Rajoy está de vuelta en Madrid: empieza nuevo periplo en el Registro Mercantil

Mariano Rajoy está de vuelta en la capital. Poco a durado su estancia en el que fuera su antiguo despacho en Santa Pola (Alicante). El expresidente del Gobierno volvió a su trabajo como registrador de la propiedad cuando fue apartado de la Moncloa tras la moción de censura de Pedro Sánchez, pero a los pocos meses pidió el traslado a Madrid para poder estar con su familia. Un deseo que ya es realidad.

Este lunes, Rajoy se ha incorporado a su nueva plaza en el Registro Mercantil número 5 de Madrid tras dejar vacante la de Santa Pola (Alicante). El expresidente ha llegado a las 10:30 horas a la sede de este registro, situada en el número 44 del Paseo de Castellana, acompañado de dos escoltas, y ha saludo a los medios de comunicación que le esperaban en su primer día, antes de entrar en el inmueble.

El traslado del exepresidente a Madrid fue resuelto el pasado 14 de septiembre aunque se publicó el día 21 de ese mes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), mientras que el 2 de octubre se incluyó en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. 

El pasado jueves, se despidió de sus colaboradores del despacho del registro de la propiedad de Santa Pola, al que se había incorporado el 20 de junio, solo cinco días después de renunciar a su escaño en el Congreso de los Diputados. El expresidente popular tenía su plaza en esta localidad de Alicante aunque durante los últimos 28 años había estado en excedencia y había sido ocupada interinamente por Francisco Riquelme.

A pesar de este cambio, que podría tomarse como el inicio de la última etapa laboral de Rajoy, todo apunta a que el expresidente tiene ambiciosas metas en mente. En sus planes de futuro ya hay otros proyectos alejados del mundo de los registradores. Y se plantea montar su propio despacho de expresidente, similar al que ya disfrutan algunos de sus predecesores.

Como adelantó La Información, el 'plan B' de Rajoy pasa por permanecer los próximos dos años en el citado Registro Mercantil de la capital, según explican fuentes de su entorno más directo. Será un tiempo de tranquilidad donde el expresidente quiere pasar lo más desapercibido posible. Sin hacer ruido, en definitiva, hasta que se cumpla el periodo de incompatibildiad de dos años al que se encuentra sujeto, como el resto de los exaltos cargos de su antiguo Gobierno. 

Una vez cumplidos, su idea es montar un despacho propio en una oficina céntrica de la capital que sea su lugar de trabajo como expresidente y un despacho a través del que se puedan canalizar los compromisos que le vayan surgiendo como antiguo jefe del Ejecutivo. En su equipo cesado tras la moción de censura se refieren a futuras conferencias, actos institucionales o, incluso, algún libro que se le pueda ofrecer en su nueva condición de expresidente del Gobierno.