Batalla legal

Monsieur Cuisine: de joya de la corona de Lidl a negocio en la segunda mano

Desde que una sentencia del Juzgado Mercantil 5 de Barcelona obligara a retirar sus robots de cocina 'Connect' los usuarios han puesto a la venta el suyo y los precios han empezado a subir. 

Monsieur Cuisine Connect
Monsieur Cuisine Connect
Lidl

Las tiendas de Lidl en España se quedan sin su joya de la corona: el robot de cocina 'Monsieur Cuisine Connect'. Y en esta ocasión no porque se haya agotado en cuestión de horas al igual que sucede cada vez que lo pone a la venta tras eternas colas a la espera incluso antes de que abran las tiendas, peleas mediante en algunos casos. Ahora es un juzgado mercantil de Barcelona el que le obliga a retirarlas del mercado por infringir los derechos de patente de Thermomix. La batalla legal entre ambas marcas no habría llegado a su fin si se presenta recurso, pero la sentencia por ahora impone al supermercado la prohibición de importar, almacenar, ofrecer y comercializar este robot, algo que ha disparado su negocio en el mercado de segunda mano en cuestión de minutos. Cada vez es más diversa la oferta y su precio más elevado con mensajes de los vendedores que utilizan de reclamo frases como "si te has quedado con las ganas de conseguir una, no desaproveches esta ocasión porque no volverá a salir en Lidl España".

El modelo Connect de Monsieur Cuisine era uno de los más esperados de los robot de cocina que oferta Lidl. Según recoge la prensa especializada, en España se habrían podido llegar a vender 100.000 unidades desde que llegó por primera vez hace tres años, 90.000 el pasado mes de julio según publica Alimarket. "Cada vez que Lidl los ponía a la venta los vendía como rosquillas, me los quitaban de las manos", asegura una vendedora usuaria de Segunda Mano a La Información. Su caso es particular porque ya los venía ofreciendo desde que ella misma corrió a por uno hace meses y se quedó sin él. "Mi marido trabaja en Alemania y una de las veces que estábamos allí de viaje entré en un Lidl y vi que estaban allí vendiéndolos. No dudé en comprarlo y coger alguno más por si lo quería alguna amiga". Eso fue el inicio de un negocio al que en este caso no le sacaba mucha ganancia porque "si el precio era muy caro me decían que se esperaban a que volviera a estar disponible". 

Pero el pasado martes algo cambió. "No he parado de recibir llamadas y mensajes y ahora entiendo lo que sucede", reflexionaba esta mujer de Zaragoza al percatarse de que los robot Monsieur Cuisine Connect que tenía a la venta estaban a "muy bien de precio" en comparación a los que se estaban publicitando por primera vez. "Yo ahora lo he subido a 500 euros porque para venderlo tengo que cubrir al menos gastos de peajes y transporte". El precio al que se podía comprar el robot cuando Lidl lo vendía primero a través de su página web y después en alguna de las 600 tiendas que tiene en España era de  340 euros. Ahora de media en el portal Wallapop el precio asciende a 448 leyendo los más de 20 anuncios nuevos que se dieron de alta el pasado día 20 .

Se siguen encontrado robots con un coste que ronda su precio de venta en el supermercado, pero los menos. Incluso encontramos uno por 290 euros que se ha visto en 1.100 ocasiones. Pero cada vez son más los que empiezan a subir el precio de venta, que suele rondar los 500 euros (los que están casi nuevos) y se eleva a 560€ cuando están "sin estrenar y sin sacar de la caja". También es cada vez más habitual encontrar mensajes que hacen referencia a la 'exclusividad' del producto en España después de que Lidl haya sido condenado. "La que están retirando del mercado", reza en uno de los anuncios que pide 530 euros por el producto. "Desde el 18 de enero no se pueden vender más en España porque Thermomix ha ganado el juicio", recuerda otro publicado un día después de conocerse la condena.

La polémica con el robot se trasladó en minutos a los sitios de segunda mano, sobre todo los dos primeros díasofreciendo el producto que en muchos casos se vende porque "no tenemos sitio para guardarlo", porque "solo lo hemos utilizados dos veces", o porque "fue un regalo". En ningún caso porque el producto no cumpliera las expectativas. Hay incluso quien anuncia que vive en Holanda y los podría comprar para vender. Pide 600 euros para poder cubrir los gastos. 

"En menos de un día he tenido 200 visualizaciones y me han dejado más de cinco mensajes preguntando sobre el precio, el envío y sus características", asegura L. Hernández, quien decidió ponerlo a la venta hace tan solo dos días no por miedo a tener problemas con el robot, sino para aprovechar la oportunidad. En este sentido desde Lidl sí han asegurado a La Información que "este proceso judicial no afecta en ningún caso a todos aquellos consumidores que hayan adquirido la Monsieur Cuisine Connect. Por ello queremos transmitirles un mensaje de tranquilidad y garantizarles que pueden seguir utilizando el producto con normalidad y haciendo uso de todos sus servicios, incluyendo las garantías o el servicio postventa". 

El conjunto de la causa surge de la demanda que el grupo Vorwerk & Co Interholding GMBH, titular de la patente 'Máquina de cocina', más conocida como Thermomix, puso contra Lidl al considerar que plagiaba su robot con el producto Monsieur Cuisine Connect, que comercializó en España bajo la marca blanca SilverCrest.  Su precio más competitivo -la Thermomix ronda los 1.000 euros- y el parecido de las especificaciones llevaron al robot de Lidl a convertirse en un éxito de ventas y a ser popularmente bautizado como "la Thermomix barata". De hecho, su llegada al mercado se interpretó desde muchos sectores como una seria amenaza al monopolio de Vorwerk, que otros fabricantes de electrodomésticos como Cecotec, Bosch, Moulinex o Kenwood no han logrado romper con sus respectivos robots.

En el juicio, que se celebró el pasado noviembre, las partes desgranaron y defendieron las especificaciones de sendas máquinas de cocina poniendo el foco en el cierre de la tapa y en la función de pesado de alimentos. Se hizo así hincapié en el sellado de la tapa cuando la máquina está funcionando, un mecanismo de seguridad que impide que ésta se abra cuando las cuchillas aún están girando y que el tribunal considera ahora que el electrodoméstico de Lidl ha plagiado. Durante las dos sesiones que duró el juicio, la defensa de la cadena de supermercados se esforzó en probar que su robot era distinto a la Thermomix y que algunas de las innovaciones que incluye están presentes en otras marcas, e incluso llegó a acusar a Vorwerk de hacer "ilusionismo" y "engañar cerebros" por culparla de plagio.

Mostrar comentarios