Más y nuevos recursos

Oferta de empleo del CNI: busca hackers para su departamento de ciberseguridad

La convocatoria profesional responde a las necesidades del Centro Nacional de Inteligencia de adaptarse a una nueva situación en la que las amenazas provienen del extranjero y adoptan forma digital.

Sede central del CNI
Oferta de empleo: el CNI busca 'hackers' para su departamento de ciberseguridad

"Si deseas servir a España… si te preocupa el futuro de España y la comunidad internacional… el CNI es la institución capaz de canalizar tus aspiraciones y ofrecerte un futuro profesional". Así reza el texto de la sección de la página web del Centro Nacional de Inteligencia dedicada al procedimiento de ingreso en la Inteligencia del Estado.

En los diez últimos días, esta URL se ha convertido en uno de los sitios más visitados de Internet debido al anuncio de nuevos puestos de trabajo en el campo de la seguridad informática. Un sector especialmente demandado por todas aquellas organizaciones que desean blindarse contra ataques informáticos del exterior. En este caso, es el CNI el que busca incorporar siete perfiles para cubrir este área de especial importancia para la Seguridad Nacional.

Simplemente, consultando la literalidad de los requisitos exigidos a los aspirantes, el candidato puede hacerse una idea de la especialización necesaria para optar a ellos: ingeniero de Ciberseguridad para la Autoridad Nacional de Certificación, ingeniero de criptología, ingeniero de plataformas Apple, ingeniero Peoplenet, ingeniero de Seguridad, técnico en criptografía y técnico en seguridad para el Centro de Operaciones de Ciberseguridad (COC).

Sus funciones comprenderán desde la supervisión de la conformidad de los certificados de los productos, servicios y procesos TIC emitidos por los organismos de certificación acreditados nacionalmente, a la optimización de algoritmos complejos o al desarrollo de ingeniería inversa. Sin duda, la tarea más complicada será el análisis forense de soportes informáticos y dispositivos electrónicos, que, en este caso, recaerá sobre el técnico en seguridad adscrito al COC. La frase es todo un eufemismo para tratar de decir que el seleccionado tendrá que analizar cualquier teléfono u ordenador y entrar en las tripas de la información que el centro de inteligencia considere de especial importancia, o que pueda estar incluido dentro de la directiva de inteligencia, un documento secreto que decide qué, a quién y con qué medios se puede espiar a alguien en España por parte del CNI.

Además de la titulación exigible, desde Ingeniería Superior en Telecomunicaciones, Informática, Electrónica o Programación a Formación Profesional de grado medio en el ámbito de las nuevas tecnologías y las comunicaciones, los candidatos deberán poseer la nacionalidad española, ser mayores de edad, no haber sido separados mediante expediente de cualesquiera de las Administraciones Públicas, ni hallarse inhabilitados para el ejercicio de funciones públicas, ni privados del ejercicio de sus derechos civiles. Con respecto a los requisitos físicos, simplemente basta con no padecer ningún tipo de enfermedad o defecto físico que les pudiera incapacitar para el ejercicio de sus funciones y siempre poseer o estar en condiciones de obtener informe favorable de seguridad, acorde con las características propias del puesto de trabajo ofertado.

Más y nuevos recursos para el CNI

La convocatoria profesional responde a las necesidades del CNI de adaptarse a una nueva situación en la que las amenazas provienen del extranjero y adoptan forma digital. Para neutralizarlas, el Centro Criptológico Nacional (CCN), adscrito al CNI, se configura como un organismo con capacidad de respuesta suficiente a incidentes de Seguridad de la Información, como los vividos recientemente en los ataques sufridos en el Servicio de Empleo Estatal o la proliferación del ciberespionaje para obtener información sensible sobre países o empresas a las que posteriormente poder extorsionar.

Ya en 2019, según analiza Javier Candau, jefe de Ciberseguridad del DDN, "más de cien países tienen la capacidad de desarrollar ataques de ciberespionaje". Esta amenaza, utilizada principalmente por servicios de inteligencia, está dirigida tanto al sector público como al privado y suele provenir de países que desean posicionarse de manera más favorable desde los puntos de vista político, estratégico o económico. La tendencia ha sido imparable desde entonces. Es precisamente este factor el que ha convertido a la profesión de experto en ciberseguridad en una de las más demandadas del momento, tanto por parte del sector público como del privado.

En 2020, el número de ciberataques sufridos por empresas españolas e instituciones públicas aumentó exponencialmente debido a los efectos colaterales de la pandemia. El confinamiento obligó a potenciar el teletrabajo y con ello el despliegue de redes VPN y trabajo en remoto, el escenario perfecto para que cualquier 'espía' pueda acceder a redes tan importantes como las de Endesa, Mapfre, ADIF o la más reciente del SEPE.

Las convocatorias de ofertas de empleo en el Centro Nacional de Inteligencia han sido una constante en los últimos quince años. La conversión de las amenazas físicas en digitales han hecho que la plantilla de agentes de inteligencia se haya disparado, si bien la crisis de 2008 y la prórroga continua de los presupuestos del Partido Popular provocaron continuos retrasos en las incorporaciones a una plantilla que, en la actualidad, supera las 3.000 personas y que está a la espera de incorporar los últimos 600 agentes comprometidos por gobiernos anteriores.

El perfil de estos candidatos responde a los nuevos requerimientos en materia de Seguridad Nacional, más centrados en las nuevas tecnologías y capacidades de abstracción conceptual con respecto al tradicional enfoque del espionaje puro y duro, más enfocado a la obtención de información en el terreno, en lugar de tratar de capturar a distancia los datos imprescindibles para elaborar un informe de inteligencia.

El principal escollo al que se enfrentan los servicios de inteligencia del siglo XXI es la limitación salarial. Frente a los altos sueldos que pueden alcanzar estos profesionales en el ámbito privado, el CNI puede ofrecer salarios adecuados a su categorización profesional en la Administración que, en el mejor de los casos, puede llegar a ofrecer un máximo de 3.000-3.200 euros mensuales en el grado superior de la escala administrativa y tras bastantes años de servicio activo.

La cifra es escasa en comparación con aquello que podrían alcanzar en el sector privado. De hecho, cada vez son más las empresas que tratan de captar ese talento en el exterior, ante la imposibilidad de encontrar oferta suficiente y preparada en España, algo a lo que no puede recurrir nuestro servicio de inteligencia debido a la exigencia de la nacionalidad española.

Sin embargo, aquellos afortunados que logren entrar en el CNI podrán ver compensada esta carencia ingresando en un "servicio de inteligencia dinámico, capaz de prevenir riesgos que amenazan a nuestro país". Y es que el "CNI te ofrece la oportunidad de estar en primera línea de la Seguridad Nacional". Una primera línea en la que, como reza el lema del Centro, encuentra la victoria en la información.

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