Estabilidad emocional

Cuatro cosas que debes hacer todos los días para ser más feliz, según expertos

La pandemia y el confinamiento han propiciado un estallido de corrientes que buscan el bienestar individual

Alcanzar el equilibrio es complicado, pero puede ser el camino a la felicidad
Alcanzar el equilibrio es complicado, pero puede ser el camino a la felicidad
Pixabay

La pandemia y el confinamiento en casa durante meses ha dejado ver que no somos tan felices como parece o como debiera. Cuidar de la salud mental y conseguir el bienestar emocional es un largo camino y un proceso que se trabaja a diario: no es una meta en sí misma, sino más bien una conquista de todos los días con sus altibajos y sus subidas. 

Durante estos últimos años se ha recurrido mucho al término 'resiliencia' como un concepto que nos empuja a ser duros, a soportar los malos tragos y los inconvenientes del día a día con estoicidad. Pero la psicóloga Jessica Jackson, de Modern Health, explica que el concepto de resiliencia va más allá y también significa saber procesar emociones o mostrarse vulnerable cuando toca. 

Para generar una resiliencia sana y entrenar la fortaleza psicológica y emocional, en pos de intentar ser un poco más feliz día a día, esta doctora da cuatro consejos que se pueden practicar a diario y que no llevan más esfuerzo que el pararse a pensar un momento y buscar momentos de desconexión y bienestar. 

Cinco minutos de autoanálisis

Es importante preguntarse a sí mismo cómo está al igual que se lo preguntamos a los demás. Esto quiere decir que, cada día, es conveniente parar cinco minutos para plantearse ciertos interrogantes: cuál es nuestro estado emocional, qué queremos conseguir en el día de hoy, qué necesitamos... Reflexionar sobre estas cuestiones puede ayudarnos a identificar emociones negativas y gestionar el estrés. 

Crear micro-momentos de positividad

Nuestros cerebros están programados para identificar situaciones de riesgo o estrés y responder ante ellas, una actitud que puede cronificarse y acabar generando ansiedad. Para luchar contra esta respuesta psicológica, hay que generar microespacios de positividad: llamar a un amigo o amiga, salir a correr, escuchar nuestra música favorita o dedicar algo de tiempo a algo que nos guste y nos relaje propiciará a tener un impulso de positividad y alegría en medio de una jornada complicada. Estos descansos ayudan a aliviar la carga de estrés. 

Analizar el uso de la tecnología

Internet y las redes sociales son grandes fuentes de ansiedad y depresión. Si bien no se pueden eliminar por completo estos hábitos, sí que habría que hacer un análisis de la conducta online y sopesar si es mejor dejar de seguir ciertas páginas, restringir la cantidad de horas delante de la pantalla... Marie Kondo, por ejemplo, aconseja no pasar más de dos horas al día en redes sociales.

Establecer límites

Hay que aprender a establecer límites y priorizar las necesidades propias sin sentirse culpable (o culpar a los demás cuando lo hagan) de reprogramar quedadas o citas. Establecer límites con las personas que nos rodean de manera gradual puede ser incómodo al principio, pero compartir los sentimientos y emociones que se experimentan en cada momento puede ayudar a los demás a comprender cuándo se necesita un tiempo a solas o cuándo una situación puede generarnos más estrés y decidimos no enfrentarnos a ella.

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