Giro militar y económico de 180 grados

Sánchez accede al 'Pacto de Rota' para que Biden relance inversiones de EEUU

Moncloa llevaba enfriando desde la era Trump la ampliación de la base de Morón con dos destructores más. La retirada de la fragata Núñez Méndez, el 'Delcygate' o la tasa Google complicaron las relaciones.

Pedro Sánchez con Joe Biden
Pedro Sánchez con Joe Biden en Moncloa
EUROPA PRESS / E. Parra

Giro de ciento ochenta grados en la relación de España con Estados Unidos. En Moncloa no ocultan su satisfacción. De retirar la fragata Méndez Núñez del grupo de combate de la US Navy en 2019 a aceptar que dos destructores más, hasta seis, tengan su base en Rota. Madrid y Washington son ahora "socios estratégicos". Para ello Pedro Sánchez ha tenido que aceptar una importante cesión en el terreno militar y a cambio ha conseguido que Joe Biden califique a España de "aliado indispensable". España llevaba varios años enfriando la decisión de ampliar la presencia militar estadounidense y ahora Moncloa espera que se refleje en contrapartidas en el terreno económico, especialmente. Lo dijo Nadia Calviño en el Consejo de Ministros del lunes: la inversión extranjera es esencial para la recuperación. El Gobierno cuenta con engrasar la relación trasatlántica y la declaración conjunta firmada ayer en el complejo presidencial entre ambos mandatarios apunta hacia ello. Por resumir: más destructores a cambio de inversiones.

La guerra en Ucrania ha cambiado todo. La relación entre España y Estados Unidos también. El 'Pacto de Rota' ha sido clave para que Biden hable de Sánchez ahora como un "amigo" y ambos intercambien confidencias. Pero no ha sido sencillo de concretar. Se ha trabajado meses, incluso años, entre bambalinas. Más si cabe tras la decepción del paseíllo de Bruselas. Sánchez llevaba desde el año 2019 sin comprometerse a la ampliación de la base naval ubicada en Andalucía; primero se lo negó a la administración Trump y más tarde ha tardado más de dos años en concretarlo con la de Biden. En los meses previos a las presidenciales de 2020, el entonces secretario de Estado de Defensa de Trump, Mark T. Esper, envió una carta a Margarita Robles manifestando su interés de albergar en el arsenal naval andaluz a dos nuevos buques estratégicos. Pero la decisión del Gobierno español fue mantener en 'stand by' esta decisión... hasta ayer. El convenio de cooperación militar tendrá que ampliarse (se viene prorrogando automáticamente año a año) y el Gobierno tendrá que refrendar la decisión en el Congreso. Es de suponer que el PP la apoyará. 

Fuentes de Moncloa señalan que el objetivo del acuerdo con Biden es, para España, eminentemente económico. El Gobierno vio una oportunidad para recuperar una relación fría y se lanzó a por ello. Desde la etapa de Iván Redondo se venía trabajando en este giro. Julissa Reynoso, la embajadora en Madrid, y Ron Klain, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, han sido claves. De esta forma, el mencionado acuerdo en materia de Defensa, que va a suponer el desembarco de unos 600 marines más en Rota, va a abrir a otras áreas de cooperación en materia comercial e inversora, señala una fuente del Gobierno. 

El 'Pacto de Rota' ha sido clave para que Biden hable de Sánchez ahora como un "amigo"

En el punto 13 del acuerdo firmado este martes en Moncloa entre Sánchez y Biden se encuentra la clave: "España y EEUU se comprometen a reforzar el sistema multilateral de comercio basado en normas para garantizar la competencia leal y la seguridad jurídica". Se trata de una clara referencia a uno de los principales problemas durante la administración Trump: los aranceles. Los exportadores españoles, especialmente los del aceite de oliva, se encontraron con serios inconvenientes cuando el expresidente decidió subir estas cuotas a los productos extranjeros. Con el acuerdo de ayer este fantasma se aleja.

Continúa el documento: "Ambos países están comprometidos a promover el desarrollo del comercio y las inversiones, el emprendimiento, las pequeñas y medianas empresas y la innovación como base para un crecimiento económico fuerte, sostenible e inclusivo que genere empleo de calidad en ambos países e incorpore a grupos diversos y excluidos, garantizando al mismo tiempo una protección adecuada para los trabajadores de la economía digital". Esta parte remite a los problemas que hubo con la llamada 'tasa Google'. El Gobierno decidió en su día mover ficha para imponer de forma unilateral esta figura fiscal a las tecnológicas extranjeras, algo que no gustó en Washington. Hasta Laura Hochla, entonces consejera adjunta para asuntos económicos de la Embajada de los Estados Unidos en Madrid, llegó a decir que su país no aceptaría una tasa unilateral por parte de España. El conflicto se da superado por Biden.

Y concluye el acuerdo en materia económica: "Ambos [países] apuestan por la cooperación transatlántica para resolver las diferencias comerciales, económicas y tecnológicas; promover la seguridad energética y la sostenibilidad; y construir cadenas de suministro resilientes que sean transparentes, seguras, sostenibles y diversas. Ambos países están comprometidos a poner fin a la carrera a la baja en materia de fiscalidad empresarial a través de la rápida implementación de la solución de dos pilares del Marco Inclusivo de la OCDE y el G20". 

El Gobierno ya está trabajando para conseguir atraer inversiones en diversos sectores. Uno de ellos es el audiovisual, terreno en el que Sánchez quiere convertir España en el 'Hollywood de Europa'. Y otro es el tecnológico, donde España ha puesto también alfombra roja a los gigantes de Estados Unidos.

En materia energética también ha habido avances: "Ambos países apuestan por la colaboración para aumentar la diversificación geográfica de las fuentes de energía, especialmente el gas natural, promover las energías renovables y desarrollar nuevos vectores como la eólica marina y el hidrógeno renovable, desplegar tecnologías inteligentes que promuevan la eficiencia energética, y garantizar la seguridad las cadenas de suministro de los minerales críticos esenciales para la transición energética". Es decir, el gas natural licuado seguirá llegando en barco desde EEUU. España se encuentra en una posición privilegiada en Europa gracias a sus regasificadoras y el país de Biden ya es el primer proveedor de esta materia prima. 

En la lucha contra la inmigración irregular que llega través del norte de África, clave para la economía de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y que ha provocado un borrón para el Gobierno en la semana de la Cumbre de la OTAN, también se va a reforzar la cooperación. Una fuente del Ejecutivo apunta que el giro con Marruecos empieza a cristalizar con estas decisiones. 

​Del Delcygate al apretón de manos en Moncloa

Sánchez puede presumir de haber podido engrasar la relación con EEUU tras largos años de desencuentros. El desplante de Zapatero a la bandera en el desfile del 12 de octubre de 2003 marcó un punto de inflexión. Luego vino su victoria electoral y una etapa fría solo interrumpida en los estertores de su mandato por el acuerdo para incluir a España en el 'escudo antimisiles'. Rajoy no logró grandes avances. Con Trump ni se intentó un acercamiento. Desde que Sánchez llegó a Moncloa no todo ha sido, no obstante, entendimiento. En la embajada de Washington en la madrileña calle Serrano tenían una lista de agravios que, aunque ahora son historia (la guerra de Ucrania ha cambiado todo), sí provocaron ruido.

Uno de los problemas entre Moncloa y la Casa Blanca fue todo lo que rodeó a la gestión que hizo el Gobierno español del 'caso Delcy'. Lo expresó en público Jon Piechowski, que era subsecretario de Estado, afirmando que EEUU tenía "preguntas" sobre el encuentro del entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con la vicepresidenta chavista en el aeropuerto de Barajas. "Es una oficial del exrégimen de Maduro sancionada no sólo por EEUU, sino por la Unión Europea", dijo el funcionario estadounidense. "Celebrar este tipo de reunión con alguien como Delcy Rodríguez es decepcionante y podría ser desalentador", advirtió. Ábalos, por su parte, siempre ha defendido que evitó una "crisis diplomática". En Washington también esperaban que Sánchez recibiera en algún momento a Juan Guaidó, algo que sí hicieron Angela Merkel, Emmanuele Macron y Boris Johnson. En su visita a Madrid fue atendido por la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.

La tensión no acaba aquí. El régimen de Maduro intentó que petroleras extranjeras entraran a gestionar activos de la empresa estatal PDVSA y tentó a Repsol en su día. Pero Estados Unidos advirtió rápidamente de las consecuencias que tendría participar en esa privatización: "Yo tendría cuidado respecto a sus actividades en Venezuela que apoyan directa o indirectamente a la dictadura (del presidente venezolano, Nicolás) Maduro", dijo, en declaraciones a las agencias Efe y Reuters, un alto funcionario del Gobierno estadounidense que pidió el anonimato. Ahora, la guerra en Ucrania también está empezando a arrojar dudas sobre el veto al petróleo venezolano.

En cuanto al gasto militar, España invierte en torno al 1% del PIB, una cantidad considerada insuficiente por la administración estadounidense y lejos del compromiso de alcanzar el 2% en los próximos años. Sánchez ya lanzó este compromiso ante Trump en la cumbre de la OTAN de 2018 y el Gobierno está dando pasos. El anuncio de comprar 20 Eurofighter por 2.000 millones es uno. 

Albares a La Información: "La unidad es la mejor forma de disuasión a Rusia"

Sobre la cumbre de la OTAN y el resultado final de la reunión, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, habla para La Información: lo más importantes va a ser "la unidad, la cohesión que va a salir de esta cumbre entre los aliados de la OTAN y los socios europeos. Esta unidad es la mejor forma de disuasión a Rusia". El veto salvado ayer a la incorporación al club de Suecia y Finlandia ya hará que la Cumbre de Madrid sea histórica.

Y un dato importante para la economía andaluza. 4.250 militares y un millar de civiles estadounidenses viven en la base naval de Rota. En Morón, por su parte, hay destinados 2.200 militares y 500 civiles. Son, en total, casi 8.000 norteamericanos desplazados a las localidades de Cádiz y Sevilla, que llegarán casi a 9.000 con el acuerdo de ayer, y que generan un importante movimiento en estas zonas. Ello implica la creación de cientos de puestos de trabajo. Fuentes militares hablan de un impacto económico de unos 500 millones de euros al año en España por la presencia de los estadounidenses.

Mostrar comentarios