PSOE y UP sacan rédito del cisma de PP y Vox para controlar la Mesa del Congreso

  • La constitución de las Cortes vive dos votaciones totalmente distintas para elegir a los vicepresidentes y a los secretarios de la cámara
Pablo Iglesias, durante la constitución de las cámaras
Pablo Iglesias, durante la constitución de las cámaras
EFE

La XIV legislatura echa a andar en medio de las primeras polémicas políticas. A falta de la investidura, que ya no está tan claro que el debate sobre la misma pueda producirse antes de fin de año, el foco del conflicto lo ha ocupado la elección de los miembros de la Mesa del Congreso. Salvo el evidente entre PSOE y Unidas Podemos, todos los posibles pactos han saltado por los aires durante la mañana de votaciones en la cámara baja. De lo que se han aprovechado las formaciones de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que tendrán una amplia mayoría en el órgano de gobierno de la cámara con seis miembros. A los que hay que sumar dos del PP y el inesperado vicepresidente que ha obtenido Vox, que ha hecho valer sus escaños tras el rechazo al acuerdo que proponía Pablo Casado para que tuvieran representación tanto ellos como Ciudadanos.

La última votación para los secretarios ha sido muy distinta a la de los vicepresidentes. En esta, PSOE y Unidas Podemos sí han dividido sus votos para obtener hasta tres puestos en esa categoría, que son para Javier Sánchez Serna y Gerardo Pisarello, por parte de UP, y para Sofía Hernanz, por los socialistas. Para lo que han contado con el respaldo de formaciones como ERC, Junts per Catalunya, Bildu, CUP o Más País, que querían contribuir a ese 'cordón sanitario' a Vox. El resto de partidos ha votado a sus propios candidatos, que eran Adolfo Suárez Illana por el PP, José María Figaredo por Vox y José Manuel Espejo-Saavedra por Ciudadanos. La anécdota ha llegado cuando se ha tenido que repetir la votación para decidir si Pisarello o Hernanz ocupaban la secretaría primera. El dilema se ha resuelto tras un breve receso con la mayoría de apoyos para el diputado de En Comú Podem.

Pero el 'lío' ya se había producido tras conocerse los resultados de esta última votación. Al no haber acuerdo entre las 'tres derechas' para repartirse los votos, PSOE y UP han podido llevar a cabo su 'jugada' y se han quedado con tres secretarías. La cuarta ha ido a parar a manos del PP, lo que ha dejado fuera al partido de Santiago Abascal. Esto ha motivado las críticas de algunos de los dirigentes de este último, que han acusado a Pablo Casado de "aplicar el cordón sanitario" para permitir que entrase otro miembro de la coalición de los morados "antes que apoyar a Vox", según ha dicho Iván Espinosa de los Monteros. Otra de las consecuencias es que la relación entre Casado y Abascal se resquebraja en el primer día de legislatura, a pesar de que desde Vox han reiterado en varias ocasiones que "les hemos apoyado en todas partes y nunca hemos pedido nada". 

Todo lo contrario de lo ocurrido con las vicepresidencias, donde los socios del gobierno de coalición han votado solo a dos aspirantes. Un movimiento que se explica por el interés de Ferraz de conservar la vicepresidencia primera, que ha ido a manos de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. A lo que hay que sumar la falta de acuerdo para ese 'cordón sanitario' que los socialistas querían aplicar a Vox, tras el rechazo de PP y Ciudadanos a sumarse a la propuesta. Esto ha terminado con que Vox saliera favorecido indirectamente, ya que solo con sus votos ha conseguido situar en la Mesa a Ignacio Gil Lázaro como vicepresidente cuarto.

Si PSOE y UP hubieran acordado dividir el voto entre tres en las vicepresidencias como han hecho con las secretarías, los de Santiago Abascal no habrían logrado el asiento de Gil Lázaro. Lo que también habría supuesto que la vicepresidencia primera habría ido a parar al PP, en concreto a la expresidenta del Congreso Ana Pastor. Algo que no interesaba a los socialistas, ya que su plan es que Gómez de Celis sustituya a la recién reelegida Meritxell Batet cuando ésta se ausente se la presidencia de la cámara. Es decir, la falta de acuerdos más allá del lógico entre socialistas y morados ha allanado el camino a Vox. Y se lo ha puesto imposible a Ciudadanos, que dependía de que los 'populares' le prestaran votos. Algo que solo iban a hacer si llegaban a un entendimiento con los de Santiago Abascal para impulsar un 'acuerdo a tres' para la Mesa.

De esta manera, los socialistas contarán con tres de sus diputados en la Mesa. Éstos serán la presidenta, Meritxell Batet, el vicepresidente primero, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y la secretaria segunda, Sofía Hernanz. Unidas Podemos logra otros tres puestos gracias al pacto con los socialistas, que corresponden a la vicepresidenta tercera, Gloria Elizo, al secretario primero, Gerardo Pisarello, y al secretario tercero, Javier Sánchez Serna. El PP tendrá finalmente los dos puestos que preveía, con Ana Pastor de vicepresidenta segunda y Adolfo Suárez Illana de secretario cuarto. Por último, el mencionado Ignacio Gil Lázaro será el vicepresidente cuarto. 

Una mañana de corrillos y gestos

La jornada en esta primera sesión de la XIV legislatura ha estado marcada por las conversaciones de última hora por la elección de los integrantes de la Mesa. Y por los regresos de quienes vuelven a ser diputados tras el 10-N y por los reencuentros entre parlamentarios. Para muchas de 'sus señorías', lo de este martes 3 de diciembre ha supuesto un 'deja vú', ya que vivieron lo mismo hace apenas cinco meses. También había muchos debutantes, como los casi 30 que incorpora Vox, o los dos que pertenecen a la CUP. Aunque los focos se los ha llevado sin querer Adriana Lastra, después de haberse tropezado con los escalones cuando se dirigía a votar para elegir presidente. Un accidente leve que le ha provocado un esguince, pero que no afectará a su agenda, como ha manifestado ella misma.

Entre los que regresaban estaba Íñigo Errejón, que con su aventura en solitario en Más País ha podido volver a la cámara baja junto a Inés Sabanés. El exnúmero 2 de Podemos se ha saludado efusivamente con compañeros de escaño como Aitor Esteban, que estaba en las primeras filas. Una línea de asientos que compartía con Ciudadanos, que ha protagonizado otra de las polémicas del día por un enfrentamiento entre Marcos de Quinto y otro diputado de Vox por la 'lucha' por donde sentarse en un día donde cada uno podía situarse donde quisiera. También han llamado la atención los espacios de Gabriel Rufián, que se ha ido al 'gallinero', o el de Pablo Echenique, que con su silla de ruedas ha tenido que colocarse justo delante de la bancada azul del Gobierno en funciones.

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