ONU busca organizar ayuda a los refugiados, que no paran de llegar a Europa

  • La ONU se volcaba el miércoles en Nueva York a la situación de los millones de refugiados que llegan a Europa, con una reunión sobre las crisis migratorias en la que el secretario general Ban Ki-moon busca acordar "un plan de acción global".

De su lado, Rusia presidía una reunión caliente en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre contraterrorismo tras el anuncio de su primer bombardeo en Siria, y la bandera palestina fue izada por primera vez en la sede de la organización, en un fuerte hecho simbólico.

Antes de dar inicio al encuentro sobre migraciones organizado al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas, Ban recordó que el mundo enfrenta "la peor crisis de refugiados" desde la Segunda Guerra Mundial y pidió un "plan de acción global"

El lunes, el secretario general de la ONU había instado a Europa "hacer más" para ayudar a los millones de refugiados que llegan a sus tierras procedentes de Medio Oriente y África.

La ONU trata de ayudar a unos 60 millones de desplazados por los conflictos, el mayor número desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Cuatro millones huyeron de la guerra en Siria, con varios cientos de miles tratando de ingresar a países de la Unión Europea para rehacer sus vidas.

Un récord de entre 270.000 y 280.000 refugiados llegaron a Alemania en septiembre, más que en todo 2014, según cifras de la autoridades regionales de Baviera (sur).

Tanto Europa como la comunidad internacional está lejos de mostrarse unida sobre el tema y se espera que el primer ministro húngaro Viktor Orban defienda su muy criticada línea dura y proponga la introducción de "cuotas mundiales" para la distribución de refugiados.

Tras el inicio de la masiva llegada de refugiados a Europa, Hungría instaló una alambrada de 175 kilómetros a lo largo de su frontera con Serbia y ha comenzado a cerrar también los 41 kilómetros de su frontera verde -no bordeada por el río Drava- con Croacia.

Los refugiados "no deben estar únicamente a cargo de Europa", dijo el martes el canciller húngaro Peter Szijjarto, cuyo país quiere una fuerza europea destinada a impedir el desembarco en Grecia de migrantes procedentes de Turquía.

De su lado, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, empleó el miércoles su discurso ante la Asamblea General para pedir una rápida acción que dé a los desplazados sirios "seguridad en su tierra", libre de "bombardeos aéreos del régimen de Bashar al Asad y de ataques por tierra del Estado Islámico.

Hogar de dos millones de refugiados sirios, Turquía había propuesto esto con anterioridad sin respuesta favorable, aunque con los refugiados llegando por cientos de miles a Europa la iniciativa pasó a un primer plano.

El G7, que reúne a las economías más desarrolladas del mundo, y algunos Estados del Golfo Pérsico prometieron el martes entregar 1.800 millones de dólares a la ONU para ayudar a esos refugiados.

El compromiso llegó después de que Ban comunicara a los líderes mundiales que las agencias de ayuda humanitaria del organismo internacional están "quebradas".

De su lado, Japón prometió la entrega de 1.560 millones de dólares para ayudar a los refugiados de Siria e Irak y para respaldar los esfuerzos de paz en Medio Oriente y África.

En los Balcanes y Europa Central el flujo de migrantes no cesa. Más de 6.600 personas entraron en Hungría el martes desde Croacia y una decena de autobuses transportaron refugiados al puesto fronterizo de Beremend, según periodistas de la AFP.

En Beremend, y en el paso fronterizo de Letenye más al oeste, las autoridades húngaras instalaban el miércoles contenedores destinados a materializar las futuras "zonas de tránsito" en las que el país piensa examinar en el futuro las demandas de asilo sin permitir que los migrantes entren formalmente en su territorio.

De su lado, Italia desmanteló el miércoles un campamento de migrantes en la frontera franco-italiana y Alemania, principal país de destino, adoptó el martes un endurecimiento de las reglas para ciertas categorías de demandantes de asilo.

Un total de 520.957 migrantes y refugiados llegaron a Europa cruzando el Mediterráneo en lo que va de año, según cifras actualizadas el miércoles por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).

De esa cifra, casi 383.000 desembarcaron en Grecia y el resto en Italia. Cerca de 3.000 migrantes murieron o desaparecieron durante la travesía, según el Acnur.

Como viene ocurriendo desde lunes, desde América Latina hubo pronunciamientos a favor de los refugiados y este miércoles el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, reafirmó compromiso de su gobierno de tomar medidas de asistencia para los miles de migrantes que pasan por el istmo.

bur-mar/yow

Mostrar comentarios