Ron asegura que Saracho dijo al Consejo que Popular contaba con 3.500 millones

  • El banquero ha apuntado que su sucesor garantizó seguridad a los consejeros en 2017 si bien al BCE le dijo que solo cabía vender o ampliar capital.
angel ron
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Ángel Ron ha vuelto a aprovechar su segunda comparecencia en sede judicial para cargar contra su sucesor al frente del Banco Popular, Emilio Saracho. Si el miércoles apuntaba a que el proceso de cambio de presidente fue un "desastre", en esta nueva sesión de interrogatorio aseguró que Saracho trasladó al Consejo de Administración en abril de 2017 que la entidad contaba con unos recursos propios de 3.500 millones de euros, descartando que la entidad estuviera al borde de su caída, como sí expuso en ese mismo periodo de tiempo ante el Banco Central Europeo. 

Fuentes presentes en el interrogatorio consultadas por este diario explican que el banquero ha apoyado su versión en un documento que su defensa aportará a la causa y que se entregó a los consejeros dos meses antes de la resolución de la entidad por parte de la JUR. El contenido de esta misiva recogía que la entidad contaba con 3.500 millones de euros capital para destinar a provisiones, siempre según la versión de Ron, el cual ha recordado que por esas mismas fechas Saracho expuso en Fráncfurt una visión diferente del banco. De hecho, alegó en Alemania que la entidad solo tenía dos salidas: la ampliación de capital o la venta.

Se trata de un segundo dardo contra el último presidente del banco después de que el miércoles arremetiera contra su gestión afirmando que el hecho relevante del 3 de abril de ese año en el que se reformulaban las cuentas fue, más bien, "irrelevante y delirante". Pero no solo se quedó ahí sino que, además, aseguró que su marcha estuvo auspiciada por la expresidenta de la Comisión de Nombramientos Reyes Calderón y por el inversor mexicano Antonio del Valle. De este último dijo además que intentó hacer caer el precio de la acción a niveles muy bajos para quedarse después con el banco y que incluso le amenazó con una campaña mediática en contra de la entidad. 

Albella y el visto bueno de la ampliación

Con todo, no ha sido el único reproche que ha lanzado el que fuera presidente del banco entre el año 2006 y 2017. A preguntas de sus letrados José Antonio Choclán y Javier Velasco, el banquero ha arremetido duramente contra la CNMV debido al expediente sancionador que el regulador incoó contra él por las cuentas anuales de 2016 del Banco Popular. Sobre este capítulo del procedimiento penal, Ron ha expuesto que se trató de una contradicción por parte del actual presidente del organismo, Sebastián Albella, puesto que años antes formó parte del equipo de asesores que participó en la aprobación de la ampliación de capital en calidad de socio del bufete Linklaters.

Para concluir el interrogatorio Ron ha apelado a una intervención del entonces gobernador del Banco de España, Luis María Linde, en aras a respaldar su tesis de que él no está detrás del hundimiento del entonces sexto grupo bancario del país. De hecho, ha vuelto a defender las tasaciones inmobiliarias y ha insistido, como ya apuntara ayer a preguntas del magistrado José Luis Calama Teixeira, que, los organismos reguladores exigían provisiones por valor de 3.400 millones de euros y que el banco superó esa cifra en 1.200 millones más. Con todo, la ampliación de capital de 2016 es uno de los ejes centrales del procedimiento penal y, de hecho, tras su análisis por los peritos del Banco de España, éstos concluyeron que el folleto realizado para la operativa fue "demasiado optimista".

Dos versiones de un mismo hecho

Las fuentes consultadas explican que el fiscal Anticorrupción al frente del caso, Antonio Romeral, se ha referido a este punto concreto y le ha mostrado una misiva del Banco de España que obra en el sumario de la causa en la que se advertiría de que la entidad no contaba con provisiones suficientes para hacer frente al cambio regulatorio que se acometió a finales de 2016, momento en que se modificó la Circular 4/2004 a entidades de crédito. Sobre este aspecto concreto, el banquero explicó que el banco estaba sano y que si acometió la operación fue precisamente para cumplir con los requerimientos del supervisor. 

Los interrogatorios practicados hasta el momento en una causa que acaba de cumplir dos años de vida ponen de manifiesto las dos posiciones encontradas entre el equipo de Ron y el de Saracho. A falta de conocer la versión del resto de consejeros imputados por la caída de la entidad, las manifestaciones de los dos expresidentes están en las antípodas de coincidir. Tanto es así que Saracho no solo rechazó estar detrás de la quiebra del Popular sino que dijo que actuó de la única forma que pudo; negando que estuviera detrás de las presuntas filtraciones que salieron desde dentro del Consejo de Administración en un momento crítico para el banco. Igualmente descartó estar detrás del calendario de plazos y se remitió a las órdenes que salieron del Comité de Auditoría poner en conocimiento de la CNMV todos los hechos ocurridos en las últimas semanas de vida del banco. 

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