El PSC siempre ha sido un dolor de cabeza para el PSOE. La vieja guardia socialista siempre se ha quejado del excesivo catalanismo del PSC, argumentando que son más nacionalistas que socialistas. Desde que Zapatero pronunciara aquella frase de "aprobaré el estatuto que apruebe el Parlament de Catalunya" en el año 2003, nada ha sido igual para el PSOE en la Comunidad. Gobernaron durante dos legislaturas, Maragall y Montilla en un tripartito con ERC que les pasó factura. Ahí empezó el coqueteo con el soberanismo que tanto se le ha criticado a los socialistas y que fue el inicio de la pérdida de confianza en las catalanas, aunque en menor medida en las generales donde la región era el principal granero de votos del PSOE junto a Andalucía. Gracias a esas dos CCAA Zapatero ganó en 2004 y 2008.
Pero eso se acabó en las generales de 2011. El PSOE sólo ganó en dos provincias, Chacón en Barcelona y Alfonso Guerra en Sevilla. Por primera vez, CiU ganaba en Catalunya al PSC unas generales. El voto metropolitano que votaba socialista en las generales y que se abstenía en las catalanas había fallado por primera vez a los socialistas.
En las catalanas de 2012 y en las encuestas posteriores hasta hoy, el PSC sigue sufriendo una sangría de votos que le amenazan con ser un partido residual. Y eso es lo que Pedro Sánchez quiere cambiar. Apuesta claramente por una reforma constitucional de una España Federal y rompiendo de forma tajante con el soberanismo. Algo que no lo consiguió Rubalcaba, ni Zapatero, lo ha hecho el actual secretario general del PSOE. Con este movimiento aspira a recuperar los votantes que han dejado de apoyar al PSC-PSOE y han buscado ese centro izquierda españolista en Ciudadanos o incluso en la abstención.
Para ello el PSC se ha quitado de encima, o más bien se han ido, al núcleo soberanista, que era mínimo, del partido. Miquel Iceta, que tomó las riendas del partido para un periodo de transición, se ha ganado la candidatura para las elecciones del 27-S por su moderación y por el abandono del soberanismo. Por otro lado Sánchez aparece con una bandera de España gigante en su proclamación como candidato, lo que da una idea de sus intenciones.Sí a la reforma de la Constitución, No al referéndum soberanista
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, anunció ayer que su programa de las autonómicas defenderá la reforma constitucional y un referéndum para validarla, y aparcará el referéndum soberanista legal y acordado --como el escocés-- que defendía en el programa de las catalanas de 2012.
En rueda de prensa, el también candidato a presidir la Generalitat ha explicado que el partido quiere que los catalanes decidan sobre "un nuevo acuerdo" con España, lo que pasaría por reformar la Constitución y que esto se someta a un referéndum de todos los españoles.
El PSC cree que debe cambiar su programa porque el escenario ha cambiado desde 2012; entre otras cosas, porque hubo un proceso participativo en Cataluña: "El 9N descubrimos que mucha gente aspira a la independencia pero que no son mayoría. Ahora queremos comprobar si una mayoría de catalanes estarían dispuestos a validar un nuevo acuerdo con el resto de España".
El programa de 2012, bajo la batuta de Pere Navarro, también defendía la reforma constitucional, pero incluía la defensa de un referéndum para Cataluña a la escocesa, es decir, pactado entre Estado y Generalitat, y con una pregunta clara e inequívoca sobre la independencia.
Iceta ha explicado que el 9N --proceso en que los socialistas no se involucraron-- ya mostró una fotografía sobre el independentismo en Cataluña, y lo necesario ahora es "un referéndum sobre el federalismo" en el que se pronuncien todos los españoles.Otros ya hablan de Constitución
Ha recordado que el PSOE apuesta desde hace tiempo por una reforma constitucional, que C's ha apostado por ella recientemente y que Podemos habla de 'proceso constituyente', por lo que ha concluido de que "es imposible pensar que la próximo legislatura española no vendrá marcada por una reforma" de estas características.
Siguiendo con la tendencia de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, ha dado por hecho que el PP perderá mucha fuerza en las generales, lo que le dejará sin mayoría absoluta en el Congreso y "no tendrá la fuerza posible para bloquear una posible solución".
Ha reiterado los cuatro pilares de la reforma según el PSC: reconocer la "realidad nacional catalana" y la de España como Estado plurinacional; mejorar la claridad en el reparto de competencias; mejorar la financiación autonómica con un pacto fiscal solidario, y un Senado federal para que las autonomías participen en la gobernanza de España.
Con el lema 'Soluciones justas y acordadas', el programa socialista es por ahora un borrador abierto a mejoras que pueden formular entidades y ciudadanos, y, aparte de la reforma Constitucional, tiene otros tres puntales: la recuperación económica y la lucha contra el paro; la defensa del Estado del Bienestar, y la regeneración democrática y la lucha contra el fraude.
Iceta ha defendido que la investidura de presidentes socialistas en la Comunidad Valenciana, Baleares, Extremadura y Castilla La Mancha demuestra un cambio en marcha: "Hay una España que quiere cambiar y una Catalunya que quiere cambiar".Pacto de izquierdas
Los estatutos del PSC fijan que, en la lista al Parlament, de cada cinco miembros no pueda haber más de tres de un mismo género, pero Iceta ha anunciado que pedirá al partido confeccionar una 'lista cremallera' con posiciones alternadas entre hombres y mujeres, lo que garantiza que su número dos será una mujer.
Iceta, que no duda de que Mas convocará las elecciones para el 27S, se ha abierto a pactos postelectorales en Cataluña con fuerzas de izquierdas como la eventual coalición que puede salir de un acuerdo entre Podemos e ICV, y calcula que, tras las elecciones del 27S "ningún partido tendrá mayoría" y serán necesarios un mínimo de tres formaciones políticas para gobernar.
El candidato ve con respeto el auge de los nuevos partidos de izquierda como Podemos, pero reivindica la trayectoria de su tradición política, y ha dicho que cuando el partido de Pablo Iglesias busca inspiración la encuentra en la socialdemocracia, la misma que el socialismo español lleva "140 años" defendiendo.
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