Las dudas sobre la manera en la que la Comunidad de Madrid recopila los contagios de coronavirus en su territorio vuelven a centrar la atención. La autonomía que preside Isabel Díaz Ayuso lleva en el foco de las críticas del Gobierno de Pedro Sánchez desde hace varias semanas por su insistencia en no tomar medidas más restrictivas cuando, según el criterio del Ministerio de Sanidad, situación epidemiológica lo aconsejaría. El último episodio de esa polémica tiene que ver con los datos diarios de positivos que se registran en la región. Y cuya evolución es llamativa si se comparan los de los últimos días. El ejemplo son los del fin de semana pasado que se conocieron el lunes, en los que Madrid comunicó 726 nuevos contagios. La sorpresa ha llegado solo un día después, cuando los casos se han disparado hasta los 2.645. Una subida exponencial que coincide con la decisión de las autoridades sanitarias madrileñas de dejar de hacer pruebas PCR a contactos estrechos sin síntomas.
La aparente mejoría que mostró Madrid el lunes fue puesta en duda por el departamento que lidera Salvador Illa a través de este último y del director del CCAES, Fernando Simón. Ambos aseguraron que no se atrevían a decir si la Comunidad "iba bien o mal", a la vez que mostraron su desconfianza con la manera en la que la CCAA comunicaba y consolidaba sus cifras de contagiados. El enfrentamiento de los días previos por las restricciones que Sanidad impuso a diez ciudades madrileñas se acrecentó con los discursos de los dos representantes del ministerio. Lo que sirvió para que crecieran las críticas que reciben Ayuso y su equipo por haber ordenado a los centros de salud que no deriven a una PCR a los contactos estrechos de un contagiado que no tengan síntomas. Y que se sumaba a la instrucción de que tampoco se hicieran a los niños asintomáticos que hubieran estado en contacto con un contagiado en sus aulas.
De esta manera, ese optimismo del lunes que transmitían desde el gobierno de PP y Ciudadanos, motivado por la caída espectacular de casos desde los más de 2.800 registrados el viernes, ha durado tan solo un día. Según la explicación de la Consejería de Sanidad madrileña, ese descenso estuvo motivado "porque en fin de semana no se hacen pruebas en atención primaria". Pero los datos de semanas anteriores en el mismo periodo no encajan con esa versión. El lunes 28 de septiembre, Madrid comunicó 4.827 positivos. Una semana antes, el día 21, hubo 3.298 contagiados más. Lo que convierte a las cifras del 5 de octubre en las más excepcionales que se registran en la región desde finales de agosto.
Esa mejora también ha sido intermitente en la incidencia acumulada en los últimos 14 días. Los datos de este martes del Ministerio de Sanidad señalan que la Comunidad tiene 710 casos por cada 100.000 habitantes. El lunes logró rebajarlos a los 586, ya que venía de los 647 del viernes. Por tanto, Madrid en su conjunto se encuentra ahora en una situación peor de la que estaba hace tan solo cuatro días, cuando entraron en vigor las restricciones de movilidad en sus diez ciudades. Lo que dificulta que se vayan a levantar esas limitaciones cuando se cumplan los 14 días en los que deben ser revisadas, previsto para el día 16 de octubre. Para que esto suceda, Madrid ciudad, Alcalá de Henares, Fuenlabrada o Torrejón de Ardoz deberían tener para entonces una incidencia acumulada de menos de 500 casos por cada 100.000 habitantes.
Pero no todos los datos empeoran en Madrid. En el aspecto en el que se muestra cierta estabilidad, e incluso una leve mejoría, es en las hospitalizaciones. El último informe autonómico señala que hay 2.900 pacientes ingresados por coronavirus, cuando un día antes superaban los 3.000. También hay menos ingresados en UCI, ya que en los días previos se contabilizaban más de 500 y actualmente hay 489. El drama sigue estando en los fallecidos, con 45 decesos solo este 6 de octubre. Un día antes, murieron por el virus 36 personas.
Menos PCR... pero muchos positivos
Donde sí hay cambios claros es en los datos de PCR realizadas que recopila la cartera de Salvador Illa. Los datos de los últimos siete días muestran que la CCAA ha empezado una tendencia descendente de pruebas, ya que la tasa del pasado viernes era de 2.508 y las de lunes 5 y martes 6 han pasado a ser de 2.308 y de 2.132 respectivamente. Números que coinciden en el tiempo con la instrucción de no hacer el test a los asintomáticos que hayan estado en contacto con positivos en cualquier circunstancia. Aun con esta reducción, el informe del ministerio reconoce que Madrid sigue muy por encima de la media española en toma de muestras.
Esta caída en la realización de pruebas es algo que se ha notado en los centros de salud, que han bajado su presión por este motivo y por el regreso de los profesionales que aún estaban de vacaciones. Según los médicos de atención primaria consultados por esta redacción, en los centros de salud se ha producido una caída de las PCR "de al menos el 20%". "Hemos notado una bajada importante, pero como las de convivientes se siguen pidiendo, es una bajada muy limitada", explica un doctor. Además, los profesionales consultados consideran que "la incidencia sí está bajando, ya que los test en barrios de alta incidencia pueden arrojar que hay mucha población sin síntomas ni contactos". Pero advierten de que la tasa de positividad "sigue muy alta, en el 18%, y eso es una salvajada".
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