La exvicepresidenta del Gobierno y candidata a liderar el PP, Soraya Sáenz de Santamaría, asegura que cada día de campaña habla con más gente que apoyó a Dolores de Cospedal en la primarias del partido, que ahora le apoyan a ella. Frente a la guerra de datos sobre cuántos compromisarios se perfilan para Casado o para ella de cara al congreso de la próxima semana, Soraya no ha querido entrar en cifras, pero quiere hacer valer la prevalencia que parece existir en el partido por tener una presidenta (mujer), algo que señaló que apoya una mayoría del 63% de los afiliados. “Mucha gente que ha trabajado con Dolores son muy amigos míos y cuento con ellos”, ha dicho.
Junto a ello, la contrincante de Pablo Casado ha recordado en una entrevista en el programa Espejo Público que “los compromisarios son libres y hay que convencerles uno a uno, y lo que nos están pidiendo ahora es tener una lista integrada y única para darle más fuerza al partido”. “Somos un partido que siempre ha querido que gobierne la lista más votada -ha recordado-, por eso lo suyo es trabajar en una lista de integración, que es lo que nuestros compromisarios piden. Si yo no hubiera tenido el voto de la militancia, hubiera ayudado a la lista más votada”.
Tras recordar los numerosos desagravios machistas que como vicepresidencia ha recibido, ha insistido en que ahora “será bueno que haya una mujer presidenta del Gobierno, para acabar con los problemas que tienen muchas mujeres en todos los ámbitos”. Eso sí, ha advertido que reformas como la que ayer anunció su sustituta en el Ejecutivo, Carmen Calvo, para reformar los delitos sexuales en el Código Penal, hay que hacerlas con mucho cuidado. “Hay que dar seguridad a ese tema y redactarlo bien, porque a la hora de interpretar las sentencias puede ser peligroso”. En este tipo de cuestiones, Soraya reconoció que antes pondría el acento en la brecha salarial, la conciliación y la carrera profesional, para que las mujeres lleguen a los puestos y los lugares que merecen.
Cataluña “a toro pasado”
La exvicepresidenta no ha podido evitar entrar a valorar temas de actualidad que hasta hace muy poco dirigía ella misma, como las negociaciones con Cataluña y el giro que el nuevo Gobierno de Sánchez les está intentado dar. Después de reunirse dos veces con Junqueras, asegura que “no podemos ceder más a los nacionalistas y los independentistas, mientras no haya lealtad (y no la hay)”. Tras reconocer que "el único Gobierno que no ha hecho ninguna transferencia a Cataluña ha sido el de Mariano Rajoy”, ha advertido que se puede mejorar mucho en inversiones e infraestructuras, pero no cediendo en competencias, porque “ellos quieren sacar al Estado de Cataluña, que no tenga presencia”.
“A toro pasado todo el mundo da lecciones, pero es bueno recordar que todos los pasos se concertaron con el PSOE y Ciudadanos; cuando veo ahora a Sánchez tan amable con Torra, me llama la atención, porque yo salí del Gobierno con una querella criminal que me puso Torra, por defender la unidad de España y el Estado de Derecho”, ha querido resaltar.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios