Los Presupuestos se complican más: ERC y PDeCAT declaran la 'guerra' a Sánchez

  • Los socios de la moción de censura critican el tono que emplearon el presidente y su socio Iglesias en el pleno monográfico sobre Cataluña. 
Joan Tardá
Joan Tardá
EFE

Miércoles negro para las aspiraciones del Gobierno de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. La firmeza mostrada por Sánchez en el pleno monográfico del Congreso sobre Cataluña ha dado por bloqueada la vía del diálogo con los socios que auparon al socialista a La Moncloa en la moción de censura hace ahora seis meses. Lo que hasta ahora ha sido cierta sintonía y reuniones bilaterales (se han celebrado hasta 22) ha tornado en tensión y reproches. Lo dijo el propio Joan Tardà desde la tribuna: "Señor Sánchez, le votamos la moción de censura para negociar el referéndum y la amnistía de nuestros presos; si no avanzamos nos aboca a la desobediencia civil".

Existía cierta expectación por lo que podría ofrecer el jefe del Ejecutivo a los independentistas en sede parlamentaria. Hace unas semanas Moncloa pensó en tener un gesto con ellos e ideó un proyecto para ofrecerles una posible reforma del Estatut para caminar hacia un mayor autogobierno en el marco constitucional. Pero el resultado de las elecciones en Andalucía cambiaron la hoja de ruta del sanchismo y, lo que antes era mano tendida, ha tornado en dureza. "Desesperación", "mentiras" o "agravios inventados y magnificados por la manipulación" fueron algunos de los términos que utilizó Sánchez en el hemiciclo para referirse a Quim Torra y los suyos.

Los independentistas han recibido las palabras de Sánchez como una "declaración de guerra", según explican fuentes tanto de ERC como del PDeCAT. "Parece que el discurso lo hizo Borrell", afirman. "No nos ha gustado nada y actuaremos en consecuencia", añaden. "Que se preparen", apuntaba otro parlamentario independentista ante los reproches que recibieron del Gobierno, del PSOE y también de Pablo Iglesias (que llegó a afirmar que a Torra "se le ha calentado la boca" al hablar de la vía eslovena). Si había alguna posibilidad de aprobar los Presupuestos, a día de hoy es aún más remota

Los partidos secesionistas, efectivamente, pensaban que con Pedro Sánchez en La Moncloa la relación con ellos sería muy diferente. Aspiraban a una negociación bilateral y a una solución para sus reclusos, el famoso "presos por Presupuestos". Pero el Ejecutivo socialista insiste en que no puede sobrepasar esa línea roja que marca la legalidad y apuesta por aprobar medidas que favorezcan a los catalanes en su día a día, como la subida del SMI a 900 euros, el subsidio para mayores de 52, la mejora de las pensiones... Y eso a los secesionistas no les basta.

Ahora, todas las expectativas de Moncloa están puestas en el Consejo de Ministros de Barcelona del día 21 de diciembre. El Gobierno ha elegido un lugar de marcado cariz económico, la Casa Llotja de Mar, para celebrar su segunda reunión fuera del recinto presidencia. Se trata de la sede de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación. Esa reunión del gabinete presidencial será un nuevo punto de inflexión en la relación con la Generalitat. El Gobierno está muy pendiente de lo que pueda ocurrir ese día en las calles con las acciones de boicot previstas por los radicales y que prevén colapsar la economía catalana.

Moncloa y Hacienda trabajan en los PGE

Mientras sube la tensión con ERC y PDeCAT, en Moncloa y Hacienda no terminan de perder la fe en aprobar los Presupuestos del próximo año. Sánchez anunció desde la tribuna del Congreso cuáles serán los cinco pilares bajo los que estarán estructuradas estas cuentas públicas: educación, ciencia y cultura; una nueva fiscalidad; reforma del mercado de trabajo; medio ambiente y transición energética; y regeneración institucional. Desde el gabinete presidencial se sigue apelando a un reblandecimiento de las formaciones independentistas durante los primeros meses de 2019: "Ya hemos sacado varios reales decretos sobre la bocina", apuntan. 

Pero los secesionistas siguen enrocados y su postura en la fase de enmiendas a la totalidad será clave para conocer si los PGE salen adelante. Fuentes de ERC apuntan que, en este momento, el partido se inclina por presentar dicha enmienda a la totalidad. En el Gobierno, por su parte, son conscientes de que los republicanos la presentarán ("Junqueras manda", dicen), pero aspiran a que no salga adelante y que la negociación se alargue en el tiempo.

En el PDeCAT la situación es aún más compleja. Un sector de la formación, en el que se sitúa el portavoz en el Congreso, Carles Campuzano, apuesta por negociar con el Gobierno de Sánchez los Presupuestos de 2019 a cambio de gestos sustanciales hacia Cataluña. Sin embargo, la parte más radical del partido, en la que se encuadra Carles Puigdemont, se muestra "incontrolable". Están partidos en dos, en definitiva.

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