesión de una parte del territorio de España, algo "verdaderamente amargo y difícilmente soportable para muchos de nosotros".

Por eso, Laborda, que fue presidente del Senado entre los años 1989 a 1996, defiende el restablecimiento del consenso para reformar la Constitución y, con ella, lograr que las comunidades autónomas se relacionen con el Estado como tales, en lugar de a través de los partidos políticos, lo que considera una "anormalidad".

Para ello, es fundamental afrontar ya la reforma el Senado, pendiente desde 1995, y propone para "desatascarla", como ya hizo ante la ponencia constituida en la Cámara para estudiarla, crear una comisión mixta junto con el Congreso, porque en él "están los que mandan" y porque "es la verdadera cámara de representación territorial", aunque sea "sólo al alcance de los diputados de minorías regionalistas o nacionalistas".

Pero, en opinión de Laborda, la "peor situación de beligerancia política" bloquea la reforma y "ahí está el problema".

"El mundo cambia a velocidad vertiginosa y nuestro sistema político está bloqueado y congelado en el tiempo", se queja el consejero de Estado, para quien "no es extraño que la inmensa mayoría de la población se siente ajena al proceso político".

Tampoco es extraño, dice, que los partidos políticos hayan olvidado su función instrumental para pasar a instrumentalizar las instituciones.

"La crisis para mí tiene una lógica, todo está unido, todo está presidido por la misma dinámica. Hay que cortar ese proceso y no es difícil, pero necesitamos que se pongan de acuerdo. Solamente volviendo al consenso podemos encontrar la solución a nuestros problemas", recalca.

No obstante, Laborda ve "cierta esperanza" en la propuesta federalista del PSOE, que "no se hace para intentar convencer a los nacionalistas, porque a estas alturas no hay ninguna posibilidad de de que se convenzan", sino para intentar que la Constitución adquiera de nuevo prestigio en las comunidades autónomas donde ha decaído en los últimos años.

A su entender, los problemas que tienen algunas comunidades obedecen más al sistema de partidos que a una complejidad de tipo cultural o político.

Y es que, según dice, "es indudable que hay una cierta radicalización que se crea desde los propios partidos políticos".

"Los intérpretes de la supuesta identidad diferencial catalana, vasca o gallega no surgen de la sociedad espontáneamente, surgen de la estrategia de los partidos políticos que en un momento determinado se sitúa en una actitud contraria o agresiva a la idea de la Constitución, a la idea de España", concluye Laborda.

El consejero de Estado presenta este jueves en Madrid su libro "El señorío de Vizcaya", en el que conscientemente se aparta de su más conocida condición de político, para adentrarse en su dimensión de historiador a la búsqueda de una verdad científica.

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