Cinco hábitos de los madrugadores que te harán más productivo en el trabajo

  • No hay dos rutinas iguales por las mañanas, pero sí algunas prácticas que pueden ayudarte a afrontar el día con más optimismo.
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Desde abrir un ojo y quedarse mirando vagamente un punto en la pared hasta saltar desde la cama y hacer deporte sin estar aún despierto, existen infinitas rutinas por las mañanas que cada uno de nosotros seguimos a pies juntillas, bien por costumbre, o bien porque consideramos que son beneficiosas. Sin embargo, también existen innumerables hábitos que no sólo nos hacen perder el tiempo, sino que también condicionan nuestra productividad a lo largo del día, tal y como apunta este artículo de Inc que describe cinco sencillos cambios de rutina que pueden mejorar el resto de tu día.

1. Aprovecha las mañanas para pasar tiempo con tu familia

Puede que recién levantado no seas el ser más comunicativo del planeta, pero aprovechar las mañanas para pasar tiempo con tus familiares o seres queridos es tanto o más importante que hacerlo por la noche: antes de dormir, nuestro exhausto cerebro pide a gritos descansar, mientras que durante el desayuno simplemente está 'arrancando', utilizando un símil con un ordenador. Normalmente somos más propensos a discutir o a tener conversaciones poco amistosas cuanto más cansados estamos; por el contrario, por las mañanas sólo hay que ajustar la rutina para disfrutar de 15 minutos o media hora con quienes te rodean. Algo que repercutirá muy positivamente durante tu jornada laboral.

2. Pasar 15 ó 20 minutos meditando

Algunas celebridades como Oprah Winfrey o Arianna Huffington confiesan que empiezan sus mañanas con entre 20 y 30 minutos de meditación. Se trata de una práctica que supone un beneficio casi inmediato y por partida doble: por un lado, te permite conectar y comunicarte con tu Yo más profundo; por otro, normalmente se logra reducir el nivel de pensamientos obsesivos o negativos, controlándos desde primera hora, lo que en última instancia mejorará no sólo tu salud mental, sino también tu rendimiento laboral.

3. Empieza haciendo ejercicio

Otra opción es empezar el día haciendo ejercicio. Los beneficios físicos son evidentes, pero representan sólo una parte: sudar antes de desayunar te ayuda afrontar el día con más energía, ya que tu cuerpo lleva más tiempo 'despierto'. Además, hacer ejercicio estimula la producción de endorfinas, que producen en nuestro cerebro sensaciones muy similares a la morfina o, incluso la heroína, pero que al margen de ser legales -y que no tienen los efectos negativos de aquéllas- nos permiten afrontar el día con una sensación de bienestar casi inigualable.

4. Leer el periódico

Leer el periódico implica un nivel de atención y conprensión impropio en el estado de conciencia de cualquier persona recién levantada. Es una de las maneras más efectivas de activar la mente y desbloquear la creatividad. El mero hecho de leer ya conlleva innumerables beneficios para tu salud , pero es que además es una de las maneras más inteligentes de empezar a ser productivo desde primera hora de un modo realmente entretenido. Escuchar la radio es otra forma de activar el cerebro por las mañanas, aunque algo menos efectiva debido a que no requiere de tanta atención como la lectura.

5. Aplaza la reunión de la mañana

Teniendo en cuenta todo lo anterior, resulta evidente que antes de ir al trabajo la mente debe estar despierta, por lo que no conviene saturarte con rutinas tediosas o incómodas que no te permitan desarrollar un día realmente productivo. Por eso, según el citado artículo, uno de los rasgos de un buen líder es saber cuándo es poco efectivo pedirle a sus empleados que hagan un esfuerzo mental considerable: las reuniones que se producen excesivamente temprano suponen una carga que no todo el mundo puede soportar; así, es mejor evitar ese tipo de eventos y posponerlos para un momento en el que todos puedan ser realmente productivos.

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